martes, 21 de mayo de 2024

LOS VALORES ENTRE JUDÍOS Y CRISTIANOS

 


Una enraizada pegatiña discursiva suele aparecer como obligado toque de sal practicamente inevitable en cualquier diálogo político, moralizante, religioso o mínimamente presumido de intelectual: "los valores ". De esta expresión pudiera ya decirse que bien cabría en la competencia de popularidad, por lo menos cuando quien se expresa procurara presumir de un " hablar "bonito". 

Sería casi imposible leer o escuchar el discurso de algún aspirante a algún puesto electivo, un comentador noticioso de los  medios publicitarios, algún religioso o evangelista, algún convocante de organizaciónes "sin fines de lucro, " etc...quien al expresar sus consejerías morales, no recurra a la insulsa pegatiña: "nuestros valores", por lo general, reclamando la supuesta pérdida de los mismos, ocurrida, según el pronunciado, lamentablemente,  como consecuencia de los nuevos tiempos. 

Ya no solo ha pasado a ser un verso desgastado y deshilachado por la predicación sabatina de nuestros moralizadores evangelísticos, sino, que el término ya se marca como acento obligado de todo pronunciamiento, oración, engañifa o bendición. 

Distinto al caso de los judíos, quienes ponen, sobre todo, "el bienestar común", precisamente como bendición de Dios, en el cristianismo, procuramos como fin, como límite divinal, ese encumbramiento de "los valores", dirigidos, según, el mensaje bíblico del mismo origen judío, pero más francamente signado como bendición del mismo Dios, el dominio sobre los bienes materiales, como así lo habría dispuesto su personal palabra al determinar que se "enseñoree el hombre sobre toda la tierra y sus criaturas. 

De tal modo que esos llamdos valores, entre los que sobresalen "la humildad", "la pobreza material" y el desprendimiento de los bienes materiales, no llegan a ser, por tanto, los mismos "valores ", tan exaltados y ensalzados entre cristianos y judíos.



CONTINUACIÓN....I

Hoy, a esta fecha del mes de Mayo de 2024, siguiendo las disposiciones naturales propias de las leyes materiales sometidas a la bioquímica de las demandas que rigen la lógica de la supervivencia que aspira a la eterrnización de del hecho vital, le ha tocado a la generacion humana asentada en esta area geopolítica influida por la  historia étnico-judía, tomar por los cachos el comando de los dominios materiales, (que siempre se lavan sus infecciones con aguas bendecidas por los espíritus diseñados a partir de sus artificiales inteligencias). 

De los marxistas (no los marcianos metafísicos), conocemos que estarán celebrantes como electores políticos dominicanos, complacidos de cumplir sus predicciones o proyecciones diseñadas al amparo de las cada vez más ajustadas predicciones que bien previenen sobre el dominio infalible de los poderes acumulados sobre la estructura dominante erigida a partir de la producción y su influyente capacidad para ejercer la autoridad sobre la biología humana, sus competencias, para la sobrevivencia y esperanza de subsistencia eterna. 

Cualquier intelectual ajustado a las reglas naturales de la supervivencia, como cualquier ser viviente impulsado por el legado de la supervivencia evolutiva, igual buscará obedecer su mimetismo a partir de sus sensibilidades fototácticas. 

Ello explica, como siempre ha sido y seguirá siendo, esa inclinación gravitacional que empurja, aun contra los más resistentes a los fuegos de las guerras, a sentirse "judíos", movidos por las leyes del contemporánea lógica prevista por los adelantados neuro-técnicos de Marx y sus descansadas barbas. 

Está y estará por muchos años más, la moda de pensar como judío, como poderoso dueño de la acumulación de poder de producción, por tanto, poder económico, religioso, científico, espiritual, etc.  Hasta Trujillo, así como Hipólito Mejía, los Nueva Generación de Prosperados, etc...

Digamos, en fin, ser judio está de moda y seguirá de moda por muchos años  o siglos más, como lo mandan Dios y sus profetas: Abraham, Jesús  y Mahoma, hasta que se renueve la desencontrada lucha con Belié Belcán, quien bien parece que sigue pisado y amenazado porl espada de San Miguel., 


 LOS VALORES ENTRE JUDÍOS Y CRISTIANOS...CONTINUACIÓN II


 Tratar de comprender, explicar, justificar, negar, aprobar , aceptar, cualquier vía o ruta decidida por algún individuo, colectividad restringida, parcial o general verificada en la sociedad humana, siempre constituirá un desafíante compromiso referido a un puzle laberíntico de infinitas salidas. 

Nosotros, los humanos formados en ser conducidos siguiendo unos patrones paradigmáticos fundados en una perfección divinal,  cristianizada, organizada bajo el peso de aspriraciones e inspiraciones morales, fundadas en los dictados de un proceso biológico, evolutivo y ansioso, compelido a lograr unas metas de ficciones infinitas, nos acogemos a determinados mandatos de derechos, deberes, aprobaciones y desaprobaciones sobre los que erigimos nuestras obligaciones y deberes.

Luchamos por sobrevivir, aferrados a los convencimientos de nuestras formaciones e ideas sensibles a esos proyectos idealizados, según esos reiterativos mandatos de los procesos evolutivos naturales. 

Gran mayoría del mundo, se ha civilizado y sobrevivido ajustando sus patrones de sobrevivencia a razones biológicistas comunes que les han inducido a desarrollar tipos biológicos, biofísicos y bioquímicos comunes como son los modos de alimentación protección de la descendencia, los procesos de aprovechamiento de las energías. 

Tanto han sido los reajustes en la evolución humana que de manera general, su biología se constituye en unidad tan común sobre los que, lejos de muchas otras designaciones menos diferenciadas, en gran medida han hecho común culturas cercanas a la unanimidad en sus rutas por la delimitación de los procesos evolutivos. 

Matar por competir, tanto como luchar por alimentos, dormir, sentir la necesidad de reproducirse, de criar, se vuelve tan perentorio que conlleva a esa necesria competencia por la vida, por sobrevivir, por eternizarse. 

Esa es la impostergable necesidad que siente la sociedad humana por sobreponerse al medio, a superarlo, a cumplir con ese instinto así de humano, así de imprescindible, de ejercer poder de superación infinita, de sentirse y superar al dios de todos los dioses, vencer y constituirse en todo el poder concentrado en la algorítmica instintiva de esa superación infinita desde la que hemos sido prohijos de este instivo arreglo inteligencial, sensitivo, utópico y a la vez tan real, tan ilimitado tan eterno.


LOS VALORES ENTRE JUDÍOS Y CRISTIANOS....CONTINUACIÓN III


Humanamente, dominicano, mulato, graduado universitario, nacido liceista, cristiano, socialmente crecido y educado en la pobreza económica, bautizado y bien formado como cristiano militante, muchas otras identidades familiares y sociales propias de mis ascendencias me indentifican como tal. 

Hecho conocido y de mi formación y tradicional bien certificada, vivida y documentada signan mis creencias divinales, mis gustos y sabores naturales frente a los brisales, arroyuelos, pájaros, miedos e inclinaciones biológicas, comunes y corrientes, por cuanto amor por la vida, por la familia, por la gente, los seres vivos en general, mis odios por los mosquitos, curarachas, avispas, etc...

Por todas estas rasgadas identidades o marcas, me queda claro que odio las guerras, las heridas sangrantes, los bahos a mierda y a carnes podridas, los dolores de muela, los cólicos intestinales, las picadas de hormigones así como todas las molestias comunes y sustos amenazantes...Nada que luzca natural me es extraño como las quemaduras de sol, los amargos accidentales de la hiel, etc...

De modo que nunca pediré la muerte ni para los matorrales de pringamosa, mucho menos para las mariposas que se alimentan libando el néctar de sus flores. Judíos, ucranianos, africanos, chinos, cibaeños, higüeyanos como sabanalamarinos y pajeros del batey, igual me resultan humanos, dignos o indignos, sangrantes de azul como pálidos desvanecidos. Ingenieros de aguas heladas de los polos como de aguas heladas de los picos del Aconcaguas...igual me agradan todos los ingenieros.

Todos cuentan razones fisíco-quimico-matemáticas para asegurar que las cosas les queden bien a los dioses. Todos conocen como hacer las guerras y como denegarlas. Todos saben cuando se detendrán y cuando volverán.  Todos saben que hasta los mismos judíos instalados en Israel algún día se detendrán y algún día les tocará regresar lo ajeno a sus dueños letítimos.

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