sábado, 31 de agosto de 2024

LA GUERRA ES LA GUERRA...IX

 
La Guerra es la Guerra. Todos los conocimientos científicos, históricos, proyectivos, pasibles de ser concebidos por los ejercicios mentales de la inteligencia humana, auxiliada, hoy día, desde los recursos lógísticos de los más encumbrados avances tecnológicos de último minuto, aplicable, sin más pretexto que el de la necesidad de vencer y superar las capacidades de adelantar los propósitos del otros seres competidores entre si, obedientes al imperativo evolucionista que dispone sobre los distintos procedimieentos de rendir cuentas al proceso evolutivo, compelidos, todos, a desarrollar sus más concentrados esfuerzos decididos a alcanzar ese divinismo social, el perfeccionsimo biológico, la idea de superación idealizada. 

En estos momentos historicos parece encaminarse por rutas potencialmente explosivas. No obstante, en mi caso, entiendo que no califican mis oportunidades mentales para trazar líneas, consejerias inteligentes, pretender adivinaciones, acumular capacidades experienciales, intelectuales, materialmente atendibles, para intentar trazar, interpretar, solucionar, mucho menos hacer juicios mínimamente respetables, en torno a dar, explicar, convencer, etc. como para desarrollar teorías merecedoras de atención, consideración ni minimamente respetables, en torno a posibles conclusiones, más allá de algunos relajamientos literarios, chuscos, sarcásticos, nunca tanto como para intentar desarrollar definiciones intelectuales, académicas o morales, por encima de tantos gurúes dedicados en lo mejor de sus respectivas inteligencias, durante todas sus vidas, a calcular procesos de guerras, psicológicas, económicas, emocionales, etc... 

Cierto, ciertísimo es que me gustan las juergas literarias, tanto en "en serio", como de relajos, pero no aspiro a merecer atención alguna, ni se me ocurriría decidir razones ni conclusiones sobre asuntos propios de las profundizaciones geopolíticas en las que se debaten asuntos tan "pesados", tal que no logra uno mismo ni siquiera darse cuenta de que lado transcurre su propia parcialidad. La Guerra es la Guerra. Un juegos entre mayores. 

viernes, 30 de agosto de 2024

LA GUERRA ES LA GUERRA...VIII

 La Guerra Rusia-OTAN- Ucrania, tanto como la Guerra Israel-Hamas, lo mismo que la proto-guerra Estados Unidos-Venezuela, constituyen hoy, casos de hervideros volcánicos, explosivos, donde se miden y debaten los números implicados en la geografía histórica de la economía de la acumulación de intereses y fuerzas originadas en las demandas de esa biología evolucionista o evolucionaria. que compele al reino humano y todo el universo del vitalismo natural a competir, a batallar, a superar los mandatos del evolucionismo natural fijado, tatuado en los pensamientos desarrollados en los neurosisemas humanos. Armas cada vez más modernas, bombas hiperbáricas, bombas biológicas, ultrasísmicas, químicas, ultrasónicas, super destructoras, mejoradas cada vez para hacerlas  ser más capaces en sus  exterminaciones y modificar los hasta ahora imaginados, previsibles proyectos de la civilización humana hasta hoy conocidos. La Guerra es la guerra.

 La guerra busca vencer, desplazar los espeacios materiales, en tiempo y lugar, por los unos contra los otros con el propósito de cumplir esos ordenamientos o disposiciones ineludibles, insoslayables, inevitables, divinamente idealizados por las proyecciones neuronales del mismo cerebro humano y determinado por las previsiones laplacianas que siguen los determinados incorruptibles de los determinados caminos de la materia natural, dictados por los designios de la incertidumbre y lo desconocido. La Guerra es la guerra. Impiadosa, dolorosa, natural, certeramente conducida por el evolucionismo natural.  La guerra  

jueves, 29 de agosto de 2024

LOS MEGÁTOMOS

 

Las exageraciones imaginativas, las exacerbaciones cuasi-patológicas de la mente de los poetas, físicos, y pensadores profundos que escuchan, hablan, sueñan, y a veces hasta contradicen a los dioses, como parecían hacerlo Wolfgang Pauli y su gran maestro, considerado hoy uno de los padres del psicoanálisis, Carl Jung, según los múltiples relatos oficiales de sus respectivas biografías, pueden resultar tan contrapuestas a la realidad normal que, para sorpresa de la ciencia oficial, formal, establecida y hasta ahora probada, resultan casos de tan difícil asimilación que gurúes difíciles de controvertir, como Albert Einstein, han llevado consigo hasta la tumba sus dudas sobre algunas de las proposiciones esculpidas como verdad en las propias teorías que acompañan sus hallazgos, sobre los que soportan sus glorias. Las sincronicidades y las superposiciones cuánticas no fueron aceptadas complacientemente por Einstein, quien, a pesar de su admiración por su brillante alumno Wolfgang Pauli, nunca le avaló en cuanto a sus imágenes creadoras de “ángeles”, que, al parecer, aletearon en los pensamientos creativos del genial investigador sobre la psique humana. De todos modos, más allá de sus “raras y exóticas” imágenes que despertaban los sueños del extraordinario científico, físico-matemático-teórico, Wolfgang Pauli recibió, con pleno derecho científico, académico e intelectual, el premio Nobel de Física, siendo que, por demás, hoy por hoy, ningún científico de las ciencias físicas ha desautorizado jamás las calidades y propiedades del cuarto número cuántico o “SPIN”, cuya demostrada existencia y efecto no parecen ser puestos en duda por nadie.

Luego de esta introducción, valdrán estos antecedentes citados para presentar el ostentoso y fantasmal pensamiento del alumno religioso que, al haberse quedado dormido en la clase de religión, fue interrumpido en su sueño por el profesor, quien, en tono de irónica rezonga, le preguntó si habría estado conversando con los ángeles durante su sueño. “¡Efectivamente!” contestó el alumno, quien pasó a detallarle la aventura de su complacida estadía, en la que un ángel mayor de edad le explicaba, según su relato, que en el Universo existen dimensiones tan extremas, tales como las de otro universo, en el que los astros que hoy son detectados por los instrumentos que conocen y fabrican los humanos llegan a ser solo ínfimas partículas subatómicas, que forman parte de átomos y estructuras moleculares de compuestos que constituyen la biología molecular de unos seres así de grandotes. Fue entonces cuando el profesor, igual de agudo, le preguntó si el ángel no le habría completado el cuento, recordándole que lo mismo ocurría con las partículas subatómicas presentes en los átomos que constituyen las moléculas de los átomos que conforman la biología del cuerpo humano, de modo que cada una de esas partículas constituía todo un universo, tan inmenso y completo como el que se constituía en el cuerpo de la biología de la que le habría contado su anciano ángel. Así habrían emparejado sus cargas, alumno y profesor, al concluir la clase de religión.

LOS MEGÁTOMOS

 Las exageraciones imginativas, las exacerbaciones cuasi-patológicas de la mente de los poetas, físicos, pensadores profundos que escuchan, hablan, sueñan, a veces hasta contradicen a los dioses, como pareciían hacerlo, Wolfang Pauli y su gran maestro, considerado hoy uno los padres del psico-análisis, Carl Jung, a decir de los múltiples relatos oficiales de sus respectivas biografías, pueden resultar tan contrapuestas a la normal realidad, que, para sorpresa de la ciencia oficial, formal, establecida, hasta ahora probada, resultan casos de tan difícil asimilación, tal que gurúes, difíciles de controvertir, como Albert Einstein, han llevado consigo, hasta la tumba, sus dudas sobre algunas de las proposiciones esculpidas como verdad en las propias teorías que acompañan sus propios hallazgos sobres los que soportan sus glorias. Las sincronicidades y las superposiciones cuánticas, no fueron aceptadas complacientemente por Eistein, quien, a pesar de su admiración puesta sobre su brillante alumno, Wolfang Pauli, no le avaló, nunca, en cuanto a sus imagenes credoras de "ángeles", que, al parecer, aletearon los pensamientos creativos del  genial investigador sobre la psiquis humana. De todos modos, más allá de sus "raras y exóticas" imágenes de que despertaban los sueños del Extraordinario científico, físico-matemático-teórico, Wolfang Pauli, recibió, con pleno derecho científico, académico e intelectual, el premio Nobel de Física, siendo que, por demás, hoy por hoy, ningún científico de las ciencias físicas, ha desautorizdo jamás, las calidades y propiedades del cuarto número cuántico o "SPIN", cuya demostrada existencia y efecto, no parecen ser puesta en duda por nadie.  


Luego de esta introducción, valdrán estos antecedentes citados para presentar el ostentos y fantasmal pensamiento del alumno religioso que al haberse quedado domido en la clase de religión fue interrumpido en su sueño por el profesor, quien, en tono de irónica rezonga, le preguntó sobre si habría estado conversando con los ángeles durante su sueño. Efectivamente ! Contestó el alumno quien, pasó a detallarle la aventura de su complacida estadía, en la que un angel mayor de edad, le explicaba, según su relato, que en el Universo existen dimensiones tan extremas, tales como las de otro universo, en el que los astros que hoy son detectados por los instrumentales que conocen y fabrican los humanos, llegan a ser solo infímas partículas subatómicas, que forman parte de atomos y estructuras moleculares de compuestos que constituyen la biología molecular de unos seres así de grandotes. Fue entonces cuando el profesor, igual de agudo le preguntó, si el ángel no le habría completado el cuento, recordándole que lo mismo ocorría con las partículas subatómicas presentes en los átomos que constituyen las moléculas de los átomos que conforman biología del cuerpo humano, de modo que cada una de esas partículas constituía todo un universo, tan inmenso y completo como el que se constituia en el cuerpo de la biología de la que le habría contado su anciano ángel. Así habrían emparejado sus cargas, alumno y profesor, al concluir la clase de religión.  


    

miércoles, 28 de agosto de 2024

TRISTEZAS IRREPARABLES

 

Decidí no fuñir más 

Con las vainas literarias

Ni lirios, rosas ni dalias

No rezo más por la paz

Del mundo nunca jamás


Nadie, a eso le, pone caso

La guerra sigue a su paso

No le para a los consejos

Menos si vienen de viejos

Es tiempo perdido, craso


La sangre me refunfuña

Cuando oigo hablar del estupro

Cuanto en mi alma lo sufro !

Espera aun la niña en cuna

Vestir la luz de la luna


Según santo sacramento

No pensar nunca en lamento

Dictó el mundo otra sentencia

Su más áspera elocuencia

Sin razón, Dios  ni argumento. 


Solo penas y tristezas

Trae la brisa en su murmullo

Sin más nanas ni el capullo

De rosas y más bellezas

Benditas de sus purezas


Dios le entregará su alivio

Su paz y su pecho tibio

Mas, su corazón sangrante

Nunca olvidará ese instante

Nada cubrirá el recibo. 













lunes, 26 de agosto de 2024

LA GUERRA ES LA GUERRA, VII

 


LA GUERRA ES LA GUERRA

La competencia entre las potentes aglomeraciones humanas que se constituyen en sociedades aniquiladoras, impulsadas por esa inspiración evolucionista que compulsa la imparable sobrevivencia biológica, no detendrá la necesidad de destruir las capacidades de sus competidores. Esta estrategia se desarrolla con la finalidad de cubrir espacios vitales, de sobrevivencia y superación, en ruta al reconocimiento de las rutas pro-divinización de su poder, de su perfeccionismo imaginado, biológico, insuperable pero superador de todas las divinidades, como lo demanda la evolución diseñada por los cánones materiales de la naturaleza biológica, obsesiva, divinal, de la evolución.

Destruir la sobrevivencia del otro, cerrarles sus aires al otro, sus espacios, en fin, desaparecerlo, es la meta de La Guerra. La Guerra es la Guerra. Superar a los dioses, ser el único dios, es la compulsión material de La Guerra. Destruir todos los espacios, los entornos, las oportunidades, es una necesidad natural, propia de la competencia guerrera, dictada por las leyes de La Evolución, de la divinización. No existe teoría conocida, entre los hombres, retenida por la inteligencia humana, que no contraiga la materia al resumen de la desaparición biológica, al menos como la reconocemos hasta hoy.

La Guerra es La Guerra y su vector terrenal parece obedecer a esa flecha de un tiempo único. El evolucionismo biológico parece reclamar la necesidad de hacer la guerra. Los humanos necesitan hacer la guerra. Quizás la evolución traiga trazados los caminos de La Guerra.

viernes, 23 de agosto de 2024

LA GUERRA ES LA GUERRA: UNA DEMANDA NEURO-BIOLÓGICA

 
La demanda biológica, concebida en su régimen evolutivo por la neurointeligencia del sistema neural del animal humano, continúa infaliblemente, correspondiente a esa inclinación que lo conduce siguiendo un curso hacia la superación de necesidades mediante ideales la superación divina, infinita, sin límites. "La Guerra" es uno más de los juegos biológicos orientados hacia la búsqueda competitiva, asumida como prueba y error, en las prácticas competitivas seguidas por la evolución. Es uno más de esos recursos aplicados por la anatomía humana, desde su sistema neuronal, electrónico-digital, dirigidos al encuentro del máximo sentido de estabilidad material, quizás relacionado con la aspiración de alcanzar la llamada tranquilidad de la felicidad.

Como alpinistas o montañistas, exploradores por  naturaleza, cazadores de esa felicidad espiritual, "La Guerra" propicia una elevadísima descarga de estímulos emocionales, químicos biológicos, excitantes, complacientes, dopaminérgicos, propios de las respuestas ante los desafíos. Combina triunfos, instintos de lucha, satisfacciones neuroemocionales que aceleran los flujos sanguíneos, complacen las demandas cerebrales y la alimentación de oxígeno, además de otros compuestos bioquímicos que generan ese desafiante sentido de satisfacción máxima, propio de la tranquilizadora paz que el sistema neuronal asume como retroalimentación sanguínea que brinda la oxigenación ansiada. Así, "la guerra" llena de glorias los sistemas orgánicos que, finalmente, saturan las necesidades de expresión de triunfos. "La Guerra es La Guerra"

Los apremios y premios hacen de "La Guerra" una urgencia humana, social, complaciente, estimulante, premiada y enriquecedora, muchas veces tanto material como espiritualmente. Hoy día, el mercenarismo profesional, en realidad, solo es una extensión de los mismos efectos, premios y apremios requeridos desde los mismos tiempos de "la caverna". Las competencias deportivas, los debates intelectuales, los desafíos por las conquistas de oportunidades reproductivas, por marcar la expansión de los derechos a multiplicarse genéticamente, por eternizarse, por alcanzar y superar el salvamento divino, espiritual y material como perfección ilimitada, son la medida demandada. por "La Guerra"… La guerra es la Guerra.




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MONEDA DE VALOR INTERNACIONAL GARANTIZADA POR CONJUNTO DE BANCOS INTERNACIONALES


sábado, 17 de agosto de 2024

UN ERROR EN LA CREACIÓN ?

 El gen implicado en el impulso biológico que empuja consistente y permantente la necesidad de superación eterna e infinita, al ser diseñado, permitió el deslizamiento irrefrenable del parricidio, convertido en ley natural, para el género humano. La materia, cultivada en su forma de bioquimica evolutiva, incluidos por igual, desde moléculas pro-virales, enzimas y cualquier forma material implicada en cambios capaces de replicación, de no implicar esa inclinación hacia la permanencia, necesariamente desaparece. Por el contrario, su inclinada  replicación, implicará esa tendencia a continuar como proyecto eterno de y superación de sus mismas propiedades, de modo imparable, es decir una inclinación hacia el perfeccionismo o endiosamiento como tendencia natural. 

Esa trascendencia, que, del mismo modo, trae consigo esa disposición indetenible de cambios, viene a ser, sin embargo, uno más de esos misteriosos mandatos que "solo Dios" sabría si hasta su conocimiento le de dejará conocer a la imparable necesidad de la materia humana llegar a conocer. Nuestra civilización documentada, limitada hasta ahora a desarrollar instrumentos teóricos capaces de hacer especulaciones algorítimicas, aun no pude llegar mucho más atrás para ahondar en esos intríngulis del pasado. Naturalmente, eso solo significa que nos falta mucho por curiosear haci atrás y proyectar hacia adelante. 

Los caminos, sin embargo de la inteligencia para asegurar esos conocimiento necesarios, parecen ir por buenos senderos que nos acercan, al parecer, sin parar, hacia la complcencia de esos afanes pro-divinos. Tengo la impresión de que vamos bien, muy a pesar de los pesimistas que le atribuyen al mismísimo Dios, el haber cometido un despropósito funesto, al crear "El Mal", singnificado en un ser contrapuesto a la buena voluntad del desarrollo de un proyecto de felicidad eterna que al parecer del pesimismo cultivado por algunas mentes, ha podido se un error de la Creación, al haber permitido que se desarrollara el virus de "El Mal".

 

miércoles, 14 de agosto de 2024

LOS GALLOS-GALLINOS

Miércoles, 14 de agosto de 2024
LOS GALLOS-GALLINOS

Nosotros, los muchachos crecidos y desarrollados en mi pueblo, allegados muy cercanos a las piadosas costumbres culturales, conducidas desde los inicios ancestrales por allegados que se establecieron en terrenos baldíos, trajeron labradores contratados que se asentaron con parejas. Poco a poco, la original primera conductora de las normas culturales que fueron desarrollándose resultó ser una joven instruida en los ritos de veneración dedicados a la Virgen María. Se desarrolló ese asentamiento emocional, del cual da cuenta el primer profesor oficial nombrado en la comunidad por la Dirección de Instrucción Pública, Don Patricio Ramírez Frías. 

Esa vocación por el respeto piadoso a la caridad, entrega y consideración a otras personas, incluidos enfermos, desvalidos físicos, hambrientos, retraídos mentales, peregrinos, etc., fueron comúnmente tratados con bastante consideración, al mejor estilo de la formación cristiana predicada por la bien instruida joven fundadora de la comunidad, con el apoyo de sus familiares, quienes allí llegaban a fomentar el desarrollo económico de sus predios comunales. Esas han sido, en gran medida, las razones por las que hasta mi persona ha llegado parte de ese asentamiento rural, que hoy me permite tener tan presente esa apariencia que mostraban algunos gallos, cuya figura se caracterizaba por mostrar una vestimenta de plumas poco lustrosas, propias de la normalidad aparente en las gallinas.

 No cantaban, no perseguían a las gallinas para pisarlas como lo hacían los gallos comunes; peleaban, eso sí, con la misma agresividad de los demás gallos, pero era común que los gallos corrientes, al principio, intentaran pisarlos antes de darse por enterados de que el pleito iba en serio. Algunos, con mayor frecuencia de lo común, resultaban demasiado "corredores", de modo que en realidad, fueron menos procurados como gallos de pelea. Hoy, como no he seguido con demasiado entusiasmo esa carrera de gallero que tantos intensos recuerdos me llevaron a atesorar en mi mente, no sé cómo andan hoy esos asuntos. 

Estimo que siguen tal como lo dispuso y dispone Dios desde antes de Adán y Eva. Gallos-gallinos, creados por disposición del mismísimo Creador, nos merecen tanto respeto y consideración como mismo nos lo merecen los gallos de pelea, los criollos, los mestizos, los giros, los negros, los cocolos, los Kikiriquí, los cruzados con faisanes, etc. No entiendo mucho de los asuntos genéticos y los cruces naturales entre gallos-gallinos, qué tanto son gallinas ni qué tanto son gallos (de esos conocimientos tan refinados conoce mi hermano genetista, Prof. Tirso Ramírez M, pero no es tan farandulero en estas redes profanas, como su hermano). 

Por lo menos, eso sí, estoy seguro de que no anda maldiciendo ni echándole culpas a Dios por eso de haber creado la diversidad biológica, pues bien sé de cuánto se las trae en sus relaciones con ese Señor Creador.  

martes, 13 de agosto de 2024

MIS RESPETOS A MIS COLEGAS


Hace apenas algunos días, uno de nuestros respetables participantes sugirió con prudencia y cortesía la idea de que algunos comentarios pudieran ser aprovechados para tratar asuntos cuyos contenidos puedan acercarnos mejor a nuestros intereses locales, más que a nuestros medios comunes. Como buen criollo entrenado en el hablar rural, medio cibaeño, medio pororó, medio sureño, medio capitaleño y presumido hasta de universitario uasdiano, estimo que bien merecen haber sido rozadas, aun de soslayo, mis acostumbradas líneas mal ajustadas a esos estándares sugeridos. Me complace sobremanera tomar en cuenta la sugerencia, si, como pudiera ser, me hubiera alcanzado. No obstante, bien puedo apuntar que al tratar de seguir las instrucciones servidas en otras ocasiones como opiniones, igualmente preocupadas por los contenidos y sus ajustes ante los intereses comunes, lógicos del interés social que nos reúne, sigo tratando de evitar las controversias propias de las disparidades corrientes que suelen tocar las sensibilidades personales, que suelen sensibilizar algunos criterios impropios exhibidos por los portadores de esas conchas de galápagos viejos curtidos en las reyertas de colmados, charcos de ríos y pley de béisbol sin guantes ni caretas, a los que nos acostumbramos antes de llegar a “la capital”.

Cuido así mis ritos y tradiciones religiosas: mi Viernes de Dolores sin comer carnes, mi Jueves de Corpus, mi Miércoles de Cenizas, mi Domingo de Resurrección, mi Domingo de Ramos, mi Jueves Santo, mi Día de Reyes, mi 21 de enero, mi peregrinación a Bayaguana, a San Antonio (paraje de Yamasá), las fiestas de Peralvillo y me persigno cuando paso por la iglesia. Hago bautizar y confirmar a mis hijos. Respeto y visito las iglesias de todas las denominaciones cristianas. Respeto la paternidad patriótica de los Padres de la Patria. Respeto la humanidad de todos los seres humanos. Hago cuanto esté a mi alcance por reconocerme, racial y étnicamente, como mulato liberto.

Me complace reconocer en mi entorno humano hechos tan reales como propios de la naturaleza humana, como la esquizofrenia de Juan Pablo Duarte, su brillante inteligencia social, su rígida rectitud moral, la voluntad guerrerista y patriótica de Pedro Santana, las capacidades burocráticas e inteligentes de Joaquín Balaguer, José Francisco Peña Gómez, Juan Emilio Bosch, Tomás Bobadilla, Ulises Francisco Espaillat, Eugenio María de Hostos, Antonio Sánchez Valverde, Fernando Arturo de Meriño, Buenaventura Báez, la rectitud patriótica de Gregorio Luperón y Ulises Hereaux, las noblezas patrióticas de Francisco del Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella y María Trinidad Sánchez, Francisco Alberto Caamaño, Aurelio Tavárez Justo, Amauris Germán, Gregorio Urbano Gilbert.

Confieso que les temo a los conflictos internos que suelen desatarse entre mis colegas; no me agradan, no me convencen sus motivaciones expuestas, por lo general, según mi parecer, sin antagónicos motivos fundamentales, por lo general sin ninguna contradicción de clases ni más valor que alguna diferencia de tonos leves afectando las mismas rayas del vestido. No me cosquillean las ironías ni los deseos. Amo, respeto y venero a mis amigos y sus circunstancias, así como respeto sus altares.

LA GUERRA ES LA GUERRA VI

Cierto, ciertísimo es que la  Guerra dirigida contra la información, aunque tiene una historia ancestral, tan antigua como el desarrollo mismo de la inteligencia vital, material, evolutiva, las tácticas del engaño, la simulación, el camuflaje, la mentira, constituyen todos métodos naturales cultivados, afinados, que suelen ser exacerbados artificialmente. 

Constituyen hoy el núcleo central, esencial, de la guerra  moderna entre los Estados Formalizados, lo mismo que entre los arreglos de competiciones de cualquier otra índole, denominadas de cualquieras otras formas. La desinformación, como táctica de guerra, ha sido siempre parte principal de la lucha competitiva dictada por el evolucionsimo natural propio de la biología animal. 

La Guerra entre los mercados, asumida entre los Estados Nacionales conminan a batallar cada vez conmayor sabiduría inteligente, en función de estrategias comunicacionales más efectivas, es decir, más poderosas en función de dominar las capacidades desarrolladas para desubicar los conocimentos que puedieran serle útiles a los propósitos de su oponente guerrero. La guerra de la desinformación se expande siguiendo la lógica evolucionista que responde al desarrollo biológico de la inteligencia humana, anatómica personal como social, global, universal. 

Nuestro mundo particular, es decir, el que responde a la sociedad terrenal, parece complacida en la búsqueda constante y exitosa de ese desarrollo de la inteligencia que cada vez nos hace avanzar en el conocimiento de esas nuevas formas de competir cumpliendo ese mandamiento de nuestra biología conminada a evolucionar nuestra inteligencia colectiva, anatómica y social. Particularmente, nuestros núcleos sociales, nuestras costumbres locales, nuestras personas, nuestros signos culturales en general, nos conminan de modo regular a seguir esas formas sociales que nuestra antorpología nos traza como línea en la lucha por la superación de la rutas de competencia evolucionista. 

Las guerras deportivas, signos sofisticados, plastificados por la civilización, como formas del concurso competitivo de pruebas, de ensayo y error, que nos hace medire la sobresalencia física, lo mismo que los concursos culturales, artísticos, científicos, en fin, medidores y estimuladores de las que consideramos virtuoismos evolucionistas, no son diferentes, para nuestros sistemas neuronales, distintos a las competiciones guerreras que conducen las luchas competitivas sobre la información y la desinformación. La Guerra es la guerra, Uno más de los recursos a los que acude ese sistema biológico, evolucionista, que nos demanda desarrollarnos como dioses de superación infinita. 

La Guerra es biología, una demanda neuronal, una competencia social interpretada por las inteligencias filosóficas desde todos los tiempos reconocidos, en formas casi igualitarias. Lo mismo dicho e interpretado en sus distintas formas de expresión por Marx, Engel, Platón, Sócrates, Aristóteles,  Nietzsche, Spinoza y cualquier otro pensador que pueda ser constatado por nuestra historia documental, ha expresado y sabido lo mismo.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                 

jueves, 8 de agosto de 2024

LOS ENTREVEROS MÁS DESAFIANTES

 

Alcanzar a descubrir los más complejos entreveros de la física, la cosmología, las teorías filosóficas, los procesos del desarrollo espiritual, etc...constituye un ingente desafío materialista pero verosímil, capaz de soportar cualquier especulación metodológicamente científica o proto-científica. Sin embargo, intentar descubrir, imaginar, insinuar o aun, especular en torno a las relaciones materiales que habrian originado, motivado o deducido la génesis de estas mismas leyes o principios, ni rogándole misericordias al mismo Dios Creador para que nos lo revele, alcanzaríamos a entender o descubrir la molécula esencial de las que parten los olores de ese secreto cósmico, las motivaciones de los Big Bang, sus finalidades programáticas, etc. Las profanas ambiciones de poetas, mercaderes, científicos y pastores ideológicos, conforman un club de enuentros sociales legendario, histórico, cuya vía antropogénica, los convoca permanentemente a celebraciones hermosas, sin embargo, nunca tan felices como para atreverse a procurar molestarse en meditar ni atreverse a cuestionar ni por asomo al Mismo Creador. Bueeeno. las leyes son leyes y el Rey es el Rey.  

martes, 6 de agosto de 2024

VERDADES CASI ABSOLUTAS

Martes, 6 de agosto de 2024
VERDADES CASI ABSOLUTAS

Dos aseveraciones teóricas suelen consumir el tiempo y los esfuerzos mentales de las reflexiones humanas mejor ajustadas a la manera de concebir las inquietantes respuestas que, ante los alcances propios de la organización material reconocida entre los humanos, resulta concebir, cuando menos a partir de los poderes de la lógica conceptual convencionalmente aceptada. Una de esas aseveraciones consigna, como valor intelectual, la idea de la existencia de una suprainteligencia activa, supramaterial, existente sin coordenadas naturales de origen ni tiempo. Inteligencia de ilimitadas consecuencias, fuera de valores finitos, en la que caben todos los conocimientos, por cuanto no es posible imaginar que haya lugar alguno para imprevistos ni cambios.

La segunda aseveración se basa en los conocimientos alcanzados por la inteligencia humana, cultivada en torno a un reconocido principio, aceptado y asumido universalmente, basado en la aparente condición natural de la ley causa-efecto, tras la que queda expresado que cada acción natural responde a un efecto equivalente consecuente con la acción, siendo, por tanto, la dinámica natural un efecto indetenible de una acción consecuentemente compatible, equivalente. 

A todo lo así referido, vale incorporar la inevitable memoria de los hechos, consecuencia histórica de estos, que al parecer de la mente humana, permanece como registro histórico innato, más allá de otros signos materiales sensibles. Cierto, ciertísimo es, que los teóricos de las ciencias físicas, convencidos con una pasión que bordea la entrega religiosa, asumen como irrefutables los postulados que hasta hoy se mantienen como verdades divinas: primero, el Principio de Incertidumbre de Heisenberg; segundo, el Principio de Exclusión de Pauli; y tercero, la Teoría del Condensado de Bose-Einstein. 

Estos son considerados, de alguna manera, como los Misterios Cristianos de la Transubstanciación, la Trinidad Divina y la Concepción del Hijo de Dios. (Valga consignar en un paréntesis que Einstein, siempre advertido y precavido, dudó él mismo de la propia Teoría Cuántica y de sus anunciados inciertos). Los absolutismos divinos, tan necesarios a los ánimos vitales como la materia a la existencia, constituyen el esencialismo imprescindible que impulsa los estímulos biológicos connaturales que mueven los inalcanzables límites de la eternidad infinita 

  

domingo, 4 de agosto de 2024

UTILIDAD DE VALORES.

 


Definir, explicar y justificar razonamientos relacionados con "lo bueno y lo malo", asumir las sublimidades del amor, la reproducción, la continuidad y la superación de la vida, y la meta de la eternización o divinización constituyen nuestras mejores legitimaciones. De ellas parten, como fase primigenia, todas nuestras aspiraciones sentenciadas, inclinadas hacia el existir, persistir y superarlo todo. Dominar en la guerra, vencer y significar la evolución biológica en la superación escenificada al amparo de la expresión de la competencia. 

Las luchas por los controles económicos, los territorios, las fuentes de alimentos y los recursos acumulables como medios transables representan la sumatoria de esfuerzos humanos mentales y musculares, que van convirtiéndose en expresiones monetarias. Es decir, la certificación convencional que, como medio físico, moral, militar o espiritual, atraviesa como eje de poder y de valor la casi generalidad de los poderes acumulados. Se trata del valor monetario —hoy, mejor que nunca— expresado mediante signos intangibles de representación convencional.

Esos valores, como expresión de acumulación de poder, pueden simbolizar las diferencias sociales, representadas a partir de estadios sociales que marcan las separaciones, tales como las distinciones sociales de nacimiento, geográficas, grupales, genéticas, de origen socioeconómico, sanitario, idiomático, neurológico, etc. Desprendidos de los eufemismos lexicales, lo cierto, ciertísimo es que las marcaciones genéticas suelen arrastrar consigo un denso cúmulo de distinciones o discriminaciones. Apropiadamente, desde los miradores de los balcones genéticos, tienden a instituir la segmentación o discriminación biológica y evolucionista, acontecida como discriminación decidida por la historia de la evolución.

Difícil, pesado y humanamente engorroso es aceptar, publicar y confesar que la impotencia biológica, y por extensión lógica, anatómica, neurológica e histórica, constituye una pesada verdad social que solo un cataclismo social-biológico-humano sería imaginable que pueda modificarse. Esta realidad tan material, tan natural, tan biológica, tan responsable de la configuración del evolucionismo material —que, según los sabios, es asiento lógico de la creación del evolucionismo espiritual—, de tal manera que se nos hace humillante, pero tan verosímil, asumir con rigor académico la inutilidad de los endiosamientos humanos.

Confieso que me siento complacido, biológica y socialmente completo (...me gustaría gastarme algunos días más tratando de comprender algunos enigmas como el de las incongruencias cuánticas, el azaroso azar y por qué los días se hacen tan cortos cuando uno más necesita tiempo...). Por mi parte, lo cierto, ciertísimo es que me encantan los versos finísimos, inteligentes e incaducos del poeta Jorge Manrique: Coplas por la muerte de su padre.( ...Coplas a la Muerte del Maestre Don Rodrígo Manrique)


sábado, 3 de agosto de 2024

SUSTENTOS ESCATOLÓGICOS Y TEOLÓGICOS DE CRISTIANISMO


El cristianismo, con pura propiedad, puede considerarse como una versión teológica sustentada en la convicción espiritual y emocional, que se asienta en la firme creencia de la existencia de un ser vivo, todopoderoso, infalible, sin origen ni final previsible. Las versiones teológicas y escatológicas, a partir de estas iniciales convicciones, cuyas versiones históricas forman parte de los orígenes más remotos de la civilización moderna —referida esta como historia cultural de la sociedad humana, registrada a partir de los hallazgos antropológicos y antropocéntricos— y hasta donde científicamente pueda ser escrutable, la historia biológica de su existencia social.

Sin la menor duda, si partiéramos de los más objetivos signos interpretables científicamente, materialmente debemos limitarnos a dar por sentado que las historias literarias, conservadas a partir de los registros de signos inteligentes pasibles de ser aprovechados con cierta actitud frente a la sistematización cientificista, responsablemente seria, debemos limitarnos a los hallazgos más objetivos. La historia documental, hasta donde ha sido posible recuperar registros reproducibles, se limita a los hallazgos correspondientes a las civilizaciones datadas en torno a asentamientos establecidos en los contornos del río Nilo. La historia escatológica del humanismo cultivado desde los momentos que signan esa historiología atraviesa la historia de toda África y toda Asia, incluidos el mazdeísmo persa, el hinduismo, el budismo, el confucianismo, el judaísmo, los paganismos, el islamismo y todos los diversismos extendidos como ramales de todas las categorías propias de estas extendidas convicciones teológicas, condescendientes con múltiples acepciones y reconstrucciones diseñadas con la inteligencia y las incertidumbres generadas sobre esa historia escatológica apresada en los desconocimientos tanto sobre nuestro destino como sobre nuestros propios orígenes.

Los distintos movimientos cristianos cuentan con una gran diversidad de concepciones, repartidas en unas cuatro vertientes principales. Variaciones relacionadas con esas distintas interpretaciones, aceptan unos y reniegan otros, versiones sobre la divinidad del hijo del mismo Creador, comprendido este misterio de fe como Trinidad de Dios que, según se nos enseña como doctrina sagrada, se trata de un misterio de inalcanzable explicación teológica. Mientras que en otras versiones del cristianismo, se consigna que el Dios Creador es único, padre verdadero, sin embargo, del Hijo engendrado en el vientre materno que concibió María, madre de Jesús el Galileo. Otras versiones, generalmente no cristianas, asumen la virtuosidad de Jesús de Galilea, pero como un hombre santo, correcto como Gran Profeta bendecido por el Padre Creador. Una diferencia considerada mayor entre las denominaciones cristianas más extendidas y radicales trata sobre la versión asumida por la aceptada "consagración" del pan y el vino, convertido en cuerpo y sangre de Cristo, durante el acto ceremonial más trascendente y respetado por muchas versiones cristianas.

Sin embargo, su creencia principal sobre la fe no descuida ni discute la atribución fundamental: Dios es el creador, padre todopoderoso con respecto a su obra creada, conducida y perfecta, sobre la que ejerce absoluta autoridad. Sobre esta, sin embargo, se cierne un constante trastorno contrapuesto, reconocido como "el mal", que simboliza la esencia de la imperfección y lo opuesto a la virtud del bien. Este concepto de "el mal", sobre el que se concentran las imperfecciones, la vida incorrecta, lo indeseado, lo feo, lo socialmente indebido. Dependiendo de las versiones interpretadas por las corrientes servidas por las inteligencias de la fe, unas denominaciones lo asimilan como un ser espiritual, vivo, vigente, actuante, dedicado como fin de sus actos a desestabilizar la Creación Divina. A partir de esta interpretación, se define el destino de quienes descuidan, desobedecen o contravienen al bien de la Creación Divina. Estos responsables de esas infracciones pueden perder la oportunidad de sobrevivir y pasar a disfrutar la felicidad o salvación ofrecida como premio divinal a quienes asumen la vida del pecado, del trastorno al bien. Según una de las ramas asumidas por muchas vertientes de la fe, el castigo por esa vida en falta, contraria a la Creación Divina, puede ser el Seol o pozo infernal, que puede serlo por toda la eternidad.

Entre las miles de versiones dispersas por todas las regiones sociales, geográficas y culturales de las civilizaciones vigentes, cristianizadas, lo cierto es que todas parecen inscribirse en las más inspiradas esperanzas por alcanzar ese perfeccionismo propio de las demandas biológicas de la evolución social humana, desde la que no logran sustraerse filósofos, guerreros, humanistas, luchadores deportivos, prospectos científicos, acumuladores de poderes financieros, etc. Ese afán reclamante de reconocimientos referidos a los perfeccionamientos evolutivos guarda una indisoluble relación con esa divinización que nos acercaría cada vez más al ofrecido encuentro con la felicidad eterna.

De modo trascendental, humanamente concebido el cosmos universal, lo cierto es que los afanes reclamados como hechos que conducirían hacia la perfección material, biológica y humana, como los hechos medidos como buenos y los considerados como malos, no pasan de ser circunstancias culturales, epocales, que ni siquiera alcanzan para ser útiles en todas las circunstancias en las que la biología y la evolución material lo precisaran de modo distinto. El destino escatológico, tanto de la vida humana, el de la vida de los animales, el de la materia en general, el de la existencia cosmológica, sigue escondido al conocimiento de la inteligencia humana. Filósofos, humanistas, científicos, pensadores y cosmólogos siguen y seguirán navegando por mucho tiempo a oscuras por los fondos de estos abismos del desconocimiento.

viernes, 2 de agosto de 2024

LA GUERRA ES LA GUERRA. LA PROPIEDAD PRIVADA ES LA GUERRA.

  

La Economía, la lucha por el control económico de los Estados, es el resultado efectivo de las luchas por los intereses del capital acumulado por las fuerzas de que detentan la propiedad de los bienes privados acumulados como poder real. Ese poder real asentado en la historia antropomorfa de la sociedad humana, acumulado como fuerza física, espiritual, emocional y espiritual (la conciencia espiritual es una manifestación biológica, una manifestación material). La sociedad es una manifestación de la materia. La materia, objetivamente hablando, hasta ahora, se mantiene negada a entregar por completo sus esencialidades más allá de la comprensión inteligente común. La materia domina así, los naturales intereses sociales humanos. Todas las luchas humanas obedecen, cumplen, sin ambigüedades, obedientemente a los intereses cultivados como afán por controlar esas aspiraciones por alcanzar esos reclamos de la evolución material que hasta donde llega la inteligencia humana, parece como flecha disparada en una única dirección. El Control material de la sociedad, es la guerra. La Guerra es La Guerra. Los intereses materiales ordenan y definen La Guerra. La Guerra por el control de los intereses materiales acumulados en Africa, Asia, América, la Atlántida, la Antártida son La Guerra. La Guerra es la Guerra. El control por la materialidad monetaria, es la Guerra. El control sobre la propiedad privada, es la guerra. Negar este hecho humano, exhuma un tufo a necedad. 

jueves, 1 de agosto de 2024

LA GUERRA ES LA GUERRA IV


Donald Trump, aun mantiene su posición mediante la que insiste en justificar la rebelión tras la que buscó desarrollar un golpe civil contra el ascenso del, entonces recién electo presidente de los Estados Unidos de América, Joe Biden. Aun mantiene Trump su acusación contra los procedimientos y formas que impidieron su procurada reelección presidencial, como gobernante de la Federación de Estados de Norteamérica. Reconozco que sería una osadía, una necedad, que insistamos en preguntar quien se atrevería a reclamarle a esa poderosa institución de reconocida solvencia militar, económica y política, que revise sus procedimientos y rinda ante el mundo, sus razones políticas, para desestimar los reclamos entredichos por medio país, con sus alegatos para desconocer su negativa a reconocer legitimidad a su presidente juramentado. Lo cierto, ciertísimo, es, que si se mantuviera, en terminos de derecho internacional, la práctica de asuzar los perros  contra los procesos políticos establecidos por la institucionalidad vigente en los distintos países del mundo, todas las semanas, estariamos levantando multitudes dedicadas a desconoer los procesos en cualquier país, mediante recursos mediáticos, sobre todo, hoy, cuando esos recursos cuentan con el poderío tecnológico del tremendismo propio del capitalismo poderoso e influyente. Si Venezuela entrega su autoridad a ese tremendismo tecnológico de las redes sociales, pronto será un hecho de desorden mundial insostenible, el desastre popular de irreversible gobierno desde las redes cibernéticas. 

LA GUERRA ES LA GUERRA...III

 

Una de las técnicas aplicadas cn los combates de boxeo, cuando se procura dejar fuera de combate al oponente sobre el que se percibe que algún golpe oportuno le ha hecho retroceder, consiste en repetirle, con ritmo multiplicado, el mismo golpe, sobre el mismo lugar y procurar tras el efecto, el paso final o remate aplicando todo el potencial previamente acululado, sin dar tiempo a respirar al toro que así se busca rematar, Esa sumatoria de  potencia desatada, concentrada, busca convertise en estoque final definido como remate. Es evidente que parece acercarsele ese final al caso Venezuela.  Si algún golpe que no se detectara en su momento pudo pasarse sin reparo arbitral, pronto será tarde ante la contundencia del remate. La suma de vectores acumulados en el mismo sentido y dirección, sobre el mismo punto, apuntan a dejar fuera de combate ese fómite suramericano. La Guerra es La Guerra. Los guerreros existen para hacer la guerra.