domingo, 9 de junio de 2024

LA CULTURA CRISTIANA EN REPÚBLICA DOMINICANA

 

Cierto, ciertísimo es que cualquier estudiante culturalmente formado regularmente en la sociedad dominicana, sobre todo, asistiendo de manera regular, como cualquier muchacho rural o semirrural, hijo de padres miínimamente escolarizados, critianizados, asumido de modo regular como militante católico, o, en general, como militante cristiano, puede llevar en sus asentamientos sociales regulares, espirituales, una extendida carga de reglas morales y éticas, convertidas en insoslayables marcas de tradiciones tan poderosamente sembradas, cultivadas, crecidas y afirmadas de modo tan natural, que diríase que ya no serían objetos  posibles de desarraigar. 

El respeto absoluto a la autoridad materno-paternal, extendida hasta los distintos rangos de familiaridad y así mimo hacia los maestros, amigos, vecinos, autoridades legales, a la maternidad misma de los animales, en sus distintos rangos de superioridad biológica reconocida, el reconocimiento y repeto a los árboles productores de alimentos, las aguas preservadoras de los peces, etc....

Suma de valores que, como es de esperarse, culminan con los reconocimiento al Dios Supremo, sus signos, mentores, y, en mi caso, el reconocimiento a la Unidad y Trinidad de nuestro Dios Creador, como repetable misterio que nunca ha de ser cuestionado, discutido ni sometido preguntas profanas. 

Una de las sabias enseñanzas sembradas como concreto envarillado de máximos calibres como búnker preservado, imbatible, quedó siempre claro que Hombre, genericamente así llamado el genero humano, como obra máxima de La Creación, siempre tendrá la oportunidad de ser salvado de cualquier catastrofe material o espiritual. 

Nunca el peor enemigo de Nuestro Creador, podría salirse con "las suyas", arrastrando hasta sus hogueras la sagrada obra de Nuestro Creador. Para la última instancia, que a cualquier profano pudiera ocurrírsele, contaremos con la Ultima Voluntad de Nuestro Señor, que nunca podrá ser frustrada por potencia espiritual alguna. 

Es así, por tanto, como la tecla del perfeccionismo divinal, siempre estará habilitada y prueba de cualquier sistema de ataque o violación. El Ser Humano, por tanto, es así como se mueve constantemente hacia la realización de su perfeccionismo, independientemente de saltos estadísticos, después de la maldad de la serpiente demoníaca, el pecado de Adán, el crimen de Caín, las tragedias de Sodoma y Gomorra, los ataques del demonio a través de los profetas de Baal, las idolatrías irrverentes a través de becerros metálicos, los diluvios, etc...nada ni nadie será capaz de desviar al mundo más allá de sus líneas que conducen a la perfección divinal, el conocimiento y la seguridad total. 

El Mundo de los hombres siempre será mejor, no puede fracasar, Dios no puede perder frente al Pájaro Malo. La Obra de El Creador tiene un único destino: La Perfección, Nunca el derrotismo pentecostal que pregona tiempos peores, La Obra de Dios no puede fracasar.  Por lo menos, así me lo predicó Doña Sofía.

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