Veces mil bajé a mi arrollo
Bien temprano en la mañana
Siete días a la semana
A bañarme sin escoyo
Antes del cantar del pollo
Para ir bien fresco a mi escuela
Seguro de que bien huela
Con las hojas del guajabo
Retocaba mi trabajo
Siempre mi hermana Carmela
Rural, cazador de mangos
De ciguas y carpinteros
Me embrujan los aguaceros
Chapotear entre los fangos
Amarillos pomos, ñangos!
Sin sabanas ni guabás
Araña que por demás
Asusta aunque sea chiquito
Guárdese su guabatico
Dejémoslo por allá
Prefiero al barrancolí
Mirar al saltacocote
Camuflado con su mote
Mudo, que no hace jí
Ya es muy raro por aquí
Felicia con su Sabana
La comprendo, cuanto afana!
Son sus más caras memorias
De su vida son las glorias
Bien la admiro yo, mi pana.
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