LA GUERRA ES LA GUERRA, ....XI

 

Asistimos hoy a un nuevo espectáculo, mediático demás. El exilio, calificado en los términos diplomáticos internacionales como "Exilio Voluntario". Este acto dramático, en el que se implica la voluntad política de Edmundo González Urrutia, un nacional venezolano, decrito, a decir del periódico español "El País", como " ...parco, tímico, metódico, amable, disciplinado, algo impaciente,...a quien se le reconoce como dirigente militante de modales políticos moderados, del socialcristianismo venezolano. 

Intelectual, dedicado, entre otros ejercicios, como ecritor, gran concertador en la diplomacia internacional ibeoramericana, comprometido desde la diplomacia venezolana con los avances del Mercosur, relacionado y representantante diplomático de varios gobiernos de su nación, incluidos el gobieno dirigido por el Coronel Hugo Chávez,  y ahora, comprometido con la oposición contra los gobiernos del actual presidente Nicolás Maduro y el chavismo gobernante. 

Este exilio de Gonález Urrutia, desde luego, no cierra ni define las bregas y conciertos mayores relacionados con los intereses de la guerra que se lleva a cabo en Venezuela, en torno a la lucha geopolítica por los inmensos yacimientos petroleros, delimitaciones de territorios, alineamientos geopolítico-económicos y militares que en estos momentos se enmarcan entre las definiciones estratégicas de los consensos mundiales. 

Entre Ucrania y Venezuela, geográficamente distantes, existen, sin embargo, unos vinculos invisibles, pero de anudadas conexiones que aun nos resulten invilisibles, puede resultar que se comporten como lo hacen esos cables submarinos, que hasta  entre los enemigos más enconados, se reservan ciertos protocolos de respeto en torno a los intereses que implican sus necesidades. Así nos luce que existen fuertes nexos invisibles pero que transportan un masivo número de conexiones implicadas entre los intereses que se debaten en las guerras económicas, territoriales y por el control de los recursos materiales en general, 

Recursos materiales importantes siguen constituyédose, tanto como desde los tiempos de las incursiones europeas en los nuevos territorios de descubiertos, con respecto a Europa, Asia y Africa, en nuevas fuentes de riquezas, a partir de la explotación y aprovechamiento de esa abundante mano de obra, explotable, convertida en recursos materiales. Del msmo modo que, en esencialmente, continúa y continuará siendo, independientemente de las escalas aplicables entre los estamentos relativos, escalares, que se apliquen. 

Las escalas colocan a la República Dominicana en la ruta de algunas ventajas, como sociedad, como país, como Estado relativo, desde la que se permite manifestar ciertas ventajas le hacen convertirse, a los dominicnaos, vínculo laboral de tránsito y transporte de mano de obra beneficiable económicamente, en las sociedades europeas, canacieses y estadounidenses. República Dominicana se convierte así en filtro y tránsito al servicio de sociedades emisoras de monedas intercambiables por fuerzas de labradores. Pronto, en pocos años, de esta estación de tránsito, partirán muchos generadores de riquezas de todos los niveles transables.

 La Economía del Sistema Económico Estatal Dominicano, continuará así, significando esa parada de cabotaje para transporte de mano de obra. La Economía dominicana seguirá cresendo apoyada, en esa abundancia de mano de obra transable, haciendo elevar el producto comercial general, del Sistema Económico Nacional Dominicano, a niveles propios de los más altos rendimientos comerciales, sobre todo, a partir de la explotación de la mano de obra barata servida por esos transeúntes que esperan dirigirse a servir en los imperiales sistemas de la Economía del Capitalismo Mundial. 

Desde este mirador, los dominicanos nos constituimos así en importante factor de interés internacional como agentes al servicio de las guerras imperiales. La Guerra es la Guerra. Millares de transeúntes servidos como mano mano de obra atizan los fogones del cocimiento de nuestras meladuras azaucaradas. Nuestra obrería criolla, sumada a la útil, barata y productiva obrería extrangera que nos comparte, seguirá siendo responsables del disparado crecimiento general del Sistema Económico Dominicano.

Con aproximadamente unos veinticinco millones de consumidores internos, la isla de Santo Domingo, constituye uno de los sistemas económicos estatales más iportantes de la América Latina. República Dominicana ha de convertirse, muy pronto en el eje central del Sistema económico centroamericano.