viernes, 19 de julio de 2024

LA GUERRA DE LA YUCA ENTRE HAITÍ Y REPÚBLICA DOMINICANA

 

Cierto, ciertísimo  es, que humanamente como hemos sido socialmente conformados, al amparo de nuestra sociedad biológicamente civilizada. Hemos aprendido a amar asociando nuestras necesidades vitales de nuestra sobrevivencia biológica a la familia, nuestros refugios, nuestros entrnos físicos, nuestros entornos sociales,  nuestros entornos climáticos saludables convertidos en vientres maternales, incondicional inviolables por considerarlos naturalmente parte de nuestro cuerpo biológico mismo. Sobrevivir es preservar, garantizar nuestro espacio. 

Así queda tan firmemente fijada la necesidad de hacer la guerra, lucha por garantizar la sobreviencia, materialmente sentida. Muchos, muchísimos, son los signos que se expresan como retos de esos impulsos por el desarrollo y la sobrevivencia. 

Signos tan naturales como las fuerzas que impulsan la competencia por la alimentación, la reproducción, la defensa por la preservación de la cría, de la madre o refugio natural de la cria, etc., resultan anotaciones importantes que han de ser considerados, estudiados,  como importantes historiales que los actores, pensadores intelectuales quedan compelidos al estudiar las motivaciones fundamentales de las luchas guerreras. Lo hacen. 

Es demás sabido que los más brillantes intelectuales dedicados a investigar las reacciones psicológicas de los guerreros en todo el mundo, se gastan muchísimo esfuerzos intelectuales, analizando y calculando esos hcechos y respuestas. 

Nosotros los wa, wa, wa  que a grirtos nos enronquecemos insultándonos, despreciándonos, calificándonos y descalificándonos, como dueños de verdades con las que slemos presumir de sabios maestros sociales, morales, ricos en conocimientos mayores, 

Hoy nuestros mejores protectores, defensores, guerreros, policías, muy al estilo de Fernandito Villalona cuando se declaraba, en Restauración, "GUACHIMÁN DE LA FRONTERA", en el día de hoy, anuncian que se erigen en ejército de luchdores, contra los transportistas de yuca para casabe que, según los más escandalosos aportes noticiosos, se está provcando una escasés de yuca porque se está cntrabandeando la misma hacia la frontera con Haití.

 "La Guerra de la Yuca", está siendo propiciada por los protectores de nuestra frotera. Una nueva guerra que de regional, fronteriza, pasará pronto a la intervención de los bombarderos Tucanos, la Marina de Guerra, botes y yolas como cruceros  y destructores, llegarán a respaldar la invasión de guerreros de los Cuatrocientos Mousosos, para impedir que más obreros de la construcción sigan levantando puentes, torres, hoteles, finca agrícolas, pariendo obreros, etc. 

Aunque no existe sociedad económicamente prosperada en materia de Capitalismo, históricamente sin excepción en el mundo, en la que su desarrollo capitalista no haya venido arrastrada por las andas y carretas de la mano essclavizada, -difícil sería asumirlo como virtuosismo humano-, la verdad, ruda y dura, es que en República Dominicana, como pecado que nos condene o por virtud del capitalismo que nos excuse-, nos ha tocado exprimir, junto a la obrería dominicana que constituimos, el jugo rendido de la sudoración esclava haitiana, intensamente, que sin embargo, el mentirosismo intelecutal, a veces por vicio y otras por juego de tonterías,  nos gusta ensconder. Acaso será de verdad que alguien busque negar cual es la fuente de las ventajas económicas que  El Estado Dominicano explota para su crecimiento tan bien renrado ?

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