sábado, 19 de julio de 2025

LA EXACTITUD CIENTIFICA

 

Las ciecias, con sus metodos, prácticas y teorías, complacen las más diversas espetctativas del conocimieto humano esperado, sin embargo las epectativas creadas en torno a los mitos y los misterios que generan las creacines, nos llenan la imaginación  de confusiones soportadas en cuentos  fantásticos creencias y meditaciones idealistas, angelicales, especialmente adámicas. Las ciencia dejan una ventana abierta siempre a las dudas que son parte de las teorías científicas. Esas dudas forman parte de la teoria sin embargo queda claro que la exactitud divinal no es parte de la ciencia misma. Las ciecias constituyen un camino muy util, muy oportuno, pero la esctitud sigue pendiente.


LA BIBLIA ELECTRONICA DEL NUEVO PENTECOSTALISMO

        Es bastante inteligente, sabio, racional y hasta filosóficamente lógico imaginar que una creencia mística podría asentarse en la idea de una inreligencia capaz de diseñar un universo conformado por propiedades materiales que cumplen con todas las leyes conocidas, y también con aquellas aún por descubrir. Sería cómodamente aceptable, incluso difícil de refutar para los oponentes más empedernidos, como los ateos más enconados.


La fe de los judeocristianos, budistas, paganos, americanos, sintoístas, africanos, etc., quedaría corta ante la gran transformación evolucionista a la que todos quedaríamos sumados, sin remedio ni excusa. Lo que no seamos capaces de comprender hoy, lo comprenderemos mañana. No es necesario negar nada ni a nadie.


Las ventajas propiciadas por el ventajismo popular del judaísmo —que luego fueron transformadas y trasladadas al pentecostalismo norteamericano— irán alcanzando las versiones que las redes cibernéticas están obligando a formar, cubriendo una educación que inevitablemente elevará el conocimiento de la materia, sus atributos y sus relaciones con el Gran Dios, conocedor absoluto de la materia.


Ninguna denominación religiosa quedará tan atrás como para no transferir, eventualmente, su vitalidad a la inteligencia artificial. Como consecuencia, en algún momento, relativamente cercano, comenzará el estudio de las virtudes halladas en los metales de moda.

  

LA HSTORIA


El analisis que termina en describir la historia como si fuera un cuento, tiene de divertido lo simpatico que resuta, pero carece de sustancia liberada si no aporta una solicion práctica, sabia, contundente. Es iportante, sin dudas, el aporte que se ofrece como historia, pero más real es ofrecer soluciones materiales que importen al sistema de soluciones como planteamiento del problema y su abordaje correctivo, efectivo. Espero que estos escritos bien sostenidos, bien fundados, terminen en soluciones planteadas materialmente, vetidas como fusión de aceradas vedades practicables. Por tanto, espero que los planteamientos descriptivos pasen a soluciones materiales auténticas. Esperamos.

viernes, 18 de julio de 2025

EL PLANETA TIERRA


El planeta Tierra tiende a convertirse en materia cada vez menos reactiva, más pasiva, más quieta, en la medida en que sus equilibrios químicos se hacen más patentes, más obvios, según las convenciones establecidas y, consecuentemente, calculadas. La fisicoquímica y las matemáticas pueden ayudar a elaborar respuestas creíbles, convincentes, materialmente elegantes, pero incapaces de explicar más allá de las teorías explicativas, donde abrevan los místicos y devotos creyentes que oran sinceramente, convencidos de sus verdades y teorías que —según pretendemos sentar— siguen sin explicación visible. Cada ser material, inorgánico u orgánico —que, según entendemos, igualmente interpreta la materia— es esta misma una sola. El planeta Tierra es tierra, barro, y en barro nos convertiremos.

MARTIZACIÓN

 
Aceptar que el destino de la Tierra podría ser similar al de otros planetas —Marte, por ejemplo— resulta francamente macabro. Nada de paraísos terrenales, arroyuelos frescos, ni muchachas por doquier. Sin embargo, objetivamente, fuera de las ofertas divinas, las probabilidades anuncian destinos finales muy parecidos a los de los demás planetas, o al menos de los llamados exoplanetas, que suelen referirse a mundos capaces de albergar, de algún modo, la vida animal tal como la acepta nuestra imaginación común.

Si asumimos como realidad el futuro previsible según la inteligencia humana estándar, nada augura un destino distinto de la "martización" o conversión del planeta en un yermo marciano. Quizá podamos encontrar alguna explicación más laxa, más cómoda y ajustada a nuestra imaginación poética colectiva —filosófica, metafísica o espiritual—, pero en términos geológicos, hasta donde alcanza el conocimiento actual, todo apunta en la dirección previamente expuesta. Independientemente de cuántas teorías místicas, filosóficas o científicas puedan concebirse —científicos, visionarios, teóricos, ángeles bíblicos, intenciones bienintencionadas, oraciones— podrán inquietarnos o no... pero la verdad, hasta donde se conoce hoy, apunta únicamente en ese sentido, hacia esa única dirección.

LA VERDAD Y LA REALIDAD


Separar la verdad de la realidad es una tendencia natural difícil de asimilar o explicar en la práctica de la posibilidad material. Es imposible variar la realidad cuando los hechos posibles no pueden ser cambiados. Sin embargo, la verdad es que los hechos, en física, no pueden ser modificados. Es decir, los hechos ocurren cumpliendo un principio termodinámico inequívoco y determinista.


Si usted cree en Dios, no tendrá dudas, pues es bien sabido que hemos sido formados bajo el convencimiento pleno de que Dios no comete errores ni necesita corregir ni cambiar nada, ya que todo está previsto desde el origen mismo.


Si, por el contrario, usted no es creyente y acepta la materia como inmodificable, es porque su razón de existir cumple la ley natural según la cual un hecho precede a otro, como efecto equivalente en medida al hecho que lo causa.


El determinismo parece absurdo, feo, instintivamente impracticable. Pero aritméticamente, resulta escandaloso.