lCuando los angeles que decapitaron los peones o vallos del tablero de adedrez de Juan Freddy Armando recibiron esa orden de parte de Dios Padre, obediente y sin cerebro propios como son los angeles, no avisaron a Juan Freddy, sino que el mensaje pasó desapercibido, unos meses sin que el detinatario. Juan Freddy Armando se enterara de que ese mensaje espresaba la volutad clara, expedita, de que se ajustara con suma propiedad a la verdad histócica de que lo signaba como privilegiado ser llamado a figurar como parte de la pleyde de poetas negros y escitores bien dotados. Se les pasó al angel que Juan Freddy podía ser equivocado setadísticamente y creerse escritor de la pléyade blanca, cuando en realidad la biología le iba a jugar una partida en el ajedrez colocandolo como a algunos de los Heriquez, como a Pedro, del lado de los negritos itelectuales. Sin importarle el color, Pedro Henriquez Ureña y sus hemanos no repararon en eso. Juan Freddy, sin embargo, cambió de rumbo y decidió simpemente asumirse intelectual blanco, de modo que los angeles fueron enviados a enviarle una señal a Juan Freddy y la señal de los ángeles eviados por Dios, duran de principio a fin. Los angeles son enviados de Dios. Si tienen dudas, cofirmelo con La Biclia.
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