`POR NOMBRE TU NOMBRE

Ha llegado el tiempo corto y largo  del pensar profundo
Ondula en mis sienes, deja dibujados los tatuajes
Sepia azul de hondo piélago, libre, denso, sin aguajes
Brote en flor que nos besa, grita o canta, en su amor me hundo

Simple verdad de mi  esencia concebida en la palabra
Libre de nudos, monumento y portento hecho a tu  imagen
Niña de nombre en tu nombre ahijada de este cuerpo exangüe
Entre surcos de explosiones y fuegos muy libres se abra

Al mundo el regalo en compromiso fiel desde el origen
De ojos tan abiertos como tu misma mirada alucinante
Me infla ya el alma el aire de rosas de su sonrisa ante

El gozo de tu pecho reventado en calostro virgen
Liba vital, Cervatilla recentina en pleno viaje
A soñar en la dupla manzanar de su nuevo encaje.

DOLOR Y RESIGNACIÓN

Nunca duele la muerte, mas, cuanto nos hiere la vida
Cuando la suerte  de morir anega en su frente los ríos
Oscuro fin del horizonte, extremo evento de fríos
De hondura Universal, de vuelta al origen en esta ida

Me duele su mirada sorda y agotada, de vahídos
Saldo sin vencimiento de esta irrevocable tristeza
Mas que mía del bien de la vida que pierde la pureza
Ampliada a la altura de sus gracias divinas, sin ruidos

Mis ansias desalentadas  se miran en los espejos
De aguas luneras de otros tiempos lumbres de sus ojos
Fueron los mágicos soles soñolientos, grises, rojos

Miro esas zanjas marcadas de angustia en vivos reflejos
De enigmas insondables van tras inciertas turbulencias
Mezcla resignada de tolerancias, giros y urgencias.

A LAS LETRAS DE LUIS

Me complacen las mansas madrugadas de insomnio con letras y risas

Palabras y versos verdes de Luis, dibujadas de sol en artes de dioses

Disfruto de su olor a sabia esgrimida por yerbajos amanecidos, mojados,

Relucidos y resonantes bajo las ondulaciones en rizos de plata del rocío

Que liban zumbadores y ciriguillas haciendo filigranas al aire aun de gris

Al rimar sus cuerdas en los compasillos diamantinos del sol que despierta

Me van esos alegres signos transparentes, libres de gangas agotadas.

PERLA SUBREAL

A través  del tiempo, ausencias y lejanías

Confirmo que fuiste, eres y seguirás 

Signo de caros espacios humanos, tiernos

De mujer total en carne y risos divinos

Envueltos a la medida libre de los genios

Y sabios aureolados por dioses de cerros

Olímpicos, de tallados perfectos, brillos

Puros como reflejos de aguas límpidas

Razón y corazón de luces impolutas

Sin disturbios improvisos ni marejadas

Siempre entera belleza sin distorsiones

Perla subreal, alegoría congénita del amor

Elvira nominada y concedida de nobleza
Por Dios por fiel concepción y designio
Tu original, tierna y transparente pureza.  

GENIOS NECIOS

Necios genios, conversos al lucir de falsas serpientes
Consumidos como mismos,  regurgitan la materia
Heridos a la vuelta del rumen que lo vierte en miseria
Empujan las manos de Dios, son siempre inteligentes

Dicen profetas del bien, oráculos, siempre galantes
Que de Dios es rostro el hombre, de la fe sus testimonios
Contra absurdos advertidos por saberes babilonios
Reducidos contradichos a milagros infamantes

Pactos y contrastes se abren por los nuevos enderezos
De una ciencia relativa, a veces confirmada y luego
Olvidada en risas melancólicas, romance y el juego

Abierto a mieles y amores de plásticos y rezos
Sin más relevancias ni sustos por el futuro incierto
Desbordado en fantasías redimidas a nuevo puerto.


Pobre es la verdad que se alza en lo absoluto del divino
Infame en su infortunio el dicho de la inflexible roca
Se pretende recta siendo curva que a todos nos toca
Nadie sabe dar el origen ni decir el destino

Sin edad vagan entroncados creación y Universos
Eludidos de razón y pensamiento para el hombre
Sin metas ni suerte, resignado a convivir sin nombre
Lejos, muy lejos, de puntos que guarda Dios tan dispersos.

Unos y otros, sabios en tránsito, rumian sus rabias
Presumen de sus verdades, todas al sueño primero
Van, llegan al precipicio de ese mismo sumidero

Dios descubre la sustancia que reverbera en la savia
Del árbol fértil tan útil para ser distancia y puente
Temblor de aguas, frío dolor, mismo olor de fuente.









  

AUN ES EL AMOR

Volverán a ser nuevas las tardes de locos encuentros
Concertados sobre el último segundo de una llamada
A la distancia de cualquier lugar, cualquier momento
De sol amanecido o luna avanzada, aulas o deberes
Siempre diligente la felicidad plena de una aventura
Sobre el mar sin explicaciones ni miedo al futuro
Trascendíeron los diálogos académicos sobre libros
Y números, saturados de fantasías con hijos soñados
Recorriendo jardines y césped extendido a las lluvias
Fuimos agua de sal y arena, juego y verdad del amar
Ciclos de espirales somos hoy entre risas y recuerdos
Refundida tu belleza en imágenes de otros mundos
Otras lluvias, lunas y soles, cuando aun es el amor. 

DE SUELO A CIELO

Me gusta escribir en tu nombre porque tienes de mujer otras formas
De luces y pensamientos criados en los prados de la rica inteligencia
Servida en la convexa y cristalina transparencia del finísimo cristal
Frágil y tierna copa dopada con feromonas resueltas en pubertad
Que revolotearon olorosas entre pétalos blancos tras brilloso carmín
Torbellino de gracias, arte y plumaje de primavera, despierta y fértil
Vertida en luces de princesado que presagian el alfa de la colmena
Reina alada de signos divinos de suelo a cielo, materia y pensamiento. 

ME SORPRENDIÓ LA PRIMAVERA (POEMA DE RAFAEL PERCIVAL)

Nací a destiempo,
los atrasos de luna me acomodaron entre asombro y fuego.
Era un espacio de miedo agotado
enredado por cadenas,
emancipado, despertó en un territorio de luz.
Quise asistir y ser adulto en este trayecto de trueno,
a esta edad de furia,
a esta rabia del tiempo;
pero no fue posible.
Al cuarto aniversario de mis tardanzas
debí conformarme con caminar torpemente por entre estatuas caídas, charreteras ajadas,
pasiones desbordadas,
insignias derrotadas,
conciencias enardecidas,
cortesanos de rodillas
rostros envilecidos;
junto a un ejército de espíritus insurrectos;
Ya no era La Era
Era solo la cabeza que yacía decapitada,
junto al bicornio desgarrado por el hachazo insondable del viento del tiempo:
y fue la patria como mi madre,
era niña la democracia,
pudo ser mi novia,
la amé sin bien conocerla,
lucía radiante y bella,
pero débil a yacer
después, con el uniforme escolar sudado,
calzones y dientes en renuevo ,
vueltas de escuela al doblar de esquinas,
me sorprendió la primavera.

Me sonrió al mirarla
seguí de largo junto a mis cuadernos.
habituales de mi mochila,
pelotas y guantes;
sin entender el lugar de mis rodadas;
junto a las paredes se imponía interminable y feroz la alambrada
con sus amenazantes molinillos de púas.
mi último día de juegos fue también el de la inocencia,
las púas fueron cuchillos a la carne rasgada como jifas
siempre dejaron atrapadas mis fantasías,
mis correrías y nostalgias.
como tatuaje al descampado,
aferrado sin embargo al recuerdo de la ciudad humeante desde la cenizas de metralla y muerte,
danzando en un espiral interminable de cuerpos y muros calcinados,
casas y torres destrozadas
donde una bandera ondeaba resquebrajada
en lontananza vislumbrada yacían sus fueros,
como arquitectura sutil de la utopía.
Luces nubladas de hoy
Siguen las desgarraduras abiertas por la bayoneta extranjera
Coalesce sin piedad la bestia que engarra el verde del pensamiento
roto por el relámpago perdido de una tregua
Fue textura de cieno y oprobio,
Allí se sacudieron los antes del pueblo ,
como la RESTURACION.
De cara al sol, sin meditar los olvidos,
esposado, amortajado y humillado.
Francis tomo su bandera
púber aprendido temprano en el arte de volar como gaviota
Conquistador de los astros,
transgresor truenos y fuegos tormentosos
estremecidos en ríos de relámpagos infinitos
¿Cómo pudieron desde el hoyo de Ciudad Nueva resistir el embate de los demonios ?
Inmolación juvenil sin padre ni hogar
Solo la hirviente dignidad conminaba a dar la frente
embebidos entre alimañas,
alternado por bestias,
saltar la cerca,
ver a Dios,
escalar quimeras,
trascender al hombre
atravesar las alambradas,
Donde crear visiones de cielos y espejismos del mar?,
Se acumuló el calor de mi sangre
majestuosa cotidianidad de dioses
Se instaló la academia entre los fierros de mis huesos
desde los deslumbrados trayectos del cielo.
No se desvanecería la luz que atraviesa las sombras
al aflorar la infamia
huestes de la mentira,
Progenidos del delito y las torceduras
burladores frustrados del Cosmos sideral
Soy el rostro cierto del soldado
Del cuartel acuñado en la dignidad del metal que fragua y forja a yunque y martillo
Soy el fusil humilde de los claveles
Erguido sobre la mugre de las cavernas y sus alimañas nocturnas
Himno y flor que no se rebate entre muladares de odio y sangre
Tras el sueño del hombre estremecido al crecer
en el amar a la patria limpia y soberana
justa y plural de todos
Asumido guardián de su bandera
Escudo inconmovible contra nubarrones de cenizas convictas.