miércoles, 26 de octubre de 2011

Yo Amé

Siempre la he llevado conmigo en todos mis pensamientos, momentos
de amor y desamor 

Durante los tristes tiempos de tormentas, de mis dolores del alma y mis dolores de la vida

Yo sentí su adolescencia vibrar entre mis manos con toda la candidez de sus temblores

Vi destilar de sus labios la húmeda timidez de los aromas y hormonas inflamadas de ardor

Crecieron desesperados sus cabellos despeinándolos  entre torpezas mis dedos temblorosos

Sus pechos como disparos escandalizaban la mirada más discreta de los dioses y las mías

Se hinchaban ante mis propios ojos, sus caderas se tallaban entre mis brazos contra los cuerpos

Sobre el pedestal de sus muslos la cascada viva de su espalda detenía la comba de mis manos

La uva negra de su piel hinchada de feromonas sobreturbaban sin redención mis controles

Solamente los faunos de las montañas saben de los impulsos cruzados de mis carnes hirvientes

La amé con mis ojos, mis oídos, mis sueños, con mi piel y con los deseos y con mi alma

Una tarde cualquiera llegaron sus letras, llegaron los días de mis insomnios, sustos y tormentos

Asomaron las lágrimas de mis cobardías, lágrimas de niño perdido en los bosques del fracaso

Nunca volverían a mis fueros de hombre mis fortalezas, se desvanecieron mis impulsos y mi fé

Volvierían las veladas de risas junto al calor de sus labios, sus palabras, su sabor, sus humores

Pero nunca vovieron sus miradas a penetrar mi alma, ni la música de su voz mi entrañas



Volvieron los días de lluvias y golondrinas, las noches de olas y arenas, las lunas confidentes

Volvieron las tristezas compartidas, las promesas, los juramentos y las sábanas del pudor

Yo la miro, aun me flojan las rodillas sus encantos, yo la quiero, yo la busco, yo la reclamo

Su voz es su voz, sus cabellos son sus cabellos, su mirada es la misma y sus labios se mojan

Aun lloros sus llantos, aun río sus risas y celebro sus triunfos, pero aun sigue de viaje el amor.


Alma Libre



Quiero ser tan libre como un ave sin bandada

Un ave tan libre que al jugar con la tormenta
Mi libertad se vuelva  el viento que la alimenta
Libérrimas las rutas de mi alma así encumbrada

Me llevarán sobre las nubes cual reina alada
A los mares infinitos de verdes zargazos
A contar anguilas repartidas en pedazos
De mares, atolones desiertos donde mi hada

Me nombra Libertad, diosa Lansa de los vientos
Albatros, gaviotas y mariposas de inviernos
Sabrán de mi morada alejada de infiernos

Así ha de ser mi alma tan libre, sin acentos
Sin torques ni cabrestos, de ingrávida silueta
Transparente a los hilos del sol, muda y discreta.

Quiero llegar tan lejos, al ras de los eventos
Donde dicen que Dios mora libre hasta del tiempo
Al fin sea mi alma libre la más libre que el tiempo

Soñé Ser Marinero



Podrá ser una tarde apagada

De nimbos plumbosos

O una noche cerrada
De lluvias tropicales
O, por ventura de la luz,
Una reluciente mañana
De azogues y diamantes
Desde mis pies
Hasta mi pensamiento
Quedarán desvanecidos
Mi pobre coraje
Mi forma de amar
Mi tristeza eterna
Mi saber de todo
Mi saber de nada
Mi perro
Mis hijos
Mis padres ya muertos
Mis ríos lavanderos
Mis pájaros vivos
Mis Pájaros yertos
Del árbol caídos
Aquellos recuerdos
De amores perdidos
Mis triunfos
Mis libros
Mis luchas de osos
Mi mejor amigo
Casi todo, todo
Al fin se habrá ido
Casi, he dicho: casi
Casi todo, he dicho
Queda una nostalgia
Me queda un castigo
Me faltan los versos
Siempre cuando escribo
Queda esa nostalgia
Que así no se ha ido
Escribir poemas
Al mar con delirio
Y a sus marineros
Fue siempre mi signo.
Viene desandando
Un dolor hendido
En mi alma de muerto
En mi alma de vivo
Viene desandando
La nostalgia vieja
Que deja en los libros
Nostalgia de auroras
Pintadas en versos
Nostalgia de niños
Que canten jugando
Y marchando
Mis trinos
Queda esa nostalgia
De amor y de penas
De saber que muero
Sin haber vivido.



Mi Oruga

Soy la oruga que trabaja sin cesar día y noche
Alimento de savia sin descanso mis sueños
Cada hilo de sol que me ilumina lo haré seda
De la templada cosecha el más fino capullo

Llevo el paso aun corto afirmado en la rama fuerte
Guarece entre sus sombras frescas mi crecimiento
Mi piel resiste los embates de lluvias, soles,
Ventarrones, burla las rapaces amenazas

Mimetizada de coraza entre muertas cáscaras
El último de mis días cortos de hoy se acerca
Seré crisálida de exuberante sedal
Antes de abrir mis alas al largo de la vida

Entonces mi oruga será reina mariposa
Dueña de la primavera, sus flores, su sol
Volveré mi virtud en gritos y correr de niños
En luz de amaneceres, en calor y risas

Reavivaré en la rama fuerte su nuevo follaje
Volverán orugas bajo el color de mis alas
Salvaré el abismo entre sus preguntas y dudas

Mi reinado será eternizado entre luces
Transparencias y cortes perfectos de cristales
Cosmos se reescribirá con letras de mi nombre.