Crece líquida en los adentros de mi caparaza
Fuerza de estallido entre pecho y espalda
Cada hueco minado en mi cuerpo la entraña
Pleno de su voz, sus ofensas y sus gracias
Arden en llamas los calores de mis colores
Cuando dice, cuanto cuenta de su engendro
Sin dicha, soy desdicho sin altares ni glorias
Flores florecidas de este humus su alimento
Suelta en su suerte de privilegiada monarca
Viaja a luz de sol sobre las cuerdas cuerdas
De este Universo de sueños verdaderos
Libres, de asiento firme en su cabalgadura
Ha jurado vencer lo cierto de los inciertos
Puertos de las caídas surtas en desalientos
Trueca los viejos enclaves del pasado muerto
Pronta aproxima su barca a otras costaneras
Grandes, de fondos profundos, alma y calma
Brisa, poesía alegre de respiro en equilibrio
Miro en los ruidosos espejos de sus ojos
Rayos del triunfo avasallador de sus luces
Culmen erecto sobre afirmados fundos
Anclas prevenidas de tormentas y marejadas
Juro los capítulos de su viaje en buenaventura
Trato convenido en el amor de mis entregas
Con el Dios inmenso de mis pías oraciones
Contra corriente voy por los días de mi cuerpo
Ruela y ruela en mi nombre su nombre,
Ruelan y ruelan en mi alma su bien y su alma.
