jueves, 28 de abril de 2022

HAN DESVINCULADO AL TIEMPO !

  

Los sabios termodinámicos

Que al tiempo lo apuestan todo

Hoy no se yo de que modo

Han de resolver sus pánicos

Sin los misterios orgánicos


De la señora Entropía

Muerta, falta de energía

Sin tiempos para el trabajo

Está loco ese carajo

O es que le falta hentalpía ?


Tráiganme otros argumentos

Mas despacio, por favor

No me suban el rubor

Mis transistores son lentos

No aguantaan esos fermentos


De esa nueva biología

Con tanta filosofía

De dónde le sale a un tipo

Jugar solo, sin equipo ?

 Cabezona esa porfía !


Que no existe el tiempo jura

Sería alguna decepción

Que sufrió en su religión

Dios endulce su amargura

Creo en Él, traigan al cura !


Que al "tiempo" lo han cancelado?

A Júpiter se han mudado

Freddy, Cuquín y Boruga 

Luisito Martí ya va en fuga

De "Nueva Yol" a un condado


Señor Dios tu gran ejército 

Sin Yin Pin o el Jen his Kan

Bin Laden desde este afán

Líbrennos de este pervérsito

Sigo en mi tiempo inmérsito !


Que al tiempo han dejado afuera ?

Ruso ni ucranio que fuera !

Terrorista o mercenario

Colombiano o tupamaro

Si el tiempo es todo en La Tierra! 




lunes, 18 de abril de 2022

BIOLOGÍA DE LA MONEDA


Cierto, ciertísimo es que la capacidad material de la biología sigue imponiéndose como fuerza dominante por mandato imperturbable con respecto a las leyes esenciales de la evolución. El hombre, como ser dependiente, -por el momento, cuando menos-, de sus funciones vitales, sigue atado a imprescindibilidad de sus gen biológica: fsiología anatómica, urgencia reproductiva y sentido de supervivencia. 

Estos factores trazados bajo el regimen del mandato evolucionista natural, material, le han disañado sus necesidades de poder, de dominio, de control sobre su entorno. Esa urgencia ha covertido su proceso civilizado en una serie de medidas lógica, inteligentes, tan sofisticadas como el uso del instrumento mental o ideológico que conocemos como "la moneda". 

Todo proceso civilizado de control y dominio aplicado hoy sobre la sociedad humana, se hace valer de ese instrumento poderoso, esencialmente como representación de superioridad aceptada, consensuada, admitida. Los más poderosos núcleos de poder reconocido, así logran imponerse y deciden  con capacidad arebatadora de los los unos poderosos con sometimiento de los otros sometidos. 

Es así como los conglomerados de poderes conjuntos, logran imponer, con superación decisiva, valores derramados como tormentas de poder. Estados Unidos de América, el más poderoso controlador social reconocido en la historia de nuestra civilización moderna, ejerce con suma inteligencia y eficacia, ese control indiscutido, desde sus centros de influencia como Estado Mayor de la sociedad moderna. 

Su presidencia sobre el control de la producción mundial de biene y servicios, llegó a tomar la deciva autoridad, de poner su orden, de modo casi exclusivo, sobre el valor de transacción o transabilidad de la moneda internacional, al tenor de sus garantías como guardián del valor transable de los valores generados por los demás estados del mundo. 

Así que decidió poner precios a la más urgente matria prima demandada por la civilización contemporánea: la energía aprovechable desde las fuentes de petróleo, en nombre de sus poderes para garantizar las defensas de los estados e imponer sus decisiones como guardián de esas garantías ante todo el mundo conocido de nuestra civilización. 

Hoy surgen atisbos de rebeldía contra esos controles y poderes, que lucen o se proponen someter a preguntas de difícil respuestas, ese orden de poderes únicos. Nos abocamos, al parecer de nuevas formas de pensamientos, a una revisión de conceptos, de controles ideológicamente cuestionadores. Sin embargo, como tratamos al inicio de nuestras observaciones, esos cambios pueden arrastrar demandas insatifechas, capaces de convulsionar la estabilidad existente en la sociedad cultural de nuestros tiempos. 

Las competencias por las demandas de necesidades alimenticias, suplidoras de esos materiales ordenados por la evolución material, biológica, pudieran dar al traste con las urgencias primitivas del hombre, sus instintos y sus mandatos evolucionistas. La moneda es un instrumento terrenal, inventado por las necesidades biológicas, humanizado, capaz de acumular un poder de transacción cuasi divino. Dios tendrá la última palabra

jueves, 14 de abril de 2022

RENTABILIDAD MORAL DEL DÓLARD


Tras los históricos acuerdos comerciales y monetarios reconocidos como "ACUERDOS DE BRETTON WOODS", y luego de la catástrofe cataclísmica de la Segunda Guerra Mundial,  llegó el momento en el que Estados Unidos de América, la nación mejor sentada política, económica y militarmente, además de gananciios sin par tras la debacle del poder de Alemania, para todo el mundo terrenal, llegó el momento el que la RENTABILIDAD MORAL de este inmenso poder comercial, militar y cultural,  hizo valer su capacidad cuasi divinal y decidió, al amparo de su reinante nombradía,  erigirse en arbitro único del valor de intercambio del sistema monetario mundial. 

De cualquier manera concebible, todas las naciones del mundo civilizado se acogieron, no sin rechiflas, incomodidades y pruritos de cualquier índole, a los dictados del poder que significó y aun significa hoy, la portentosa maquinaria económica, militar y moral (recuérdense los compromisos de guerra asumidos por todo el mundo bajo el peso de su contribución de Estados Unidos de América a la caida de los derrotados en la Segunda Guerra Mundial). Dados los hechos el regimen monetario actual pasó a ser respaldado bajo el signo principal, casi único, de la RENTABILIDAD MORAL del dólar, moneda de Los Estados Unidos de América. 

Las calidades que desde entonces, sustentan este poderoso instrumento de intercambio, ha sido manejado con inteligencia comercial, militar y moral, tal que hasta este momento, no parece amenazada su capacidad de arbitraje ni su capacidad de respuesta ante la realidad de los intercambios comerciales, mucho menos bajo el equilibrio militar que tanta influencia ejerce en su liderazgo mundial indiscutido. 

Sin embargo, nuevos  y sofisticados instrumentos de intercambio de valores comerciales, han surgido como aparente recurso competitivo capaz de enfrentarse o convivir como competencia a ese poder de arbitraje, único y obviamente ventajoso, dado el señoriaje que los dominios de su autoridad impone. 

Nuevos esquemas de intercambio, fundados en el valor virtual de la capacidad de mercadeo, producción, apoyos, solidaridades ideológicas y militares, vienen extendiendo un alfombrado con tendencias de complejidad virtual, de difícil desmadejado. 

Revolucionarios conocimientos, capacidades para influir mediante dominios neuro-cibernéticos, técnicas matemáticas soportadas en análisis algorítmicos impredecibles, los dominios sobre tecnologías espaciales, etc., tienden a recomponer los números de las nuevas relaciones económico-monetaria, capaces de dar muy pronto con la capacidad unica de manejar la autoridad sobre el arbitraje del sistema monetario vigente, basado en es RENTABILIDAD MORAL del dios dólar. 

Un nuevo sistema de intercambios comerciales, nuevas asociaciones militares, nuevos valores sociales y religiosos pueden estar germinando en los prados feraces del pensamiento Universal entre los habitantes de La Tierra. 

miércoles, 13 de abril de 2022

CONTROL DE COMBUSTIBLES


Demás estaría abundar sobre las razones que al momento implican las necesidades humanas en demandar un celoso control de la explotacion de los recursos energéticos industrializados. Sin embargo, a las sociedades conformadas bajo los apremios de un control encadenado a las importaciones obligadas de combustibles, es necesario, con frecuencia, tratar de explicarles las Razones de Estado que compelen a regular de forma tan drásticamente onerosa el consumo de esos bienes iportados, de imprescindible sacrificio para ajustar los balances económicos a los que se obliga la Administración del Estado. 

Si la factura por consumo de combustibles fósiles, como obligación casi impresindible para suplir las necesidades nacionales, reulta que trascienden de tal modo que obligan la Administración del Estado, a recurrir a medidas críticas como la elevación de los precios de los combustibles derivados, como son los que consumen los automóviles familiares, frente a las subvenciones de las máquinas laborales humanas, es decir, la subvención de los costos del transportes masivos (autobuses, trenes y otros), este juego de complejo equilibrio, se vuelve obligatorio. 

Es así, por tanto, aceptar que, siendo los pesados juegos del capitalismo, ruletas programadas para nunca perder, no resta para nuestras sociedades, controladas bajo el esquema del capitalismo internacional, que aceptar y asumir los sacrificios propios de la imponente máquina de los rendimientos viables ante las fuerzas de esos equilibrios mercadológicos. 

Todo ello implica, movimientos estratégicos de los balances económicos, del Estado, con el fin de reducir los consumos, aliviar los compromisos sobre los costos del transporte obrero que mueve la máquina productora, así como el alivio posible del consumo doméstico de energía, de frente a la incapacidad real de decidir sobre la lógica incapacidad de controlar drásticamente el consumo doméstico demandado por la maquinaria obrera, sin el auxilio de El Estado, conscientes, sin embargo, 

El Estado de que en última instancia es esa misma maquinaria obrera la que mueve la rueda de la producción capitalista. La dirigencia política, mal fundamentada, con frecuencia es incapaz de comprender estos juegos, estas maniobras necesarias para justificar y mantener el ritmo de El Estado. 

Muchos otros procesos de administración de los estados, han de seguir rutas de ajustes y equilibrios, similares, pero con frecuencia estos juegos no son de fácil comprensión para los medios públicos y menos para la clase menos formada en materia de números que pueden resultar tan sofisticados como la aritmética de los métodos  conocidos como "de prueeba y error", algo así como un tirar y jalar, entre posibilidades racionalmente coherentes con la realidad, la objetividad y la sensatez profesional. 

Este caso de los precios y costos de los combustibles, suele tratarse con bastante flaqueza profesional, por políticos  y cibernáutas, irresponsables unos y otros por simple desconocimiento. La necesidad de controlar los consumos de combustibles importados, del modo más oportuno posible, es obligación y responsabilidad real de la Administración de Estado.


RENTABILIDAD MORAL DEL ESTADO

 

Siendo El Estado, una entidad material, lógica  y moral, sustantivamente resultante del proceso evolutivo de su biología social, es decir, resultante de la organización competitiva verificada como lucha racional por la existencia, supervivencia y perfeccionamiento biológico, esencial y natural, todos los actos apropiados a esas metas, han de cumplir con los principios que su naturaleza lo obliga: fortalecimiento institucional, poderío competitivo, superación biológica, dominio material lógico sobre las contrapartes competitivas y la imposición de sus objetivos morales. 

La indefinición moral de los objetivos humanos, allende la divinización idealista, viene adosada como rentabilidad sujeta al pensamiento, al sueño o hilo de lo esperado y afinado como salvación, maximización de la virtud divinal. 

El Estado queda así obligado a entregarse con todos los recursos imaginados, a la lucha por ese fortalecimiento máximo, al dominio y convencimiento de que su rentabilidad como ente material solo se alcanza luego de ese convencimiento de que lo mejor aun no ha sido conquistado pero es alcanzable y moralmente destinado a ser alcanzado. 

Esa Rentabilidad Moral, debe superar completamente todos los parámetros racionales, lógicos, materiales y espirituales. El Estado debe ser el asiento, el Trono Divino.

martes, 12 de abril de 2022

BULTO PARA PRESUMIR

 

Reparada, está de vuelta  

La termoplanta de este sistema

Como reluciente gema

Al calibre de un atleta

Con la tubería completa


Un sistema digital

Con renovado cristal

Láser de alta precisión

Resistente, de Zircón

Libre de impuro algún mal.


Que nadie se llame a engaños

Garantías sin quizás

Oraciones por demás

Confirmó El Cielo por años

Intensiones por mil caños


Contraté la Navidad

Subir hasta el Pico Duarte

Un pote no lo descarte

Y una parranda casá

(Bueno es hablar pendejá !)


Dirán quienes saben de esto

Qué fanfarrón este tipo

Tendrá complejo de Edipo

Si le queda algún arresto

Presumido, palimpsesto


Que venga Dios y lo vea

Devuelto de la pelea

Sin más fuerzas que un repiro

 Sin aguas ni para un giro

Bulto, tó, nada le crea







TRANSABILIDAD Y VALOR


La Transabilidad, poder de transacción o poder transable de una mercancía (tangible, moral o hasta imaginaria), está adherida intrínsecamente, a la utilidad claramente definida como objeto de interés demandado por los deseos o intereses de alguien cuando lo requiere o le resulta útil o necesario. En la medida que crecen o disminuyen, en ese mismo sentido, crece o disminuye el valor transable o transabilidad del objeto transable. 

Esta dinámica tensa o distiende la medida de la compulsión que genera el valor de la transacción posible. Este "tira y jala", alcanza  estabilidad o equlibrio, cuando esta dinámica cede a la transacción. Los Estados Políticos, del mismo modo, compiten entre sus poderes jalonando de un lado a otro siguiendo los mismos esquemas de la transabilidad entre objetos políticos, materiales  espirituales, substanciales o insubstanciales. 

Así, los Estados, como organismos vivos, compelidos a luchar por su supervivencia, perfeccionamiento y superioridad demandada bajo el marco evolutivo, biológico, divinal, se convierten en sociedades olímpicas, en busca siempre de ascender al maximun de Los Olimpos, donde mora ese perfeccionismo ideológico, fantástico, espiritual, utópico, donde aspiramos llegar siguiendo los ordenamientos filosóficos de los gemelos de Siam: El Bien y el Mal, allí, donde los bienes o poderes transables tienden a propiciar y facilitar la iluminación bajo los frescos rayos de los acuerdos finalmente establecidos.

domingo, 10 de abril de 2022

EL FENÓMENO CAPITALISTA

 

La sociedad del capitalismo o sociedad de la acumulación de esfuerzos transables, procura y logra convertir en capacidad inteligente, la virtud material, el esfuerzo humano, fisico o mental, al amparo de la consumisión de utilidades, transferibles en transacciones valuables materialmente  o moralmente, en servicios tanto físicos como inteligentes. 

La acumulación fenoménica de esos servicios, tanto físicos como inteligentes, se traduce en capital social reconocible, respetable, constituido en paradigma de poderosa capacidad para definir y decidir como númen divinal de la autoridad humana, en la sociedad actualizada, concernida y aplicable casi absolutamente a todo el reino humano en la civilización desde los extremos de toda el planeta Tierra. Capital es acumulación de esfuerzos transables, 

Capitalismo es la sociedad que vive bajo el paradigma del Capital como autoridad y poder constituido por parte del ordenamiento social humano. En general, esa acumulación de esfuerzos trnasables, convertidos en Capital, vale para todas las variantes de sociedades humanas reconocibles, como familias, religiones, tratos comerciales, amigables,, regionales, etc..

Esta acumulación de esfuerzos transables como capital, constituyen el orden de todos los intercambios formales en informales de toda la civilización contemporánea, actualizada al día mismo de hoy. a la vez que constituyen la más respetables respuestas a los intereses en guerra en todas las latitudes geográficas, temporales y humanas en general. 

Todas las guerras actualizadas responden a luchas por la acumulación y derechos por el arrebato competitivo entre esos esfuerzos transables entre humanos, representantes del poder convertido en monedas de cambio, en divisas, en capacidad de dominio tanto físico como inteligente, como fenómeno sensible de poder tanto espiritual como material en la Naturaleza y sus accidentes evolutivos, antropogénicos, fenoménicos, nouménicos.  

HISTORIA DE LAS GUERRAS ENTRE HUMANOS

 

Todas las guerras generadas como parte de las competiciones humanas por los espacios vitales demandados por los procesos de la evolución biológica, contraen en sus alforjas esenciales las necesidades por la supervivencia y la existencia. La vida material, su biología, su razón. 

Estos esenciales vitales dan origen a los órdenes de prioridad que definen la historia con respecto a las guerras, sus intereses. Sus más caros valores siempre irán atados a la superación de la existencia material misma. 

Desde la más primitiva idea de sociedad  hasta los momentos mejor tallados de la civilización contemporánea, siempre ha sido y no nos consta que alguna vez no lo sería, esa prioridad material el motor que mueve el orden conocido. 

La evolución social aun como fenómeno espíritual o noúmeno, quizás alcance alguna relevancia como ficción distinta al reto material  en que se enmarca la arquitectura mental de nuestro pensamiento, pero objetivamente tratado, materialmente pensado, todas nuestras  luchas como humanos, nos conducen al con trol material de nuestra existencia. 

Es por lo dicho que nos atrevemos a pensar que cualquier conflicto guerrero alcanzará siempre su conclusión en la medida de que el equilibrio final de las partes en conflicto alcancen la estabilidad del máximo rendimiento que sobre la sociedad conformada se verifique como razón última del momento y el espacio material que cubre el esenario lógico, dialéctico. 

Vida y muerte, como fenómenos evolutivos naturales, rinden sus tributos en igual medida, tras los anhelos de perfectibilidad pronunciados por la naturaleza como la conocemos. Ajustes, equilibrios, estabilidad e inestabilidad, son las constantes en las que se funda la dinámica evolucionista. 

Es dinámica, finalmente, nos traduce a la conformación de una sociedad humana idealizada, divinizada, en busca de esa virtud fantástica de la espiritualidad divinal. Guerras materiales no pasan de ser fenómenos pasajeros, acumulación de fuerzas y de esfuerzos transables, transitorios, constituyen retos humildes, pasajeros, verosímiles, racionales pero sin más fin que el de cualquier instante histórico, no más.

jueves, 7 de abril de 2022

EL OBJETO DE VIVIR Y EL OBJETO DE EXISTIR


El "VIVIR", es un atributo esencialmente material, atinente a la función biológica. E "EXISTIR", es la condición esencial de ser. El "ser", como fundamento, puede prescindir de la arquitectura material. Sin embargo, tanto el vivir como el existir, le merecen al pensamiento humano un lugar intrínsecamente afirmado en la razón. Tanto la existencia como el vivir, buscan identidad en esa razón que se muestra esquiva tras la explicación, justificación, motivación o impulso que defina su función en la concepción y construcción del Universo, al menos, del Universo Cosmológico, físico. Más allá del último remache o cierre de la Creación Divinal, queda la frontera del pensamiento profano, el ubicado contra la pared de noúmeno inexplícito que desbordaría la mente vacía de inquietudes neuronales y sus redes de nudos infinitos, donde moran los objetos del alma material. Cuánto será la razón de vivir tanto como la rzón última de existir ?  

domingo, 3 de abril de 2022

LAS DEPRESIONES DE WOLFANG PAULI, NIKOLA TESLA Y LINUS PAULING


Cierto, ciertísimo es, que sobresalientes genios manifestados a través de las artes, las ciencias y otras excepcionales virtudes humanas, han sido afectados por crisis de cambios de comportamientos inesperados. Entre genios reconocidos históricamente por sus excepcionales sobresalencias, en muchos casos, las afecciones manifiestas trastocaron sus luces hasta el trastorno obsesivo. 

El brillantísimo genio Wolfang Pauli, cuyo nombre honra el excepcional y fundamental "Principio de Exclusión de Pauli", uno de los cuatro pilares de la Teoría Cuántica, se obsesionó de tal forma ante la supuesta realidad predictiva de sus sueños, que, el famoso investigador, psicólogo fundamental, reconocido mundialmente, Carl Gustav Jung, le dedicó de forma extraordinaria tiempo y esfuerzo a indagar sobre sus supuestas capacidades virtuosas, fundando teorías que aun se conservan como asuntos de discusión en cualquier academia del mundo. 

Linus Pauling, sin dudas, un ejemplar genio, Ingeniero Químico, Biólogo Bioquímico, Humanista, Filósofo, Físico-cuántico, galardonado dos veces como premio nobel (uno por sus estudios sobre los enlaces químicos y otro como Premio nóbel de la Paz), murió obsesionado, dedicado a tratar de probar las extraordinarias virtudes biológicas de la Vitamina C. como un caso de maravillosa solución para la estabilización bioquímica de casi todos los órganos vitales. 

Tristemente, los fundamentos de sus teorías, terminaron en más que una obsesión. Nicola Tesla, genio inventor, teórico casi incomparable en la historia de las propiedades  del flujo eléctrico, terminó obsesionado, consumido en sus afanes de investigador exitoso, casi milagroso en sus éxitos, convencido de poder alcanzar soluciones médicas mediante rayos únicos, capaces de unos poderes sanadores únicos.  

sábado, 2 de abril de 2022

ATEÍSMO, RACIONALISMO Y CIENTIFICISMO

 

El Ateísmo, como pensamiento filosófico,  bien cabría ser enmarcado como una expresión religiosa, generalmente, exhibida como práctica deformada de un sentimiento de rechazo, rebeldía o negación difusa de la propuesta filosófica que propugna por el paradigma de la existencia de un imprescindible "origen de las cosas",  negacionismo que al ser extendido llega a negar ese origen asentado como propio de la Divinidad Creadora. El ateísmo filosófico de los antiguos pensadores, no llega tan lejos. 

Epicuro, por ejemplo, desarrolló sus teorías morales sobre el bien y el mal. Los ateístas populares, recogidos como religiosos de ese negacionismo deportivo, suelen limitar sus cruces filosóficos a las contraposiciones de sistemas y prácticas religiosas como las consignadas en las historias orientales y las variantes deducidas de las mismas como el madeísmo, paganismo, judaísmo, cristianismo, islamismo, etc. 

Sin embargo, movimientos de pensamientos poderosamente asentados en la historia desde lo más antiguo hasta lo más moderno, se van refinando constantemente como ideas  cada vez más acabadas. El Positivismo, asiento del  pensamiento científico moderno, propugna por una concepción de lo racional, lo práctico, lo medido,  lo experimentable, tras una firme tendencia a evitar la especulación, lo sobrenatural. 

Sin embargo, cada vez que el racionalismo, el empirismo, en cientificismo, se extienden tras el conocimiento mejor afinado de la materia, el descubrimiento de, por ejemplo, la composición atómica, cada detalle abre un mundo de infinitos argumentos, variables y propiedades, sobre los que se expanden nuevos misterios Universales. Resulta así que si bien es cierto que "La Ciencia" ha sido tan inteligente, que como estrategia y como táctica, ha sabido dejar abierta de par en par la brecha nunca cerrada de aceptar la expansión ilimitada del conocimiento y del reconocimiento al carácter falible y corregible, sin límitaciones. 

El cientificismo puede reconocerse como argumento del racionalismo, como estrategia filosófica, como argumentación de un perfeccionismo idelizable, divinal. Contrario al cierre deportivo del Ateísmo, ese cientificismo se mantiene parapetado tras el argumento racionalista de la apertura infinita al conocimiento. La Ciencia y el Cintificismo se mantienen alimentados al amparo mismo de la Creación Divina desde la Naturaleza o La Naturaleza de la Creción Divina, cubre bajo su comba imaginaria todo lo concebible dentro de la red infinita de todo pensamiento humano.

viernes, 1 de abril de 2022

UCRONÍA Y FILOSOFÍA


LA EXPERIENCIA, madre de la objetividad, de lo razonable, de la contundencia y el realismo, con frecuencia sufre las deformaciones propias de las suposiciones poéticas, la fecunda imaginación retroproyectada por el pensamiento racional capaz de crear las ciudades del idealismo utópico, religiosístico, divinal, espiritual. 

Con frecuencia, los poetas tienden a recrear sus  espacios utópicos, románticos a partir de una pseudo concienca fundada en ucrónicos pensamientos, no carentes, por ello de inteligencia, sino, por el contrario, como fruto de la creatividad artistica, la suposición lógica de conexiones y puntos azimutales matemáticamente concebibles. Sin embargo, de certezas apenas probabilísticas, incapaces, finalmente, de acertar ante la realidad que ya la ha desmentido. 

Así que se vuelven, desvanescientes fantasías, ucronías artísticas, no exactamente acientíficas, pero si contundentemente inciertas. Escribir, afirmar, suponer  sobre aquello que nunca fue, sobre el posado inexistente, tiende a convertirse en un doloroso acto, obligadamente contrapuesto a la realidad, contra el hecho cierto.

 Más allá de la poesía, del lenguaje presumido, de la adivinación o el azar, el predictor bien apuntalado ha de evitar expresarse sometido bajo los influjos de la cacería aventurada del dicho "si lo hubiera hecho", "si me hubiera escuchado", "si hubiera sido", cuando los hechos muestran que la realidad fuera, ya otra. 

Pasamos a lucir como adivinadores, presuntos dioses fallidos, cuando intentamos justificar tardíamente los hechos no acontecidos. Las ucronías cantadas por predictores alternativos de la contra realidad, caen en la inobjetividad, lo contracientífico, lo inesencial del religiosismo inmaterial. 

Uno de los escollos que aun turban el asentimiento de disciplinas profesionales de altos arraigos sociales, como la Psicología y hasta la Psiquiatría, lo constituyen las resbaladizas conjeturas, pretendidas de explicaciones fantásticas, luego de fallos conjeturados como ucrónicas incertidumbres, improbadas. 

Los políticos, aventureros consuetudinarios de la proliferación de ucronías, con frecuencia acuden a sus mejores dotes de inteligencia para intentar  retorcer, a veces estropear de la peor manera, sus ucrónicos desaciertos.

 La Filosofía, como la poesía, son princesas de frágiles filamentos  cuyas ternuras manejan los profesionales con suma destreza e imaginación ucrónicas, mil veces tolerables. lo mismo que el conjunto de las Ciencias Sociales, en general, sin embargo, el sociólogo inteligente, es siempre el que evita caer en los precipicios de justificaciones ucrónicas, tardías, tontas, precipitadas. 

El filósofo inteligente sabe presindir del ucronismo debilitante. El análisis de los hechos objetivos, recrean la ciencia y se erige en columnas de la certeza y la mayor rigidez de la Filosofía y la razón. 

LAS GUERRAS JUSTAS

 

LA JUSTICIA, conceptualmente,  consiste en una convención, arreglo, acuerdo o contrato social humanizado como inteligencia o razonamiento que cumple una función lógica, concebida a través de la evolución biológica por cuanto tiende a beneficiar la preservación material del arreglo que sustenta la existencia, su mejoramiento continuo, preservación y perfeccionamiento como proyecto del idealismo que promueve  la vida. Cada paso, cada acto, cada medida entendida y extendida dentro del marco de La Justicia, tiende a procurar ese idealismo antropogénico. Es así como la preservación de la vida, su perfeccionmiento, su idealización está en el centro del concepto de Justicia. 

Los mil argumentos que son promovidos por el hombre como justicia social, por ejemplo, la alimentación masiva, la exterminación de razas, la selección de patrones de perfección, etc., todos obedecen idefectiblemente, a esos proósitos primerísimos, decididos como prioridad en la lucha por la sobreviencia, el perfeccionamiento y la eternización de la vida, a través del conjunto indescifrable de argumentos parciales que como tendencia general promueven las acciones generales sobre la justificación o judicialización humana. 

Siempre habremos de apreciar miles de rutas concebibles dentro de esa red neuronal infinita y creciente, capaces de relacionar y reclamar justificación de los actos humanos. Aquellos filósofos idealistas, Vs. aquellos epicúreos de pretendidos racionalismos, bien pudieron justificar siempre, con galantes argumentos, tanto divinos como naturalmente limitados al materialismo más rampante, todos terminaron lavando sus razones en las aguas de alguna forma de justificación o Justicia. 

Las batallas justas, las batallas argumentadas como valor humano, tanto como valor divinal, las "justas" arengas contra los campesinos judíos alentadas por Martín Lutero, que provocaron cientos de miles de despóticos exterminios, las Cruzadas Cristianas, contra las herejías, los asesinatos encabezados por Herodes, los sacrificios de hijos primogénitos contra los egipcios, el exterminio ordenado por Moisés, las limpiezas étnicas contra los eslavos, contra los judíos, contra los palestinos, contra los moros, las persecuciones contra los "infieles" no islámicos, son ejemplos, históricos de Justicia concebidas siguiendo los raionalismos obedientes a la Justicia convencional, arreglada como parte de ese batallar continuo, generador de esos enredos neuronales que conforman la inteligencia del racionalismo humano. 

Como extracto social, filosófico, humano, nos queda que todas las guerras, humanas (de paso, todas las luchas por la supervivencia biológica), cumplen un cometido racionalista como parte de ese acuerdo, convención, arreglo y explicación ajustada "a lo justo" de lo humano y sus redes neuronales, su inteligencia y sus procesos evolucionistas dispuesto sin fallos por la Perfecta y Unica Razón Divina, sin fallos ni errores a  vista humana.