SACRILEGIO DESEADO

Se agotan en su tristeza los jardines de la primavera
Ahora se anegan en lágrimas resueltas en arroyuelos
Hacen llorar los ríos para entrar al manto de los mares
Apuran igual, insensatas, en reservas  mis esperas
Diluida nobleza vaporosa del verano asoma el otoño
Bendecidas por la quietud resta vencida la hojarasca
Entonces meditaremos al amparo de la amable brisa
Sobre soles de tardes que se echaban al anochecer
Despierto para ser madrugadas pensadoras en desvelo
Asistimos al ritual detenido a las puertas del invierno
Su canto de muerte fría zumba en nubosa turbulencia
Queda la nobleza cierta para este breve final incierto
Cobijado bajo la carpa grande  de sagrados albedos
 Rendidos a las memorias por deseados sacrilegios
Sin culpables ni deudores al alcance  de los tiempos
Condensados en la monarquía de su inteligencia
 Sinfónica de esquiveces que no ceden indulgencias.

SUEÑOS DE AGUAS TURBIAS

Florecían alegres los caminos

Arbolados de pájaros los ramos

Crugían agrestes los espasmos

De los vientos a choros por los pinos

Mangos, cajuiles, pomos y guayabos

Coloreaba el amor en mis atinos

Ya el verano marcaba dos destinos 

Se ilumináron sombras en  mis cabos

De luces que enervaron mis sentidos

Al mirarme tus pechos encendidos

Bajo el manto mojado de esas lluvias

Una tarde inagotable de esos días

Por el despierto verano te escurrías

Mojáronse mis sueños de aguas turbias.

EL CAFÉ DE FELICIA

Café rico haces Felicia
Para endecimar tus letras
Porque al hada tuya impetra
Ungirte en nueva caricia
Te encienda el alma y pericia

Que aventajan tus salidas
Doradas cual  reina Midas
Los socios de este mural
Han de ver tu sin igual
Talento ni al Sol pidas.

SOLO MEDIO SIGLO

Medio siglo habrán crecido las ramas de su calle

Mas, los brillos iluminados de su mirada, 

Los jasmines de su risa, relumbran sin pausa

Cada espacio de mis desiertos momentos,

Oscuros desencuentros, nublados parpadeos

Y largas madrugadas de crecidos silencios 

Agotados en restañar puentes derruidos

Contra las brumas de vendavales y tormentas

Crujen los embargos bajo el peso oscuro

De noches en aceradas pasiones sin consumos

Nostalgia, virtud de vivos y purificados signos

Saturados de versos y espasmos intangibles

Palabras temerosas de pecador adolescente

Confeso ciervo anochecido en sus sombras

Salgo a reclamar el calor de su refugio
Sin credenciales ni méritos a la vista

Si no el divino derecho a adorar una diosa.

GABRIEL MOQUETE

Bucólico o filosófico

No lo detienen vientos

Endecima en movimientos

Del más alto vuelo estrófico

Hasta llega a ser teosófico

Dios preserve sus ingenios

Magistrales, de mesenios

Históricos de la Grecia

Cultural de nuestra esencia
Nos lo aguarden los milenios

 

 

DECIMINA

 Puso aquel su decimona
Ahí le va una decimina
Así  la vea bien fina
Rica pero jodona
Fofa. Fico, mira, tona!
Dará para poca cosa
Su sonido como losa
Pálida pero lucida
Se pone lo que se pida
Si no clavel una rosa.

EXISTENCIAS MENTIDAS

Al borde va la vida por los andenes del tiempo, breve
Caprichosa como azar de vacías casualidades cósmicas
Irresolubles en números comparados en razones reales
Incierta lógica estribada contra argumentos y materia
Delimitada por la agonía convenida en pensamientos
Arcoiris de neblina tempranera de verano cierto
Vaporoso y desvanesciente intento de esencia y verdad
Destañada al calor de eventos impredecibles pero vivos
Concebida indetermnación de ideas estremecidas
Por principios sin términos para ser sentados a diestras
Conjugadas entre cuerpos imaginados y ondulaciones
Mentales, existencias mentidas por ruinas inteligencias.

EL PECADOR Y LA SANTA

Veo diamantes en los filos del poema
Pronunciada oración en frescas horas
Canto sensual que en tus gracias doras
Aire del amor, rayo que en ti quema,

Escandaliza y conmueve la  corriente
De tu tierna pubertad aun despierta
Vigilia estrellada al amor abierta
Oscuros azulados vienen frente

A la mirada constante que se aleja
Con las olas que sobre el horizonte
Vuelven, van, oscilantes, en remonte
De la espera serena que en mi deja

La suerte de escuchar en tu garganta
Eufonías aladas desde El Cielo
Que le entregan el premio del consuelo
Humilde al  pecador que ora a una santa.

FELICIA SE RENUEVA

Anduve escarbando informes
Discretos, a buenos pagos
De infidencias entre los magos
Los chascos fueron enormes
No hubo andamios deformes
Donde montarle las multas
Por décimas a resultas
Lejanas a la estulticia
En original, Felicia
Se renueva en letras cultas.

DON RAGO, ROMINA Y DIOS

El Dios Grande, mayor de todos los dioses de todos los mundos concebidos

Por siempre mentor de todas las generaciones de mi pueblo menor y sus caminos

Bendijo a Don Rago, labrador de pies y manos completos como su divina cabellera

Este conoció de Dios su inmensa virtud y total poder, único, sobre el bien y el mal
Juntos, Romina y Don Rago labraban el vientre y los santos partos a la tierra de Dios
Por divina voluntad concibieron sus doce hijos nacidos para honrar Los Cielos
Romina oraba, rogaba y alababa el bien de nacer hija del Rey del Universo sagrado
Fueron así príncipes y princesas cada uno de los hijos nobles y sabios de sus padres
Cada uno y todos a la vez aprendieron el mandamiento del amor entre ellos mismos
Sin orar ni guardar las horas divinas, sin himnos ni ayunos, consagrados a la pureza
Don Rago colgaba un corazón atemperado y templado bajo nubarrones, rayos y soles
A pesar de oir nombrar tanto a Dios, jamás alcanzó a tocarlo porque nunc lo aclamó
Ni le reclamó sobre su suerte laboral, material o sus familiares constricciones divinas
Una tarde se rindió sin arrepentidas culpas ni lloros, bendiciones, ruegos ni penas
Una cansada sonrisa asomó a despedirlo, complacido entre doce hundidos abrazos.

SIN BREA NI BRIDAS

Recuerdo el sol asentado en el púbero sudor de su rostro
Lábil coalescía  el brillo en gotas hacia el arco de Cupido
Deslizada sal presumida en mis densos deseos represados
Por concilios en códigos deletreados contra muro y músculo
Libidinoso animal de la naturaleza convenida en lo divino
Conmovido pecho en tremor escondido tras el crudo olfato
Agraviado en orgánicas avalanchas de  feromonas fértiles
El amor del Dios cristiano retendría los más íntimos instintos
Acosados por los demonios selváticos de la biología terrenal
Eran de yerba fresca y alelíes tempranos sus alientos al hablar
Atemperábanse sumos de hojas maduras entre mis músculos
Ardidos en sangre de celos y saltos de cerrados potros salvajes
Son de la tarde estos versos surgidos al encomio de mis delirios
Florecidos sobre el cultivado jardín de unas fantásticas ilusiones
Regaladas al manto cósmico, burlador material de los sueños
Hilados por viajeros de barcas acantiladas contra las tormentas
Bergantín sin brea ni bridas para repostar los brazos de la marea.

POEMA POR CONCLUIR

Aun me restan las letras del poema

Que en su nombre aun sueño concluir

Convencido de que siempre en su reir

Vela este ángel que en mi espera extrema

Despierto en mis sordas madrugadas

Desvela entre nostalgias mis memorias

Ya sin prisas ni fuerzas ni más glorias

Dicha y placer discreto de estas hadas

Musicales del fondo de mis ansias

Procuradas, volitivas por las gracias

Resueltas en la imagen de sus pechos

La cadencia orquestal de esas caderas

Conminada a ser don de primaveras 

Exaltadas en Dios por sus provechos.

PROPINCUO

Propincuo a perder sus alas
Van los pájaros del cielo
Cuando en arriesgado vuelo
Suelen saltar las escalas
De su limitado alcance
Poder signado a los  dioses
De alturas para otros goces
A cruzarlo en desbalances
Va algún infiel cortesano
Que en su desespero arcano
Se lance a acercarse al sol
Dispuesto a romper sus miedos
En lidia de fieros ruedos
Con la sangre en arrebol.

AGORA DE GABRIEL

Abrió Gabriel nuevo este ágora
Busca afirmar la certeza
Del origen y belleza
Tal poesía tal metáfora
Liberada de su ánfora
Nos regala en su arcoiris
Qizás un mito de Osiris
Como siempre mal profano
De los mitos, como enano
Concedo la virtud  al iris.

LUIS CARVAJAL EN GABRIEL

Lejos bien queda Gabriel
Cantando a Luis Carvajal
Vate de altar principal
Oficiante del vergel
Por las abejas en miel
Canta en versos de artes plásticas
Poesía en liras fantásticas
De aguas limpias fiel guardián
Cuenca y cursos donde van
Son ambiciones monásticas.

LLEGÓ SERGIO CANO

Llegó un Sergio Cano Osorio
Cortés y modo arreglado
De  lejos ya luce armado
Lanzador de repertorio
Santiguado de Liborio

Que encendido trajo el jacho
Poeta de fino cacho
Ojalá no se nos raje
Mejor que en el grupo encaje
Pues trae luz su carapacho.

POR LOS DONES DE DIOS

Expande mis imágenes el sordo ruido de tu silencio
Atravesado por los dardos del recuerdo retenido
Bajo la lumbre fiel de tus pensamientos transparentes
Como el cristal tempranero de arroyuelos vírgenes
Despierta mis madrugadas ese respiro de agua que corre
Sobre los húmedos giros vibrantes del sueño por amanecer
Hilo a hilo, letra despierta, aguijón de nostalgia que te nombra
En cada verso de mi canto repetido como oración de este rito
Cultivado y medido al fiel de tu balanza y los dones de Dios.

EL RETO DE FELICIA

No es facil esta demonia !
Ni le coje corte a nadie
Que en un desaf'io la radie
La signe en esta colonia
Le toque alguna  begonia
O un petalo de las flores
Decimarias, sus primores
Se lanza como una fiera
A desafiar a cualquiera
Se engarra entre las mejores. 

EGLOGA A SOFÍA

Cierto es que desde el amanecer de tu primera sonrisa
Me importa más la tierna  luz de tu mirada que el sol de los días
Desde que la paz de tus pestañas dormidas signaron el juramento
De esta vigilia guardiana de cada hilo en las redes de tus horas
Siempre tempranas como la más cándida rosa de tu inocencia
Niña sin años, embridada siempre a la imagen de mi pensar
Endulzado con tu gorjeo de palabras como gotas pegajosas
Melodia cercada por el fuerte entre mi pecho y mis brazos
Que aun se aferran a los nobles colores de tu  inteligencia
Olímpica y radiante como gema de relucido cristal divino
Reservado por el Dios de todos los dioses a tu princesado
Desde mi distancia sigo estrechando la guarda de tu niñez
Me niego a renunciar a la mística fragilidad de tus temores
Idos junto a las brisas consumidas en la adultez de los triunfos
Erigidos en torres y saltos libres sobre lo planos del destino.