SUEÑOS DE MONARCA

Aborigenes y salvajes como la primera vez retumbaremos los bosques
Estremecidos telúricos irán en oleajes desbridados de la pasión conmovida
Arrasados los diques y puertos tras el cataclismo impredecible del amor
Barca de Noé restablecida en las alturas montañosas de las inciertas fechas
Al amparo de los bienes del Espíritu Divino, ciervos nosotros del destino
Resguardados entre pantanosos  humedales, humus y reptiles de la noche
Como la primera vez navegaremos sobre los maderos leves de la dicha
A suerte de noches frescas y tardes de brisas tibias y versos incompletos
Musicales de viejos bardos, remotas guitarras y borracheras de promesas
Juveniles, caricias inconclusas y sueños en vuelos de monarcas mariposas

REVESTIDOS DE COSMOS

Fueron sellados los deshojados rojos de transidos claveles
Transfigurados en restos de sombras dobles y dolores pardos
Florecen soles retenidos sobre el rocío que abre la mañana
Clara y fresca nos baña inundados por chorros de pasiones
Nos ríen los juramentos convenidos ante las rocas del amor
En ceremonia sin palabras gastaremos luces espirituales
Sumidos en carnes hirvientes y destilados de nueva sangre
Hemos resplandecido al tiempo de reverdecida primavera
Escalemos los altares de la felicidad revestidos de Cosmos.



 

SOBREVIVO SOBRE LOS CIRROS

Temblores de prisa concernida a la espera por los ángeles
Bajarán sus cuerpos envueltos en rumores y risas de mujer
Escoltada por escudos con signos de altares y santuarios
Alabardas cruzadas por jinetes en nombre de Santos Oficios
Cuidarán los nombres de tus reinos desde torres y atalayas
Amuralladas por arcángeles aferrados contra mis oraciones
Ascendidas en ruegos hasta los pies del Piadoso Creador
Las virtud fervorosa de mis arrojos rogarán la redención
El mar intenso de los albatros llegados de anochecidas lejanías
Servirá los alimentos al amor sobrevivo por sobre los cirros.

FUERTES ABRAZOS

Fuertes, muy fuertes, han sido los abrazos estrechados entre dos cuerpos
Sin resquicios ni respiros, de alientos contenidos contra alargadas noches
De relictos memoriales dispersos en polvos y arrastrados por correntías
Sin determinios a vista de razones comprimidas para verbos enajenados
Fuertes abrazos enchumbados de besos húmedos, enrojecidos de ardores
Sangrantes como el primor de los amores completos siempre florecidos
Allende fronteras difusas, mares turbulentos y faros confundidos
Fuertes han sido los abrazos resbalados en sudor y viscosos humores
Sin recatos sobre culpas, arrepentimientos ni miedos a terceras luces.

TREMOLINA DE CRISTALES

Recorre mi piel una tremolina en heridas de brisas y cristales
Al imaginar tus palabras estremecidas por las horas contadas
Ansiedad temblorosa de lluvia detenida en luces de arcoiris
Derramadas en nuestros pensamientos celebrados a pleno sol
El árbol grande del amor nos brindará la frescura de su sombra
A tiempo nos encuentran los tiempos de dicha, cierta y segura
Suerte encarnada en ímpetus aun mojados de olores y pasiones
Servidas al gasto de sábanas ardientes y escandalizadas tardes
Ebrias y enjugadas en sabores salados de sudores y fermentos
Olores abatidos sobre los surcos tatuados de bebidas historias
Del tiempo, consentidas razones viajeras, situadas por amor.
El humus de los viejos miedos harán fértiles nuestros prados
Bajaremos de lo imposible a las mieles de esta primavera.

CIERRE MUSICAL

Son apenas cuarenta los años transcurridos entre unos besos
Horas detenidas en los rosales de nuestro conmovido reloj
De agujetas resueltas en temblores de anhelos despiertos
A razón de majestuosos desencuentros y añejas capitulaciones
Nos restan la visión del amor tras noble esplendor de cristales
Nuevos, enmarcados de dorada dignidad para adorar tu belleza
Espejada en verdes laureles de vientre en mosaicos olímpicos
Suerte divina, de nuestros hijos, ellos y estos, míos y tuyo
Rozaran las ternuras de tus dedos los cierres de mis restañados
Surcos de esta sobrevida certificada la esperanza del encuentro
Regalado por las guardas determinadas por dioses ancestrales
Cuesta abajo mis pasos revolotean en la imagen de tus caderas
Retornadas, cimbreantes y puras, a los recuerdos de mis manos,
Tercios incidentes en tu divino rostro harán mis delicias rosadas
La suerte emvellecida de tus piernas jugarán entre mis dedos
Nos hará sonreír la cuenta infinita de  resecas melancolías
Nostalgias de retos incumplidos, penas, tristezas y alegrías
Versarán entre los triunfales momentos de enojados calores
Finalmente, intentaremos transgredir palabras evangélicas
Bajo el manto dispensado por los edictos del amor divino
Tambores y redoblantes, cítaras y cornetas serán citados
A esta triunfal salvación de la historia con cierre de musical.

FILIGRANAS TEJIDAS EN TU ALMA

Inspiran mis adentros las doradas filigranas tejidas en tu alma
Los aromas espirituales de tus respuestas encarnadas de pureza
Ritual armónico de tus sentidos y profundos pensamientos
Reminiscencias transparentes de ancestrales signos del amor
Reflejos revividos de la cuna maternal dibujada en la certeza
De una paz alimentada por los dioses de tus infinitas virtudes.  

LOS TONOS DEL AMOR

Cristales translucidos, líquidos diamantes en gotas
Transgreden la tarde reflejada en esa melancolía
De una visión inundada en húmedos recuerdos
Inevitables matices rosados como cielo de tu boca
Endulzada y ardorosa miel de bosques vírgenes
Se asientan en la imagen de mis vívidos recuerdos
Bajo cada chasquido que estalla al mojar el suelo
Vibran sumados los tonos en romántica sinfonía
Son los tonos del amor continuo, eterno sin fronteras.

A RUMBO DE DICHA Y AMOR

Se vistieron de verdes los caídos y resecos sueños
Tras las lluvias traídas por las tormentosas brisas
Los opacos nubarrones tornáronse en claros cielos
Incrédulos asistimos a las celebradas ceremonias
De un sol despierto tras vieja y extendida pesadilla
Nos deslumbran  reflejos de nuevas luces verdaderas
Profundas como rayos descubiertos de faros siderales
Superamos las místicas imágenes y mitos contrarios
Hoy solo navegamos impulsados por vientos a favor
Sobre el mar infinito a riesgo de la suerte echada
Contra vientos maldicientes, a rumbo de dicha y amor.

EL VIEJO DEL TOLETE

Si es Felicia la conciencia
Del endecimar decente
No se empeñe en buscar gente
De grocera referencia
Para premiar la imprudencia

Bien cierto es que César Veras
Es oro de otras canteras
Y el sin par Gabriel Moquete
Pero el viejo del tolete
Lo grosero da en primeras.

FELICIDAD ETERNA

Las feroces brisas de los estíos arrasaron el mal de los tiempos
Se esfumaron las aguas en vapores estremecidos por sus calores
Han regresado las neblinas de mañanas condensadas en perlas
Sonreídos estambres de abiertas y vibrantes flores nos dan mieles
El aleteo multicolor de monarcas de la primavera llaman al Sol
Todo los aires bajados del Cielo nos relatan mensajes en sonrisas
De archivos reducidos al humus de historias y tragedias muertas
Hoy cantamos al compás del amor, viajero de rondas dilatadas
Sobre las aguas de lagos atormentados de sales y resecos vientos
Nos aguardan los dulces de solo bellos momentos recordados
El futuro de nuevas inflorescencias, entre verdores y pájaros
Damos el adiós al mundo renunciado de unos viejos achaques
Juntos bailamos las danzas de la felicidad eterna que nos espera.

DEL CUADERNO DE ANDRÉS JULIO

Aurelio y Bitana nacieron hermanos del mismo vientre con diferencia de tiempo de unos minutos, Bitana fue primera. Aurelio, sin embargo, gritó primero, Crecieron y se educaron apegados a las faldas, cuidados y enseñanzas de la Mamita Andrea. Sabia, aguda, de prevenida y prudente inteligencia. Adultados ya, Bitana no buscó marido mientras Aurelio se aposentaba a tiempo parcial lo suficiente para enfamiliarse sin abandonar, para toda la vida,  la compañía y protección de su melliza Bitana, quien siguiendo las normas de la comunidad familiar, nunca asistió a las formalidades escolares. Todo lo aprendido fue el fruto de sus contactos con sus hermanos, padres y otros familiares. Llegó a saber hasta de filosofía. Con frecuencia, Aurelio solía traer nuevas informaciones procedentes de la escuela, periódicos, libros, informativos radiales, etc. que originaron largas discusiones conceptuales y sobre precisiones históricas. Aurelio siempre quiso exhibir su condición de bien leído con lo que pretendía elevar las imposiciones de sus afirmaciones así que percibir que sus argumentos corrían el riesgo de quedar enredados y acorralados entre los agudos extendidos de Bitana,  se le escuchaba llamar la atención inquiriéndole con cierto desdén a su hermana: "...Y de dónde es que tu sacas tantas cosas que solo tu conoces ?  La prudente Aurelia, humilde pero bien apertrechada, solía recordarle: "Me se lo que tu mismo me lees todos los días, lo que dice la radio, lo que cuentan  Mamita Adrea, mi Pai y todo lo que cuentan mis hermanos que leen tanto como tú pero yo lo sumo todo y tu eres solo uno. En la terraza todos escuchaban admirados, tolerantes y hasta un poco turbados. Se acostumbraron todos a valerse de Bitana para recordar fechas históricas, detalles de eventos sociales y familiares, relaciones de descendencias entre allegados, relaciones de cuentas monetarias, cabañuelas,  predicciones de temporales, advertencias sobre sequías y hasta aciertos sobre temblores de tierra. Bitana siempre fue la más precisa, sobre todo, más precisa que Aurelio.

A VISTA SIN FINAL

Coalescen hoy las mieles de un amor
Rebosan los huecos de una ansiedad
Ondulante y rebelde bajo momentos
Materiales, densos, de oscura gravedad
Celebramos despiertos los festivos soles
Conminados por danzas de nuevas hadas
Liberadas de aguas heladas, confinados
Glaciares inmensos, distantes, inmóviles
Brotaron rosales, lirios y violetas azules
Nuevos jardines de un divino romance
Sal y sabor de nuestra dichosa historia
Deshilada de redes y ovillos de seda
En imperdible filamento a vista sin final.

LLANTOS CONGELADOS

Detenido bajo el manto de una oscura noche

El invierno retuvo congelados nuestros llantos

Hasta el encuentro de esta rescatada primavera

Rebosada de flores repartidas entre los prados

Trillados por caminos distintos hasta la meta

Abierta y profunda, enraizada y repartida

Venida a voluntad de otros dioses del Cosmos

Derroches de bengalas rosadas y azules

Iluminan el verbo encarnado de nuestro amor

Resguardo sagrado, recompensa a la espera

Sacrificada, cronología calculada en los cielos

Donde mora el silencio de nuestros juramentos

Caoba tallada contra los vientos de tormentas

Tropicales, pulida y repuntada en lealtades

Inconfesas de pensamientos y tiernos fervores

Brasa votiva de resplandores articulados a reloj

Sin azares, siempre a favor de prevista certeza

Difuminadas en promesas prestas a cumplirse.

DEFENDIÓ LA RIMA

Mi padre fue un gran poeta
Retórico muy cabal
De también verbo formal
En su escritura un esteta
Admirable su carpeta

Ya no se escribe poesía
Se lamentó triste un día
No se quiebre Don Patricio
La forma es solo estropicio
Dele a su alma sin porfía

Los decimeros rurales
Lo mismo así los güireros
Fueron buenos, los pioneros
De los tiempos de los "vales"
Pero hoy no pasan de "tales"

Defendió a muerte la rima
Vióla cual diosa en su cima
La nostalgia lo hirió tanto
Hasta abandonó su canto
Siempre habrá un viejo quien gima

TORMENTOSOS VIENTOS

Tormentosos fueron los vientos y tenebrosos nubarrones
Desatados en escándalos de centellas y trepidantes noches
Consumidas bajo el peso detenido de insomnios plomizos
Crueles sirvieron los cuchillos del amor sus rojas heridas
Abiertos los portales a la ilusión, nos clavó sus colmillos
La fiera de las pasiones desatadas, conmovidas del humano
Es oración del inconcluso poema de Dios aun por completar
No duermen mis memorias la paz de la razón sin recordarte
No guarda un resquicio mi libro donde no more tu presencia
Donde no vibre la sonrisa inocente y el incendio de tus labios
Añoran los sentidos de mis carnes el calor ardiente de tu piel
El olor de tu aliento y sudor, coalescentes en gotas de amor
Claves transparentes a los rosales de tu vientre por descubrir
Oleaje reservado de cultos al sol de la vida bajo tibias sombras
Abriéronse las extraviadas grutas de los conciertos y sinfonías
Entonados a nombre de esperas redimidas en verbos sagrados
Hoy remontamos sobre los despiertos cerros de los recuerdos.

SIN FELICIA NO HABRÁN HUMOS

Convocada la reunión

Llegó a más de cien la cuenta

Cardenales, no hubo afrenta

Ya hasta el más nuevo era un don

De expertos era el montón

Catedráticos los unos
Muy geniales los campunos

De televisión los otros

Pero ahí no están los potros

Sin Felicia no habrán humos.

AMOR DE SIEMPRE

Nunca olvides que nunca he olvidado tus encantos
Tus recuerdos me zanjan cruces en alma y cuerpo
Entre opuestas estaciones, de oriente a poniente
Tus carnes hembras, trémolas, túrgidas y tiernas
De cachorra entera resuelta en líbidos humores
Tibios, sonrosados, despiertos en tus mejillas y labios
Se conjugan en celosos aromas esfumados de tus senos
Lidiaré contra las betias feroces de olvidos y distancias
La llama de la antorcha triunfal hará luz en los colores
De tus entrañas compelidas por este amor de siempre.

EL BATE DE RAFAEL REYES (DECIMA)

No es palo corto este bate
Ni afectado de estulticia
Obsérvalo bien, Felicia
No se pierde en disparate
Ni en chocherías se desquicia

Véalo bien, Francisco Suero
Batea la filosofía
Debe ser de fina cría
Buena escuela, buen agüero
De buen guiso ese caldero.

AFILIADO A TU SUERTE

Dubitaba el respiro de mi alma sin aliento
Al cruzar los amaneceres hasta desvanecer
En cerradas noches de inciertos silencios
Solo grillos subían al altar de sus rituales
A vibrar las cuerdas de sus estridencias
Contra los espíritus adormecidos de mi paz
Corren los inciertos días de una cierta cita
Ansiosa con urgencia de parto por ser hijo
Razón impar del cielo contraído a un pensar
Límitado por la suerte de haberte conocido
Prisma de mis versos al dios de nuestro amor
Eres el sobrerrelieve tatuado en mis sentidos
Guía de unos sueños firmemente afiliados
A tu suerte y gracias, mi dicha y tu felicidad.  

AL ARTE DE LA CIENCIA

Signos fluidos sirven las letras al decir ciencia
Lienzos dibujados de saberes, asiento de Eufonías
Y oraciones silvestres enunciadas desde las almas
Elevan y difuminan sus melodías a los divinos aires
La luz de sus musas es arte del inspirado pensar
De los dioses del conocimiento profundo y veraz
Lógico y relleno hasta los bordes de la dulce razón
Sifón inmaterial de puros y nobles pulsos del alma
Sentidos y alzados en olas de sublime virtud única
Libro del bien y el mal, código libre del Cosmos
Abierto en algoritmos de simples rimas musicales
En tonos arreglados para cantar amor a lo bello
Del Universo y su ondular de horas y ordenadas.