sábado, 28 de julio de 2012

LA SAL DE MIS DÍAS

Mi hija carga el peso de su mirada contra mis ausencias
No sintió mis manos durante sus noches alargadas por los asmas
Hiel de un amargo helado que aun destila por su garganta
Hierven en mi las cicatrices de sus memorias despiertas
Puedo sentir sus cortadas mortales, más profundo que el dolor
Las culpas del suicida sobrecargan la presión de esta caldera
Me infartan  todos los sentidos,  la tormenta rompe por mis ojos
Los gemidos sibilantes de una niña  derramada en su ahogo
Torturan mis noches, silban los tímpanos, tintinean unas lágrimas
Contra la inflamación de sus amígdalas y el amargo de sábila
Ausente mi  nombre, mi caricia, mi voz, mi mirada y mi aliento
Ausente el honor, el deber obligado, el calor de la mano que cura
Sólo Dios como Dios bendijo la pócima  del sanador y sus palabras
Las oraciones infalibles rogadas por abuelos mandados del  Cielo
Los  más ricos de su amor, cubrieron las cuencas de mi lugar
El cielo entero abarca menos que lo agradecido a sus luces
Ella es mi sal, la amo hasta el morir con la fuerza de todos los todos.

jueves, 5 de julio de 2012

EL CRUCIFIJO SOBRE TU PECHO





Cae el crucifijo sobre tu pecho
Justo a la puerta del abismo que me desafía
Junto al piso de sus montañas
Momentum de la brutal explosión de mis sentidos
A la sombra de mis razones
Tormenta que late a punto de desatar sus amarras
De esas guirnaldas donde cuelgan atados
Déjame soñar que remonto sus picos
Como alpinista adolescente que se muerde los labios
Cuando el vapor que los envuelve me trae su calor
Llevando mis latidos a los limites del surmenage
Uvas gigantes que quieren estallar entre mis manos y mi boca
Para beberlas sin cortejos ni limitaciones
Hasta la insaciable saciedad de mis locuras..


Abril del 2002