miércoles, 30 de noviembre de 2011

REDIVIVO

Redivivo, nadie me ha de esperar con cargas de nostalgias, ansiedades ni revueltas
Mientras los horarios y las fechas se van diluyendo entre los amores evaporados junto a los sueños
Petrificadas, sin embargo, van quedando las obsesiones enquistadas en los surcos de nuestras venas
Ocasionando la asfixia durante las noches desesperadas que ansían recibir las luces estrelladas del brillo
Rutilante como el de sus ojos, siempre despiertos, pero siempre lejanos de la quemante verdad
Tumbáronse contra el césped descampado mis proyectos de viajes infinitos en mi nave perfecta
Alimentada de impulsos juveniles inagotables y de risas sin miedos a los confines del universo 
Nuevos aires ligeros y tibios llegan por mis ventanas anunciándome que estos recuerdos liberan sus alegrías
Cediendo su compostura cimbreante al ritmo de las quebraduras y los acodos de sus caderas
Me infligen sus punzadas con el fino decir de sus decires, vivaces como de víbora enrojecida
Atizadas las flamas fulgentes tras el incendio de sus risas por los demonios de su cohorte infernal.
Anciana es la noche que se pierde en la asíntota infinita de la oscuridad de mis horas por desvivir contando los astros.
No volverán mis temblores de rodillas, las mojadas inconfesables ni mis sustos sobrenaturales a acelerarme el pensamiento
Irredento serviré las muletas de mi resignación al Dios de los amores inconclusos pero irrenunciables.
Regresaré a desandar las aceras de la aldea abandonada, una mañana reluciente, una tarde de sol y otra nublada
Rezaré tu nombre caminando de codo a codo los patios escolares, las callejuelas difusas y los bordes de tu casa
Ordenaré una oración a la memoria de nuestros padres, amigos y hermanos que miraron nuestras miradas.
Nuestros amores seguirán viajando sobre la nave eterna de los pensamientos hasta descubrir el cruce abonanzado del amor que aun nos espera.

viernes, 4 de noviembre de 2011

ADOLESCENCIAS

 

Ni siquiera me atreví a mirar tu partida truculenta
Despedazante como la mordida jifera del zopilote,
Estallaba mi voluntad herida lista ha lanzar el grito de guerra
Oponerse a lo macho, a lo guapo, a las malas de la mala sangre,
Oponerse al escarnio merecido por mequetrefe,
Oponerse al estropicio flagrante contra los cristales del orgullo que sangra,
Oponerse al torrente de prudencias que llena de  algodones  a los 
copos del tiempo,
Ya avanzan las rutas del otoño a remontar las inclemencias de las noches de invierno
Ya avanzan a congelarse las emociones atropelladas por la brisa congelada.
Ya avanzan las noches de las horas largas con su zumbidos de muerte,
Volverán las brisas cálidas del junio tropical a nuestras aguas?
Volverán los soles calcinantes de los largos días estivales?
Volverán el calor de tu aliento a estremecer los nervios de una tormenta?
Vendrán las aguas de mayo para bañarte de San Juan,
Vendrán las cópulas julianas de las bestias mayores,
Vero nunca el fuego que guardo para quemarte será vencido 

Pero nunca la tormenta que atesoro para purificar tus praderasesparcirá sus aguas
Nunca, nunca en otro tiempo que no sea el de tus mareas nereidanas,
Nunca, nunca fuera de las noches de tus lunas saturadas de versos de los océanos
Sólo en los cielos de tu boca hallarán mis gritos sus resonancias,
Sólo en tu vientre buscarán mis humores la tormenta de mis deseos
Sólo entre tus brazos hallarán mis cálculos la temperatura de lo perfecto.
Yo cambiaré mi memoria por la paz de tus pechos inflamados,
Yo venceré mi orgullo de guerrero ante el hormonal incendio de tu voz quebrada.