El sistema beneficiado tras el aprovechamiento de ventajas económicas desiguales al ejecutarse los intercambios transables, mercadeables o comerciales de los que parten las acumulaciones capitalizables de nuestro negociado moderno, civilizado.
Diversas ventajas sociales favorecen el funcionamiento anatómico, de esta evolucionada biología social, termodinámicamente provechosa en favor de la organización forzada, no casual. no aleatoria.
Se refuerzan así, las diferencias humanas, típicas, del cuerpo social. en las que se sustentan, fundan o apoyan las luchas que fuerzan o estimulan el psiquismo neurológico animal, especialmente, el mostrado palpitantemente en el desarrollo que sigue la inteligencia cultivada como lógica humana.
De ese mecanicisismo inteligente, lógico, se generan las competiciones conducidas por esa inteligencia lógica, por la adaptación y superación que motiva o impulsa la aspiración que genera la constante del gradiende positivo que estima nuestra conciencia mental positiva hacia el perfeccionismo, asumido como virtud natural.
Este mecanicismo natural, resulta así aplicado a los procesos políticoa de los que parten los esfuerzos transables, obreros, capitalizables, que luego pasan a engrosar las inmensas masas económicas de unos Estados Nacionales, sus instituciones bancarias, multinacionales, regionales, mundiales, como fuerzas contoladoras, públicas a través de los sistemas políticos, poderosos. habiles para manejar conjuntos regionales y multi-Estatales,capaces de imponer las directrices culturales, ideológicas, de control universal, a través de los mercados, la ciencia, los pensamientos colectivos, hoy bajo la poderosa covertura de la casi ilimitada, "Inteligencia Artificial".
Cualquier proyecto económico, bajo control del Capitalismo, acumulador de bienes transables, como hoy se impone, a fuerza de las armas del Capital Acumulado, como fuerza consensual internacionalmente transable, por tanto, inteligentemente controlable, al amparo mismo de la acumulación misma del conocimiento, capital social, tangible como intangible, controlablemente poderoso.
Los controles milittaristas, guerreros, tienden a imponerse así, sobre cualquier proyecto político, a fuerza de ese poder acumulado, monetarista, consecuentemente militar, ideológico, intelectual-científico-espiritual, como peso cultural. Resultados históricos de difícil reversión, hoy vigentes, tangibles, constituyen casos de imposcicíón de la diplomacia militar, los de América Latina, Asia, Africa y la región Arábiga.
Será necesario superar siglos, antes de que casos como el de imposturas como los de Estados creados e instalados a modo de fortalezas militares de choques, lleguen a ser superados, fuera del control mayor de concentraciones capitalistas programadas como dominios infranqueables. Israel no ha sido la única construcción artificial diseñada, protegida y armada con la finalidad de constituirse en fortaleza proximal con la finalidad de ser entente expresa, frente a la región de Medio Oriente.
El territorio conolonial, conocido como "Haití Español", fue estimulado, respaldado y hasta bendecido por El Vaticano, que entonces era reconocido como arbitro moral, con la finalidad servir de valla o muro de contención, a la incipiente inclinación de esclavos africanos que escenificaban actos de rebeldías y amenazaban con declararse libres, independizándose de los gobiernos coloniales.
Como ahora sucede con Venezuela, Iran Haití, Cuba y Nicaragua, Rusia y otros, han sido sometidos a los rigores de unos castigos del portento capitalismo, cuyas consecuencias resultan desvastadoras armas aplicadas en el marco de esa guerra escenificada como reto definido como definición de la acumulación del poder del capitalismo.
Belice es otra creación inglesa moderna. Panamá es otro invento desprendido de Colombia. Guyana es en gran parte, un intento de despojo del territorio de Venezuela.
En Asia, Paquistán es una creación inglesa para contener a La India. Taiwuan, Macao, las insinuaciones sobre Zulia y Santa Fe, Filipinas, Sur Corea y Sigapur constituyen artificios militares impuestos por el denso poder del capitalismo, solo por citar algunos improvisados ejemplos.
Todo esfuerzo transable, comercializable como mercancía valorable como negocio: energía muscular, mental, espiritual, artística, científica, resulta capitalizable, como tal, finalmente, es la instancia del esfuerzo obrero, quien termina aportando los resultados de cualquier cambio que implique cualquier proyecto de recuperación eonómica en el sistema productivo del capitalismo, sean estos esfuerzos seridos por un obrero arenero que llena un camión transportador de materiales areneros, en un camión sueco, el tirador de mezcla de una construcción en un túnel del sistema de transmporte colectivo, el obrero beneficiado en sus labores mineras, el profesor que imparte clases a los hijos de los obreros, el guardia que sirve en la milicia, el mecánico que repara mi automóvil, etc....
Es así como, en última instancia, cualquier cambio monetario, que valga para dominicanos, argentinos o boricuas, siempre, el capital será pagado por el sacrificio obrero, en Chiina, Washingtown, Haití o en la UASD dominicana.
Resultan miopes, tontos o paranoicos, quienes, conociendo las propiedades de esos números aplicables al rendimiento económico capitalista, buscan o bociferan en contra del redituable beneficio que aporta al desarrollo capitalista domnicano, el aprovechamiento convetible de la mano de obra obrera que construye y repara túneles, construye hoteles, siembra plátanos, arroz, pollos, huevos, malanga, papas y hoteles para albergar los turistas dominicanos y extranjeros.
Obstusos, se niegan a beneficiarse de su propia comida, se niegan a engordar el burro que los carga, se niegan a eseñarles como cargar, curarles sus mataduras para que puedan laborar, son suicidas económicos.
El "Caso Argentino", abordado con cierta inteligencia de la oportunidad, es el resultado típico de la con aprovechamiento o cocecha de un cultivo diseñado , armado y desarrollado al amparo de un proyecto geopolítico, militar, fraguado contra la sociedad suramericana, a partir de programas económicos, inteligenes, capaces de evitar que la tendencia peronista, de arraigada bases populares, pudiera fomentar sus inclinaciones populistas, a partir de sus agigantadas producciones de cereales, bases de su crecimiento histórico, fundado en el trasiego de la obrería popular europea, de altos perfiles en la demanda intelectual, contraponíéndole, en cambio la entente militar fascista impuesta a sangre y fuego, en Chile, como barera y aplicación del aprovechamiento, fomento y consolidación de la estructura teórico-capitalista de la consejería económica sustentada por la implacable estructura colonialista, militar, economicista, concebida y estructurada desde la fortaleza militar e intelectual germana e inglesa, como plan militar, ideológico y geopolítico.
La inteligencia militar, capitalista, diseñó, armó y precipitó la desesperación, tonta, impreparada, entrampada de la Guerra de Las Malvinas, llamada a justificar la destrucción militar, política y económica de Argentina, tal como se logró desarrollar, con un libreto impecablemente actuado, que, ya hoy coloca su acento en el programado ascenso del facsismo internacional, propiciado por la inteligencia geopolítica conducida por los ideólogos estudiosos, pragamáticos, dominadores y conductores de la psicología de los rendimientos capitalistas.
El paradigma judeo-cristiano, propiciado por pensadores mundiales, icónicos, seguidos casi con adoración, por el intelectualismo de los últimos dos siglos: como Friedrich Engel, Karl Marx y Frederich Nietzsche, sentimentales, histórica y familiarmente, inducidos a ser convertido en auténticos rezadores morales, en última instancia, judeo-cristianos, resultan hoy, estrujados y compelidos, entregados a soportar los arrolladores pinchazos del sadismo santificado hoy por Javier Milei. Hemos de esperar con que con certeza calculada, las improntas económicistas auspiciadas por este inteligente, desalmado cultor del sionismo neofascista, logre un exitoso repunte de la economía argentina y la de otros estados de Latino América, incluida La República Dominicana, impulsados por un programa internacional de recuperación y consolidación de espacios desalentados por los abandonos verificados en cuanto la importancia geopolítica sufrida por las repúblicas hispanas de las antiguas colonias españolas.
Una verdad, monda y lironda, mal lucida, pero económicamente redituable, -por lo menos a mediano y corto plazo-, es que en el caso República Dominicana-República de Haití, el proyecto migratorio programó invertir de modo urgente y compulsivo un programa de formación escolar acelerado, incluido el fomento de las lenguas francés e inglés, con la finalidad de que la expansión de la masa obrera dominicana exportable hacia Estados Unidos, sea filtrada, seleccionada, educada, de modo que República Dominicana pase a ser filtro de control de migraciones extrangeras, educadas, identificadas y depuradas, incluyendo diversas nacionalidades.
Finalmente, entiéndase, que todo programa de masificacón de la producción, favorecida por la sociedad capitalista, está dirigido a cuidar el sistema de recaudación de los ingresos propios que genera la misma obrería, la , producción de bienes a bajos costos y el control programado de la pobreza como estructura en la que basa sus rendimientos la Sociedad del Capitalismo. Pensar lo contrario, no pasa de ser una masturbación religiosa, moral, filosófica y poética de los suicidas económicos que venden las parcelas marinas inmoviliarias de Sir, Santo, Don Tomás Moro, Canciller del Reino Británico.
