sábado, 20 de mayo de 2023

ALGUNAS PREOCUPACIONES SOBRE INPREVISTOS MONETARIOS INTERNACIONALES



"...emmanuel-macron-europa-debe-reducir-dependencia-dolar-estadounidense.."

Este encabezado corresponde al de un titular aparecido en un periódico dominicano.  Esta ha de constituir una afirmación, auténticamente "pesada", que bien merece preocuparnos no solo como entes dominicanos acogidos al sistema económico amparado por la gravitación del poder controlador y estabilizador del signo monetario " dólar". 

La poderosa influencia como valor de intercambio transable, en la que se basa capacidad de los dominicanos para mantener sus derechos y necessidades a la la luz de la civilización cultural en la que nos hemos formado y somos parte, nos ha de hacer prever que en caso de algún deslizamiento, sea este suave o brusco, siempre será la clase obrera, la señalada de modo natural para asumir las cargas, es decir, los sacrificios propios sobre las calidades sociales, huuanas sobre las que caminamos por todos los camios de nuetra civilidad. 

El sostenimiento de nuestras formas culturales de vida, nos llama pensar en que de modo natural, siguiendo las lógicas económicas de nuestra sociedad del capitalismo, como cultura fundada en los ordenamientos establecidos, estamos llamados, conminados y obligados a asumir los esfuerzos de los costos de estabilización y nivelación capaz de cuidar, como clase obrera, la normalidad de los privilegios demandados por las clases dominantes, como manda Dios. Esta, reitero, ha de ser una preocupación constante de nuestra sociedad. 

Mucho habrá de valerle  al poder dominante que sobre las cartas establecidas, leyes, constumbres, constitución,  sistemas de creencias, etc. la obediencia social obrera, se mantenga estabilizada, sin provocaciones, sin sobresaltos ni saltos. Ojalá que estemos listos para asumir los cambios prvisibles, mientras se dan esos posibles reajustes monetarios correspondientes a los intercambios de esfuerzos transables o monetarios.


viernes, 19 de mayo de 2023

EXPLORACIÓN INMOVILIARIA POR JUAN DOLIO

 

Ok., Bien. Bueno, Ya pueden darse cuenta de que voy más o menos montado en el riel  que corresponde a lo que busco contar..Si, se me ocurrió conminar a mi amigo a que me acompañara a iniciar una gestión de bienese raíces, eobre el area geográfica de Juan Dolio. Al llegar as edificaciones esas que nombran....(..algo así, como ....peaje...) nos equivocamos al tomar el carril asignado para pagar el mismo,..)

Un par de muchachos con uniformes oficiales de policía, no detubieron, se nos armó un rollo al tener que retornar, despues de revisarnos la documentación, según la rutina, el joven policía recomendó que fuera cargada la correspondiente contravención legal. mi compañero, clamó y fuimos concedidos del chance con boches correspondientes, a los dos viejitos, como fue citado por la policía mujer. 

Finalmente, luego  del desorden del entaponamiento profocado, los insultos y el insoportable coro de vocinazos, rsultó que no aparecía mi carnet de la licencia, debimos salir de la estación esa, detenernos más adelante revisar de nuevo la cartera, no aparecía el documento, mientras en la cartera se observaba un desusual bulto de papeletas grandes, nuinca presentes conmigo, más un docena de tarjetas de creditos. 

Tranquilos. no duró mucho mi ilusión de ser millonario, la cartera correspondía a la de mi amigo, Resultó que durante la revisadera, mi socio tomó mi cartera, se la guardó y me entregó la propia de el mismo. 

La confusión me rompía la cabeza. Terminaba así mi vergüenza ante tal desorientación. Felizmente íbamos parejos, copiloto y piloto, llegamos casi a San Pedro de Macorís, antes de percatarnos que ya pasabamos de Juan Dolio, regresábamos ya cuando nos dimos cuenta de que estábamos ahora en Guababery, decidimos celebrar nuestras excelentes virtudes memorísticas, almorzando pollos en un tarantín levantado por unos extranjeros sepias,  al tratar de devolvernos por unos callejones extrañísimos. 

Finalmente, por si acaso fuera alguien a sospechar de que me acompañaría  mi socio el Ing. Martínez, no, no fue el caso, este no estuvo invitado, porque se excusó bajo el pretexto de que está muy ocupado fabricando papeletas verdes, para los proyetos medioambientales sobre el expansionismo turístico nacional. 

miércoles, 17 de mayo de 2023

CEGUERA ARREGLADA PARA NO MIRAR

 

Cierto, ciertísimo es, que el intercambio de esfuerzos transables como bienes y servicios que hacen valer sus utilidades por medio de certificados monetarios, fundamentalmente mediante compromisos atestigudos como promesas, ofertas y entregas futuristas de calidades respetables, hoy en día amenaza con desplomarse ante las incertidumbres y desregulaciones impuestas por los desequilibrios con respecto a las incapacidades de respuesta firmes por parte de deudores tan potentes como los Estados Unidos de América. 

Constituye una advertencia mayor. Imaginar que Argentina asiste a un proceso interno de incapacidad para reparar a tiempo sus fuerzas transables, es ya historia repetida mil veces. Hecho que deviene de la necesidad de emparejar su fuerza de producción transable como intercambio monetario, hoy desequilibrada ante la paridad rota de su producción de bienes y servicios, no es  comparable con el caso del inmenso mar de la divisa productiva, ese océano reproductor que significa Estados Unidos de América. Sin embargo, un deficit productivo relativo, de este, es un déficit que de algún modo significa. 

Pero el alcnce significativo de este océano, resulta tan poderoso, tal que los efectos de las fuerzas de arrastre de sus oleajes, son capaces de desestabilizar todos los centros de gravitación económico-monetario de todo el planeta. Ventajosa resulta, en estos casos, la oportunidad de contar con masas obreras productoras, contratadas a bajos costos, capaces, sin embargo, de sustentar las previsiones de los oleajes regionales. Como puede explicarse que República Dominicana haya logrado sortear de modo relativamente suave el estremecimiento económico provocado por la panedemia ?. 

Más allá de los santos y bien llegados auxilios económicos servidos por los beneficiaros de la mano de obra barata que sirve la numerosa masa de emigrantes dominicanos, fue igual de útil y oportuna la mano de obra servida, compensatoriamente, pero en condiciones de baratura máxima, por la obrería de la que se sirve la economía dominicana, que no protesta por bajos salarios, no reclama prestaciones laborales, no demanda al Estado, no sabe como evadir compromisos tributarios. 

Para bien  aparejado con sus concomitantes males, las ventajas que hacen crecer la harto creciente economía del sistema dominicano, con su valorado cambio monetario, fundado en esa productividad que le reporta su magnífica fuente de obrería barata, capaz de colocar las oportunidades de inversión extranjera, en niveles recelados y envidiados en toda la zona comercial en la que inciden los resultados de esas ventajosas ofertas de servicios soportados como producto competitivamente difícil de igualar.

Nada, ni loco alguno, capaz de estar enterado del poder de las fuerza social de la economía, ha de inventar ni intentar, seriamente hablando, deshacerse de esta relación de valor  con respecto al intercambio de esfuerzos transables, sobre el que las ventajas relativas, apuestan tan comodamente a tantas ventajas que ya, hasta los organismos de discusiones medidoras y mediadoras, han pasado a relcamarle al Estado Dominicano, que de forma moralmente creíble, reduzca los niveles de tan ventajosa explotación, cuando menos, elevando los niveles de la oferta educativa, de salud y de oportunidades de crecimiento social entregados a la obrería que hace crecer la economía dominicana, que la ceguera arreglada y deshumanizada se niega a reconocer.

 


martes, 16 de mayo de 2023

LOS ECONOMISTAS MENTIROSOS

 

De nuevo me mueve la macabra gracia de comentar sobre la perversidad de algunos economistas mentirsos, dañinos, perniciosos, que aun dominando, conociendo con pura certeza, la verdad relacionada al poder  decididor que en materia de acumulación capitalista, posee el control de la mano de obra productora sobre bienes y servicios transables a través del sistema monetario que sirve de fidelidad contractual entre los intercambios de la sociedad humana, pretenden, por un lado, aprovechar esta poderosa herramienta de manipulación social, mientras por otro pretenden negar la inminencia irrebatible de su real existencia, que, como mandato divinal,  rige la civilización de los intercambios monetarios.

Sea de honor reconocer que, en nuestro país, ningún economista profesional, respetable, se ha atrevido, por lo menos en público, a negar los recientes y reiterados pronunciamientos, hechos en presencia del Presidente de La República, por el Ministro de Agricultura, en los que advierte, que "sin mano de obra haitiana, no habría industria agrícola dominicana, mucho menos cocecha de arroz".  Tampoco, -hemos de agregrar-, habría alimentos baratos capaces de sustentar la industria turística.

Desde Alaska hasta Usuaia, toda la sociedad humana hace valer la acumulación de esfuerzos transables a través esos intercambios que rigen los ahorros y la explotación de ventajas acumulables  de esfuerzos transables, negociables, mercadeables, para bien y mal de la civilización  humana. Todas la aglomeraciones humanas en las que el empoderamiento social se expresa como dominio y control de las fuerzas de sus propios congéneres, aplican sus ventajas naturales y concertan intercambios de poder transable. 

Es la fuerza de acumulación y explotación de la sociedad capitalista. Es la medidad inevitable de ese intercambio que fuerza a los poderososos Estados a expandir e intensificar sus demandas de brazos laborales. 

Millones de seres son admitidos, como fuente de explotación laboral, para llenar las plazas de esa demanda en Estados Unidos de América, Europa y todas las demás aglomeraciones que demandan producción a cambio del menor costo contable. República Dominicana, ventajosamente, cuenta con una mina de mano de obra que durante par de siglos viene beneficiando como Estado favorecido dadas varias condiciones históricas que así lo han determinado, de fácil explicación, que no es el caso, en este instante, de derivar en su atención. Todos conocemos  las ventajosas condiciones que aseguran al Estado Dominicano y sus amos internacionales, para que siga creciendo en poder económico, político y social en general. 

Todos conocemos como se avientan las arcas privadas y oficiales, tras el aprovechamiento de la mano obrera que ya se hace tan evidente en los servicios de hostelería, construcción, comercio, explotación agrícola,  etc... 

Sin embargo, siguen los ruidosos interacivos radiales, televisivos, congresistas brutos, políticos mentirosos,  migrantes cabezones, curas y hasta predicadores extraviados, maldiciendo los favores obreros que al Estado y la sociedad dominicana venden o transan sus esfuerzos, siempre con ventajosas oportunidades comerciales para quienes los contratamos.

Sabio, perpicaz, el presidente de La República, vocifera, amenaza, denuncia la migración, lo hace en publico, ante la presencia de muchos medios públicos, de día, mas, por las noches hace lo inevitable: acomoda la transacción favorable de toda la obrería de la que depende la gracia del crecimiento económico de la República Dominicana, como lo manda Dios, a favor de unos y otros, según la civilización que recorre los tiempos.