A tiempo de nula dimensión Dios atraviesa el Cosmos
Es un pulso, un instante, es un latido del universo
Leve razón inmaterial de sabores vueltos giros
Vértigo total contra celeridad de los sentidos
Truncas lógicas ajorradas en tránsitos oscuros
De convenios sumidos en avistamientos del alma
Donde inciertos y exclusiones nos cuentan otras certezas
Casi imposibles pero inmensa su luz historiadora.
Mìnimos esenciales, temblor de materia sin cuerpo
Que atraviesa la infinitud sideral libre de gastos
Desde la fuente primera, sin límite todo densa
Sin muerte ni vientre maternal, filo del pensamiento
Surto en la flecha de una gravedad que inconmovible
Burla los dígitos de las más nobles inteligencias.
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