viernes, 4 de noviembre de 2011

ADOLESCENCIAS

 

Ni siquiera me atreví a mirar tu partida truculenta
Despedazante como la mordida jifera del zopilote,
Estallaba mi voluntad herida lista ha lanzar el grito de guerra
Oponerse a lo macho, a lo guapo, a las malas de la mala sangre,
Oponerse al escarnio merecido por mequetrefe,
Oponerse al estropicio flagrante contra los cristales del orgullo que sangra,
Oponerse al torrente de prudencias que llena de  algodones  a los 
copos del tiempo,
Ya avanzan las rutas del otoño a remontar las inclemencias de las noches de invierno
Ya avanzan a congelarse las emociones atropelladas por la brisa congelada.
Ya avanzan las noches de las horas largas con su zumbidos de muerte,
Volverán las brisas cálidas del junio tropical a nuestras aguas?
Volverán los soles calcinantes de los largos días estivales?
Volverán el calor de tu aliento a estremecer los nervios de una tormenta?
Vendrán las aguas de mayo para bañarte de San Juan,
Vendrán las cópulas julianas de las bestias mayores,
Vero nunca el fuego que guardo para quemarte será vencido 

Pero nunca la tormenta que atesoro para purificar tus praderasesparcirá sus aguas
Nunca, nunca en otro tiempo que no sea el de tus mareas nereidanas,
Nunca, nunca fuera de las noches de tus lunas saturadas de versos de los océanos
Sólo en los cielos de tu boca hallarán mis gritos sus resonancias,
Sólo en tu vientre buscarán mis humores la tormenta de mis deseos
Sólo entre tus brazos hallarán mis cálculos la temperatura de lo perfecto.
Yo cambiaré mi memoria por la paz de tus pechos inflamados,
Yo venceré mi orgullo de guerrero ante el hormonal incendio de tu voz quebrada.

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