sábado, 30 de marzo de 2013

REINO Y PRINCESA




El aliento silvestre de su piel de algarroba en flor se cultivó detrás de la montaña

Hubo distancia sin medida desde su llanto apagado tras preguntas sin respuestas

De las palabras sin soles regalados por el hada de los versos líricos sobre la luz y las sombras.

Fuimos secreto de oración divina por el perdón exacto, plegaria infalible por hoy

Su nombre llegó inscrito en la lúdica mirada de Adán a la depresión de su costilla

Estuvo en los cuadernos originales de Dios, pronunciado en los edictos del amor

Por ángeles guardianes de única verdad, premio inmenso, miel de mi vida: tu vida

Llegaste a la hora justa de la razón, por la corriente del espíritu y mis carnes vivas

Al claro momento, conjunción cósmica, sello cierto del balde raso, alma y cuerpo

Relumbrado cristal, brillo inconmovible de mi regocijo, honor real para mi ilusión

Retumban en la armadura de mi pecho las resonancias de tus pulsos coronarios

Al instante único del continuo aliento entre nuestros sentidos: pensamiento y carne

Si de una pena te duelas, dos veces duela mi alma pero si ríes llenas mis horas de paz

Tu azul es mi azul, tu rojo mi rojo, sueño cuando sueñas, reino, padre y princesa.

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