lunes, 7 de abril de 2014

NADA DIJO TINTO

Mujer de mis amores, el brillo del día ya reluce este domingo de cuaresma 

Campanean en mis adentros los llamados de mi madre para ir a la misa

Vale bien aprovechar la ocasión para convocar a que me acompañe Tinto.

Despertemos desde ya los mejores instintos del espíritu de su divina infancia

Inflamados de dulzura, hijo y madre enderezan el desayuno y todos los arreglos

Se abrieron las puertas de salida, el adiós y los besos sagrados a hijo y padre

Todos los ritos fueron cumplidos, la misa, el saludo al párroco y final bendición

De camino llegaron a saludar donde Serena, novia de tiempos sin final previsto

Hubo saludos entre café y cigarrillos, ternuras y dulces para el despierto infante

Cómplice inocente de gestos y recuerdos entre sonrisas y arreglos de borras

Instantes extendidos de la despedida fueron ocasiones para corcho y vino

Al fin el regreso, la instrucción sabia al niño decía solamente: "no comentes nada"

Llegó Tinto con sus ambas manos entre los bolsillos, estirado, obediente y discreto

Atinó su adelanto al saludo materno sin mediar palabras: "no comentaré nada"

No dijo nada pero los demonios del bien y el mal lo oyeron con toda precisión y despertaron la tarde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario