Vuélvase el amor alma, fusil y poesía
Cántenos el pájaro y truenen los cañones
Cuando y donde griten de dolor los desvalidos
Siempre cuando al desgarre llegan las hienas
Rompe en valor de valiente su ventura
Contra el mal de los muérdagos venenosos
Cruentos parásitos colegiados de la guerra
Amos cancerberos con tanta sed de sangre
Prontos a la muerte del obrero y su universo
Crece sin embargo el pudor de un comandante
Fuerza heroica, no rinde ni canta al retiro
Suyos han sido el triunfo y lucha del hombre
Libre, sin pensamientos encarcelados
Nunca vencido, terminado ni roto.
Puerta de arribos abierta al compromiso
Máximo de la patria que se yergue firme
Sobre los avaros y míseros carroñeros.
¿Quién de nuestros hijos beberá su vino?
¿Dónde irán sus ardientes oraciones por los otros?
Ríos de amarguras, mares hirvientes, dulces sonrisas
Corren por los caminos convenidos de la pureza
Ánfora que riega el futuro florecido a lo grande
Pleno en palmas y laureles zurcidos en su frente
Último almirante triunfal de nuestra nave
Recio de razón, sobrado de honores y sueños vividos.
Rige la paz en la pasión de sus versos enamorados
Crea reinos de sabiduría en la virtud de su verbo
Tea encendida ora por la paz ora por la guerra
Ora por el amor al Cosmos de Dios y los hombres.
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