Francamente hablando, francamente herido, francamente dolido
Esta vez no me importa mucho el obvio talento del hijo y su dolor
Me importan más sus expresas frustraciones, escandalizadas
Más sangrantes, puñalada al corazón, peor que la muerte
Quiebro truculento en cada hueso, mirar la madre atropellada
Escandalizantes como grito de bestia truculentamente hecha herida
Lastimada, adolorida en la carne viva y sangrante de una pena
Infinita, casi inconcebible porque al escándalo sigue el amargo
La hiel que ha tenido que lamerse como alimento a la verdad
Lo cruel de una realidad atropellada en la infinita sinrazón
De los caminos de la vida incomprendidos pero vivos y ciertos
Me duelo de su dolor, me duelo de esta realidad casi insostenible
Me duelo en tanta frustración, humano soy, hijo, padre, hermano
No me duelo porque me duele el amigo, me duelo porque me duele
El amor a la vida vencido, olvidado, abusado, corrompido y yerto
En las tiras de la indiferencia irracional del Estado que nos rige
Del nauseabundo mundo hecho lecho de la barbarie inagotable
Hacinamiento del mal, de la muerte, de la desesperación sin espera
Me duelo porque me duele ese dolor de Hermes que es mi dolor.
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