FLOR DE VERANO

Dentro, muy adentro, hundido donde tanto duele el alma
Llevo asentado tu nombre en signos de matenal y fértil prado
Flor de verano, camelina de tibias sombras y tardes de otoño
Recorrida por los últimos abejorros, agotados oportunistas
Sedientos y desalentados por los miedos al largo desolado
Promisario de primaveras inciertas tras noches de vendavales
Apurados por transgredir el manto invisible de la infinita faz
Me redimen los rayos de tu mirar veloz, profundo y despierto
Soles parejos, simétricos y paralelos que penetran mi pecho
Iremos contra Dios y sus estaciones de poder y tempestades
Verde crecerá el verso bajo la lluvia dejada por las tormentas
Dulce y jugoso será el numen de tu vientre a este invierno.