Como si las amarguras exprimidas de este amargo estío
No fueran lo peor del veneno abierto a nuestro paladar
Truculenta y despiadada, inapelable, sin giros ni tuerzos
La ballesta furtiva de la implacable guerra contra el alma
Me aparta el pecho en mitades de doble dolor sangrante
Pura, la de tanta firmeza de espíritu y valor atesorado
Entre los tiernos anchos de los dinteles de sus hombros
Se esfuma sobre los santuarios ciertos de la realidad
Se inundan las pestañas de mis bajo párpados, tristes
Al vibrarme las cuerdas de sus comprimidos tonos de voz
Seductores, de su amistad clara y dulce sabor a fruta fresca
Lineal, contrapuesta al pensamiento abyecto del mal
Saltaron sus apuestas sobre los odios del encono criminal
Evadieron sus dones los crueles fangos pantanosos
Del sinrazón atildado en impuros reclamos insalubres.
Firme, lucido y libre, su opuesto pensamiento se hizo
Del respeto, noble y grandioso sin maculas ni miedos
Densos y netos fueron tus diálogos virtuosos y sabios.
No fueran lo peor del veneno abierto a nuestro paladar
Truculenta y despiadada, inapelable, sin giros ni tuerzos
La ballesta furtiva de la implacable guerra contra el alma
Me aparta el pecho en mitades de doble dolor sangrante
Pura, la de tanta firmeza de espíritu y valor atesorado
Entre los tiernos anchos de los dinteles de sus hombros
Se esfuma sobre los santuarios ciertos de la realidad
Se inundan las pestañas de mis bajo párpados, tristes
Al vibrarme las cuerdas de sus comprimidos tonos de voz
Seductores, de su amistad clara y dulce sabor a fruta fresca
Lineal, contrapuesta al pensamiento abyecto del mal
Saltaron sus apuestas sobre los odios del encono criminal
Evadieron sus dones los crueles fangos pantanosos
Del sinrazón atildado en impuros reclamos insalubres.
Firme, lucido y libre, su opuesto pensamiento se hizo
Del respeto, noble y grandioso sin maculas ni miedos
Densos y netos fueron tus diálogos virtuosos y sabios.
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