Quiero ser tan libre como un ave sin bandada
Un ave tan libre que al jugar con la tormenta
Mi libertad se vuelva el viento que la alimenta
Libérrimas las rutas de mi alma así encumbrada
Me llevarán sobre las nubes cual reina alada
A los mares infinitos de verdes zargazos
A contar anguilas repartidas en pedazos
De mares, atolones desiertos donde mi hada
Me nombra Libertad, diosa Lansa de los vientos
Albatros, gaviotas y mariposas de inviernos
Sabrán de mi morada alejada de infiernos
Así ha de ser mi alma tan libre, sin acentos
Sin torques ni cabrestos, de ingrávida silueta
Transparente a los hilos del sol, muda y discreta.
Quiero llegar tan lejos, al ras de los eventos
Donde dicen que Dios mora libre hasta del tiempo
Al fin sea mi alma libre la más libre que el tiempo
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