Hola, Mi Negra, eres en mis recuerdos una virgen estremecida por las hormonas
Una tarde rociada de brisas y lloviznas nos creció el arrojo entre los dos cuerpos
Los límites aritméticos de los latidos desbordaron las fronteras de nuestros pechos
Tus aureolas se inflamaron ante mis ojos inundados y mis manos temblorosas
Resignaste tu cuerpo sobre el lecho entregado al ardor en brazas del fuego
Encendido, hechos leña ardiente los brazos, los vientres, las piernas y las bocas
Sorprendidas las palabras dubitaban escondidas entre dientes, quiebros y requiebros
Tus besos salados de sangre enloquecieron la fiera, libre de mi refugio entre rocas
Así transgredimos la paciencia dormilona contra el cabestraje disuasivo de los respetos
Vivos los rosales, las espinas hincaban el placer, brotaron los carmines en las rosas
El amor brotó con sabor de sudores hormonales por cada poro haciendo olas
Echáronse a descansar las palabras pintadas de trofeos rojos carne en los lienzos
Nos miramos sonreídos, embebidos en el susto de la complicidad y las culpas
Condensamos nuestros retos en abrazos, luego los silencios. Aun mi mundo te busca.
Encendido, hechos leña ardiente los brazos, los vientres, las piernas y las bocas
Sorprendidas las palabras dubitaban escondidas entre dientes, quiebros y requiebros
Tus besos salados de sangre enloquecieron la fiera, libre de mi refugio entre rocas
Así transgredimos la paciencia dormilona contra el cabestraje disuasivo de los respetos
Vivos los rosales, las espinas hincaban el placer, brotaron los carmines en las rosas
El amor brotó con sabor de sudores hormonales por cada poro haciendo olas
Echáronse a descansar las palabras pintadas de trofeos rojos carne en los lienzos
Nos miramos sonreídos, embebidos en el susto de la complicidad y las culpas
Condensamos nuestros retos en abrazos, luego los silencios. Aun mi mundo te busca.
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