Carnes enervadas de inocencia en vivo tremor de sus tibias corrientes
Vuelven mi cuerpo esclavo de sus brazos en el lecho de sus pechos
Prado de mis imágenes y fantasías, estallido de mis pensamientos
Lienzo de sensuales sudores sublimados al calor de pasión sin límites
Somos vida y razón de mi cada temblor, de ti cada espasmo de vientre
Eres tatuaje residente en mi devenir y mi presente, marca del triunfo
En cada estadio de mis espacios, de cada noche y día, eterno romance
Sin óbices ni cierres, enlazado entre dos cerros de purezas perfectas
Creados de Dios y engendro materno de tu Universo inmaculado
Convenidos con Los Cielos, los hombres, La Tierra y nuestra felicidad.
Sin óbices ni cierres, enlazado entre dos cerros de purezas perfectas
Creados de Dios y engendro materno de tu Universo inmaculado
Convenidos con Los Cielos, los hombres, La Tierra y nuestra felicidad.
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