Transformada en
signos, Laplace en la poesía
Gira sobre los ejes creadores de Luis Carvajal
Jugador de apuestas al arte de la ciencia y el amor
Entre conjeturas de inciertos, indeterminados y dudas
Derivadas de retos mortales y triunfos sobrevivos
Celebrados a costo de nuevos teoremas complejos
Respiración calculada por monstruos y dioses
Conjunto de poder y certidumbre de lo perfecto
Bajo curvas de areas exactas posibles pero irracionales.
Figuras de la carne irreverente, inevitables cortes del cono
Dibujados al arte y perfección de Los Olimpos
Funciones de senos elípticos, parabólicos e hiperbólicos
En números y versos proporcionados a la carta del Dios
Perfección de lo exacto y verdadero al filo de la razón.
Del piso al cielo, de sus pies a la mirada multiplicada
Sensualismo de imanes encarnados bajo la piel
Lucida de brillos húmedos y párpados mojados
Una vez y siempre despierta y dormida a la misma vez
Compelida a luchar
contra lo incierto de unos saltos
Ondulantes y profundos a valor de densos infinitos.
Doblez renegada,
maldición de lo impuro e inconverso
Todo cabe en el mundo transformado de Fourier
Y otras bestias cósmicas,
orates, saurios gigantes
Sin huecos abismales imaginados, continuos, exactos.
Complejidad desnudada comisura por comisura
Besos enchumbados sin dejar muertos espacios
Espacios concluidos sin asíntotas indeterminadas
Todo arreglado al sello de unos versos por números
Cuando nada parezca asustar a la terrible voluntad
Sin limite inferior para el sub-infinito de un diferencial
Armonías, cuerdas y vibraciones en sinusoides
Retozan como poetas jugando a ruletas multicolores
Lúdicos ritos a ritmo de fantasía de orugas y poesías
A pesar del tiempo, la materia y mis signos: la pasión
Nos agota el aliento, arde la sangre a casi la muerte.
Poema de carne y soplo,
número incierto, todo y nada
Mujer y poesía, espacio y pensamiento me contraen
A igualdades transferidas, negaciones esenciales
Teorías y sin razones, Sin razones lógicas pero vivas
Teorema de mujer, vida y muerte, en mi contracanto
A Luis Carvajal, contrapunteado y contradicho .
No es posible rearmar su cuerpo fraccionado
Ni moldear sin romper las infinitas cuerdas que la esencian
Ni reducir a fórmulas o tropos la fuerza que la anima.
Ni doblegar su alma con el yunque o el beso
Ni acallar su sonrisa con el puño o la ira.
Cada ecuación o verso es un fracaso
Cada mujer es vida y es su vida Infinita y total
Cierta y negada
Cada mujer es toda explicación, toda poesía
Toda ecuación que siendo se valida
Toda verdad y toda perspectiva.
Cada mujer es siempre un desafío
Cada mujer es Dios y es ella misma.
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