Recienten mis ánimos tu cerrada alegría
Conculcada en fiebre, caída en tristezas
Mal abierto, mirar de unos ojos vencidos
Húmedos y agotados en ardor de infancia
Sin el aliento tibio ni la mano sanadora
Con sumos y palabras de fiel salvación
Debilidad atildada, insomnio y ansiedad
Sirvo mis rodillas al ruego de tu bien
Espero tu sonrisa de vuelta a su candor.
Conculcada en fiebre, caída en tristezas
Mal abierto, mirar de unos ojos vencidos
Húmedos y agotados en ardor de infancia
Sin el aliento tibio ni la mano sanadora
Con sumos y palabras de fiel salvación
Debilidad atildada, insomnio y ansiedad
Sirvo mis rodillas al ruego de tu bien
Espero tu sonrisa de vuelta a su candor.
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