Concebir con acierto la idea de Estado Nacional es ya virtud propia del intelecto retórico profesional cultivado por sociólogos, políticos y teóricos del derecho. Con regular frecuencia los activistas y conductores de los partidos políticos que tercian en las luchas por la conquista de la autoridad concedida popularmente para conducir la sociedad organizada en Estado Nacional, plenamente carecen de formación apropiada para entender y concebir una idea clara sobre un Estado Nacional. Como instituciones partidarias, los partidos de izquierda tradicionalmente conformados por una militancia de hombres y mujeres jóvenes, generalmente leidos y educados en sus organizaciones como parte de sus obligaciones políticas, han tenido la oportunidad de desarrollar un bien terminado conocimiento teórico sobre El Estado. lo mismo que se habría logrado en la militancia peledeísta que
completó los bien concebidos programas de cursillos que fueron parte de la organización del PLD, en sus orígenes. Poco se conoce de otras formaciones que se hayan interesado y ocupado en llevar a su militancia y su propia dirigencia un adecuado concepto sobre El Estado Nacional. Menos habría de esperarse con respecto a conocer o concebir la idea revolucionaria de una Transformación del Estado, de modo que ha de ser muy escasa y clasificada la participación de diletantes conquistados para participar en las discusiones de este grupo, llamado por Miguel Angel Severino a referirse a LA TRANSFORMACIÓN DEL ESTADO. Ojalá el coordinador del grupo logre activar la incursión de auténticos conocedores del tema, capaces de abordarlo con propiedad, con sentido de equilibrio intelectual, técnico y político. Este tema se constituye en si mismo en un desafío al dominio del conocimiento ordenado de lo que es un proyecto político, su viabilidad, funcionalidad con sentido de realidad material y social en general. En honor a la verdad, resultan pocas las veces en las que nuestros dirigentes conductores de proyectos políticos emergentes dan muestras de contar mental o intelectualmente con la idea clara y apropiada de algún proyecto de Estado Nacional o simplemente que tengan clara el concepto mismo de Estado Nacional. Tremenda papa asada, sin enfriar, nos presenta Miguel Angel Severino. ¿Quien entra a "conceptualizar" en torno o sobre la sugerente propuesta insinuada en el nombre del Tema que mueve la ventana de esta conversación?
completó los bien concebidos programas de cursillos que fueron parte de la organización del PLD, en sus orígenes. Poco se conoce de otras formaciones que se hayan interesado y ocupado en llevar a su militancia y su propia dirigencia un adecuado concepto sobre El Estado Nacional. Menos habría de esperarse con respecto a conocer o concebir la idea revolucionaria de una Transformación del Estado, de modo que ha de ser muy escasa y clasificada la participación de diletantes conquistados para participar en las discusiones de este grupo, llamado por Miguel Angel Severino a referirse a LA TRANSFORMACIÓN DEL ESTADO. Ojalá el coordinador del grupo logre activar la incursión de auténticos conocedores del tema, capaces de abordarlo con propiedad, con sentido de equilibrio intelectual, técnico y político. Este tema se constituye en si mismo en un desafío al dominio del conocimiento ordenado de lo que es un proyecto político, su viabilidad, funcionalidad con sentido de realidad material y social en general. En honor a la verdad, resultan pocas las veces en las que nuestros dirigentes conductores de proyectos políticos emergentes dan muestras de contar mental o intelectualmente con la idea clara y apropiada de algún proyecto de Estado Nacional o simplemente que tengan clara el concepto mismo de Estado Nacional. Tremenda papa asada, sin enfriar, nos presenta Miguel Angel Severino. ¿Quien entra a "conceptualizar" en torno o sobre la sugerente propuesta insinuada en el nombre del Tema que mueve la ventana de esta conversación?
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