Me reclama firme, alerta 
Tras la ventana y la puerta 
A comenzar la jarana 
Junto al ritmo de temprana 
Bendición a la estulticia 
Que en las masas acaricia 
Su obsesión por oler sangre 
De las presas del palangre
Merengue de la justicia 
Servida en un espectáculo 
Con el mayor desenfado 
Al sacramento de Estado 
Se desgarró el tabernáculo 
Sin respetar el oráculo 
Purpurado que en la audiencia 
Nos obliga la prudencia 
Donde una procuradora 
 Se expresó como una zorra 
Sin respetar la descencia 
Que le demanda el ejemplo 
De la obligada nobleza 
Reclamación, según reza 
El código de ese templo 
Por los que estos versos tiemplo 
 No pienso en gallina loca 
Bien sabemos que esa roca 
Firme es, de mucho rodar 
 Pero nunca ha de olvidar 
Que su virtud no ha ser poca.
 
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