martes, 16 de mayo de 2023

LOS ECONOMISTAS MENTIROSOS

 

De nuevo me mueve la macabra gracia de comentar sobre la perversidad de algunos economistas mentirsos, dañinos, perniciosos, que aun dominando, conociendo con pura certeza, la verdad relacionada al poder  decididor que en materia de acumulación capitalista, posee el control de la mano de obra productora sobre bienes y servicios transables a través del sistema monetario que sirve de fidelidad contractual entre los intercambios de la sociedad humana, pretenden, por un lado, aprovechar esta poderosa herramienta de manipulación social, mientras por otro pretenden negar la inminencia irrebatible de su real existencia, que, como mandato divinal,  rige la civilización de los intercambios monetarios.

Sea de honor reconocer que, en nuestro país, ningún economista profesional, respetable, se ha atrevido, por lo menos en público, a negar los recientes y reiterados pronunciamientos, hechos en presencia del Presidente de La República, por el Ministro de Agricultura, en los que advierte, que "sin mano de obra haitiana, no habría industria agrícola dominicana, mucho menos cocecha de arroz".  Tampoco, -hemos de agregrar-, habría alimentos baratos capaces de sustentar la industria turística.

Desde Alaska hasta Usuaia, toda la sociedad humana hace valer la acumulación de esfuerzos transables a través esos intercambios que rigen los ahorros y la explotación de ventajas acumulables  de esfuerzos transables, negociables, mercadeables, para bien y mal de la civilización  humana. Todas la aglomeraciones humanas en las que el empoderamiento social se expresa como dominio y control de las fuerzas de sus propios congéneres, aplican sus ventajas naturales y concertan intercambios de poder transable. 

Es la fuerza de acumulación y explotación de la sociedad capitalista. Es la medidad inevitable de ese intercambio que fuerza a los poderososos Estados a expandir e intensificar sus demandas de brazos laborales. 

Millones de seres son admitidos, como fuente de explotación laboral, para llenar las plazas de esa demanda en Estados Unidos de América, Europa y todas las demás aglomeraciones que demandan producción a cambio del menor costo contable. República Dominicana, ventajosamente, cuenta con una mina de mano de obra que durante par de siglos viene beneficiando como Estado favorecido dadas varias condiciones históricas que así lo han determinado, de fácil explicación, que no es el caso, en este instante, de derivar en su atención. Todos conocemos  las ventajosas condiciones que aseguran al Estado Dominicano y sus amos internacionales, para que siga creciendo en poder económico, político y social en general. 

Todos conocemos como se avientan las arcas privadas y oficiales, tras el aprovechamiento de la mano obrera que ya se hace tan evidente en los servicios de hostelería, construcción, comercio, explotación agrícola,  etc... 

Sin embargo, siguen los ruidosos interacivos radiales, televisivos, congresistas brutos, políticos mentirosos,  migrantes cabezones, curas y hasta predicadores extraviados, maldiciendo los favores obreros que al Estado y la sociedad dominicana venden o transan sus esfuerzos, siempre con ventajosas oportunidades comerciales para quienes los contratamos.

Sabio, perpicaz, el presidente de La República, vocifera, amenaza, denuncia la migración, lo hace en publico, ante la presencia de muchos medios públicos, de día, mas, por las noches hace lo inevitable: acomoda la transacción favorable de toda la obrería de la que depende la gracia del crecimiento económico de la República Dominicana, como lo manda Dios, a favor de unos y otros, según la civilización que recorre los tiempos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario