jueves, 14 de septiembre de 2023

 Los Ateos Dominicanos (ATEODOM),  se han constituido en una sociedad de estudios filosóficos, bastante ocupados en promover sus pensamientos en sintonía con los métodos doctrinales de predicación religiosística, citando de modo vehemente las supuestas maldades de las doctrinas opuestas, al mejor estilo de los evangelismos pentecostales, derivados del protestantismo luterano, dedicado, más que  cualquier ideal místico, a pronunciase contra los hechos de "el demonio, satán, lo malo, el maligno, el pecucio y cuantos apodos denostadores, puedan ser imaginados. 

Los  ateos de ATEODOM, más que dedicar sus esfuerzos a dilucidar los esenciales intelectuales de las teorías académicas de la filosofía, sus derivaciones aplicadas a la investigación social y demás argumentos científicos implicados en las necesidades humanas, los ATEODOM, desgastan sus esfuerzos en condenar las prácticas sociales, económicas, educativas, militares, patrióticas, etc... arrebatando, siguiendo o intentando desplazar al pentecostalismo importado de Norteamérica y Europa, en sus afanes por publicitar muchísmo más sus objecciones que sus propias creencias místicas, tan idealistas y fantásticas como las más mejor cultivadas creaciones sentimentales de Nietzsche o el mismo Marx. 

Los moralismos idealistas, exigentes, casi impracticables por místicamente rígidos, de los ATEODOM, empeñados de en rigidizar los valores de las tradiciones sociales más puramente cristianizadas (como el respeto a la vida,  veneración a los padres, la cortesía, el respeto social al prójimo, la fidelidad conyugal, el amor filial, la justicia social, el sagrado respeto a la vida, etc...), nos hablan a gritos de sus esencias abrahámicas. 

Sin embargo, no han medido los comparables aportes sociales de que la mística religiosa, abrahámica, así cmo las de otras orientaciones religiosas, en todo el mundo, han valido para fijar los distintos impulsos ideológicos que motivan la existencia material de la humanidad, su biología neurointeligente inspirada en mitos, en deseos de sobrevivir, en cumplimiento de los irreversibles afanes por alcanzar el sentido de la perfección, de la sublimación, de la meta inteligente de un deseo eterno de crecimiento social, tan religioso como el ateismo de ATEODOM.  

Llamo a mis respetables y muy respetuosos amigos de ATEODOM, a reflexionar sobre estas observaciones, tras las que me propongo, invitar a encausar sus esfuerzos, como a la par pretendemos hacerlo nosotros, quienes les acopañamos en estos interludios abiertos a los afanes academicistas, a intentar "filosofar", en torno al escudriñamiento del conocimiento y la virtud de sus dominios.

La gran verdad, es que se hace imposible medir cuanto favorece a la humanidad la persistencia constante, universal, -al parecer-, inevitable, el que el universo humano, sienta, perciba, asuma y siga invariablemente acogida a cualquier modo de convicción subjetiva, como entregada a este escencialismo mal conocido, cargado de dudas infinitas, de "...qué somos"..."...que está bien..."..."...que está mal..."....Je, je, ....Las respuestas se las mando a Don Braulio Rodríguez...."El Más sabio y prudente".



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