miércoles, 20 de marzo de 2024

LA COMUNICACIÓN, BOCABULARIOS ESPECIALIZADOS: RELIGIÓN, LITERATURA Y CIENCIAS

 

Cierto, ciertísimo es que siguiendo formas comunes, propias de nuestros vocabularios cotidianos, familiares, vulgares, corrientes de nuestro diarismo, logramos entendernos entre nuestros medios sociales más activos, consecuentemente, sin mayores dificultades, con propiedad suficiente para ejercer nuestras actividades vitales imprescindibles. 

Este fenomenal acontecer es el resultado del ejercicio inteligencial que durante años y a partir de los entrenamientos corrientes, inconscientes, naturales, aprehendidos como especialización desde los registros bioquímicos, electrónicos, extendidos como propiedades materiales. A partir de estas propiedades materiales, se encadenan y complejizan las especializaciones de las que derivan los resultados de la inteligencia comunicacional. 

Esa inteligencia comunicacional, demanda unos entrenamientos a fuerza de repeticiones y ordenamientos lógicos, de los que se extienden y encadenan los sistemas de redes neuronales de las que parten extractos y núcleos parciales, que pueden especializarse, manteniédose como bloques capaces de condensarse y constituirse en bloques  potencialmente compactos, conformados a partir de vocablos arreglados, bastante aislados de la comunicación regular, cotidiana, corriente. 

Esos bloques generan unas maneras de comprenderse, por lo general, tan difícil de accesar desde la comunicación no apropiada, que hace difícil su apreciación de frente a la comunidad no entrenada en dicho léxico, que puede parecernos estrambótico. 

Es así como ocurre con cualquier comunicación especializada para comunicarse entre las distintas ramas de las ciencias, materiales o sociales en general. Disciplinas como la literatura,  la Historia, las Ciencias Químicas, Físicas, Matemáticas, Medicinales, etc...suelen valerse de vocablos arreglados, compuestos siguiendo sus propias necesidades de comunicación. 

Sin embargo, cuando se trata de intentar comprender los complejos intríngulis de ciertas disciplinas, de esas cuyos enredos nos lucen, comúnmnente, francamente "estrambóticos", como serían los neologismos compuestos y acomodados a las Ciencias Bioquímicas, la Física, la Astronomía, etc. 

Todos aceptamos, casi sin chistar, que se trata de idiomas intocables, pero cuando se tratra de las especialidades como la literatura, en vista de que cada cual, cada ser humano que se comunica mediante la palabra, siente, piensa, entiende, que puede igualmente arreglárselas como creador del arte de decir, es común que todo quien lee y escribe, más o menos capaz de comunicarse, se asimile como auténtico creador del arte de novelar, relatar cuentos, poetizar, ensayar, etc., se proclame, anuncie y se promueva como autor y creador. 

Es así, como resulta que tantos aficionados al decir mediante letras escritas, se anuncen y publiciten como auténticos cientistas o creadores del arte del decir, muchas veces, mejor, expresado, en desdecir.

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