Lo se, mi luz no alumbra tus caminos
Fuente seca fui sin brillos ni espejos
Cofre extraviado y apagados reflejos
Solo baratijas de peregrinos
Cansados, sin fe, rumbos ni destinos
Ciertos. Así avanza mi huida, lejos
Junto al Sol de los muertos, silba quejos
La grima oscura de solos tristes pinos.
Clamen ya sin dolor querellas muertas
Donde tierra y horas redimen las culpas
Canes y hortelanos llevarían lupas
Aún ni estiércol fértil daré a las huertas
Al ser tallo de envenenados páramos
Pienso de espinos y tóxicos guáramos.
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