FILOSOFÍA EN LA POESÍA
FILOSOFÍA DE LA POESÍA
FILOSOFÍA COMO POESÍA
FILOSOFÍA DE LA POESÍA
FILOSOFÍA COMO POESÍA
SOBRE LA DISERTACION DE JUAN FREDDY ARMANDO
El pasado domingo en la mañana, durante una extendida, académica y tesística disertación auspiciada por el "CIRCULO DE FILOSOFIA, CIENCIA Y CULTURA ANDRES AVELINO" que coordina la Lic. Máxima Hernández y suele celebrar muy regularmente sus sesiones dominicales en el domicilio local del Colegio de Artistas Plásticos, ubicado en el último tramo del peatonal "El Conde", el académico de la lengua, Juan Freddy Armando, abordó con remarcada pericia comunicacional las relaciones que comunican los compromisos de ida y vuelta, entrega y devolución mutuos en los aportes poesía Vs. filosofía.
La filosofía puesta al servicio de la creatividad en el arte poético queda explícita e implicita en la formulación y el armamento literal y conceptual de la esencia contenida en la construcción de la estructura que en el poema sustenta el arte poético, la poesía y la sublimidad del arte y su creación. Así, la filosofía entra con todo su poder epistémico a robustecer y robustecerse en las formas de decir de la poesía, se vale de su elegancia y capacidad de penetración en la psique humana, impresiona, conmueve, estremece y hasta convence. Dota así a la poesía de un instrumento de fuerzas irrefutables apostada sobre la atalaya de lo invencible cuando el firmamento filosófico del poeta ha sido objetivamente sustentado y espiritualmente racionalizado.
La Poesía misma, ademas, es concebida como fuente y parte a la vez de la filosofía. La filosofía concibe la noción de poesía como una expresión de su propio filosofar, su propio hacer filosofía, una pata de su intimidad sustancial. La filosofía de la poesía implica un conjunto de concesiones para la transformación y deformación del lenguaje que devienen en adaptaciones que permiten la asimilación de la sublime belleza que forma parte de su último propósito. La filosofía de la poesía la concesiona como autoridad del juego y la creación en la gracia de la comunicación, haciéndola volátil y hasta efímera cuando así lo demanda la fina arquitectura como mariposa que no está hecha para conocer la noche o como epopeya para la eternidad.
El aspecto, sin embargo, más complejo y monumental de la poesía parte de lo inmenso del concepto de filosofía, el hacer filosófico es todopoderoso, es ciencia, arte, dueña de la objetividad total y dueña indiscutida de la subjetividad total convenidas estas en una correspondencia sublime de la lógica y la razón, tesis y antitesis como instrumentos de imprescindibilidad mutua. Este juego entre el absoluto y lo absurdo, el origen y el fin, el sumidero y la montaña material, se constituye en poesía de la filosofía, donde el objeto de inspiración es la misma pasión, belleza y sublimidad del mismo filosofar, rebosado de conmociones placenteras que surte el dominio del conocimiento instantáneo como el estremecimiento de la duda permanente que nunca será satisfecha. Esta poesía de la filosofía hace del hombre el objeto fundamental de su propias llenuras así como de sus propios vacíos, sin dudas, la filosofía es la fuente última de la poesía, por cuanto, la poesía pura está en la pureza del arte de la filosofía y su filosofar.
Un modelo del diseño artístico en la filosofía de la poesía, lo encontramos en uno de los poemas concebidos por Juan Freddy Armando, -el poeta-, quien parte de los juegos filosóficos para descifrar aspectos de las luchas humanas al intentar filosofar, sus vacíos y sus contrastes. Como juego de la filosofía de la poesía, intenta jugar al perfeccionamiento de reglas instaladas como semáforos rojos inviolables, evita, entre otras restricciones, los remaches apuntillados del uso del relativo "que", casi siempre hirientes contra el poema. En esta composición se congregan el buen gusto de la genialidad artistica, los compromisos con la precepción literaria y el gasto responsable en el tallado de la obra terminada. Es, sin duda, una obra de arte completa.
Pena, fue, francamente que la ingeniosidad exacerbada que mueve los hilos del humor de Juan Freddy Armando, terminaron jugándole la pobre jugada de llevarlo a cerrar considerando que el supuesto "contenido conceptual y filosófico", encontrado en el follón literario escrito por Juan Antonio Alix, "El follón de Yamasá", es una obra de valor filosófico, científico y social, compatible con "Yelidá", de Tomás Hernández Franco, "Intrepid", de Pedro Mir, o "Compadre Mon", de Manuel del Cabral. Triste juego de palabras que solo pudo salpicar su valiosísima disertación.
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Juan Freddy Armando*
ELOGIO DE LO HUMANO.
El oso de los polos, la marmota y el perro
de vez en cuando suben muy libres sus dos manos,
y es como si quisieran convertirse en humanos,
mas no logran hacer los alfanjes de fierro.
Su arma es convencional, no aprenden a hacer guerra,
pues no han desarrollado la santa inteligencia,
aún no saben de Dios ni conocen la ciencia,
ni el gran descubrimiento que por grande me aterra.
Es decir, aún no inventan al Animal Estado,
no tienen falsos héroes ni logran violar leyes,
no saben sacar uñas ni a nadie han torturado.
Sin oros ni diamantes, su vida es muy vacía,
sin príncipes ni historia, sin esclavos ni reyes,
van tristes, sin McDonald’s y sin tecnología.
(((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((
El pasado domingo en la mañana, durante una extendida, académica y tesística disertación auspiciada por el "CIRCULO DE FILOSOFIA, CIENCIA Y CULTURA ANDRES AVELINO" que coordina la Lic. Máxima Hernández y suele celebrar muy regularmente sus sesiones dominicales en el domicilio local del Colegio de Artistas Plásticos, ubicado en el último tramo del peatonal "El Conde", el académico de la lengua, Juan Freddy Armando, abordó con remarcada pericia comunicacional las relaciones que comunican los compromisos de ida y vuelta, entrega y devolución mutuos en los aportes poesía Vs. filosofía.
La filosofía puesta al servicio de la creatividad en el arte poético queda explícita e implicita en la formulación y el armamento literal y conceptual de la esencia contenida en la construcción de la estructura que en el poema sustenta el arte poético, la poesía y la sublimidad del arte y su creación. Así, la filosofía entra con todo su poder epistémico a robustecer y robustecerse en las formas de decir de la poesía, se vale de su elegancia y capacidad de penetración en la psique humana, impresiona, conmueve, estremece y hasta convence. Dota así a la poesía de un instrumento de fuerzas irrefutables apostada sobre la atalaya de lo invencible cuando el firmamento filosófico del poeta ha sido objetivamente sustentado y espiritualmente racionalizado.
La Poesía misma, ademas, es concebida como fuente y parte a la vez de la filosofía. La filosofía concibe la noción de poesía como una expresión de su propio filosofar, su propio hacer filosofía, una pata de su intimidad sustancial. La filosofía de la poesía implica un conjunto de concesiones para la transformación y deformación del lenguaje que devienen en adaptaciones que permiten la asimilación de la sublime belleza que forma parte de su último propósito. La filosofía de la poesía la concesiona como autoridad del juego y la creación en la gracia de la comunicación, haciéndola volátil y hasta efímera cuando así lo demanda la fina arquitectura como mariposa que no está hecha para conocer la noche o como epopeya para la eternidad.
El aspecto, sin embargo, más complejo y monumental de la poesía parte de lo inmenso del concepto de filosofía, el hacer filosófico es todopoderoso, es ciencia, arte, dueña de la objetividad total y dueña indiscutida de la subjetividad total convenidas estas en una correspondencia sublime de la lógica y la razón, tesis y antitesis como instrumentos de imprescindibilidad mutua. Este juego entre el absoluto y lo absurdo, el origen y el fin, el sumidero y la montaña material, se constituye en poesía de la filosofía, donde el objeto de inspiración es la misma pasión, belleza y sublimidad del mismo filosofar, rebosado de conmociones placenteras que surte el dominio del conocimiento instantáneo como el estremecimiento de la duda permanente que nunca será satisfecha. Esta poesía de la filosofía hace del hombre el objeto fundamental de su propias llenuras así como de sus propios vacíos, sin dudas, la filosofía es la fuente última de la poesía, por cuanto, la poesía pura está en la pureza del arte de la filosofía y su filosofar.
Un modelo del diseño artístico en la filosofía de la poesía, lo encontramos en uno de los poemas concebidos por Juan Freddy Armando, -el poeta-, quien parte de los juegos filosóficos para descifrar aspectos de las luchas humanas al intentar filosofar, sus vacíos y sus contrastes. Como juego de la filosofía de la poesía, intenta jugar al perfeccionamiento de reglas instaladas como semáforos rojos inviolables, evita, entre otras restricciones, los remaches apuntillados del uso del relativo "que", casi siempre hirientes contra el poema. En esta composición se congregan el buen gusto de la genialidad artistica, los compromisos con la precepción literaria y el gasto responsable en el tallado de la obra terminada. Es, sin duda, una obra de arte completa.
Pena, fue, francamente que la ingeniosidad exacerbada que mueve los hilos del humor de Juan Freddy Armando, terminaron jugándole la pobre jugada de llevarlo a cerrar considerando que el supuesto "contenido conceptual y filosófico", encontrado en el follón literario escrito por Juan Antonio Alix, "El follón de Yamasá", es una obra de valor filosófico, científico y social, compatible con "Yelidá", de Tomás Hernández Franco, "Intrepid", de Pedro Mir, o "Compadre Mon", de Manuel del Cabral. Triste juego de palabras que solo pudo salpicar su valiosísima disertación.
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Juan Freddy Armando*
ELOGIO DE LO HUMANO.
El oso de los polos, la marmota y el perro
de vez en cuando suben muy libres sus dos manos,
y es como si quisieran convertirse en humanos,
mas no logran hacer los alfanjes de fierro.
Su arma es convencional, no aprenden a hacer guerra,
pues no han desarrollado la santa inteligencia,
aún no saben de Dios ni conocen la ciencia,
ni el gran descubrimiento que por grande me aterra.
Es decir, aún no inventan al Animal Estado,
no tienen falsos héroes ni logran violar leyes,
no saben sacar uñas ni a nadie han torturado.
Sin oros ni diamantes, su vida es muy vacía,
sin príncipes ni historia, sin esclavos ni reyes,
van tristes, sin McDonald’s y sin tecnología.
(((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((
No hay comentarios:
Publicar un comentario