De sur a norte los faunos han decifrado las masas y rutas del Universo
Fueron inútiles los claros tatuajes de los dados contra los relojes caídos
Fueron profanos los signos de sumas multiplicadas del menos o el más
Tarde y temprano están en el mismo azimut de las coordenadas siderales
Los paradigmas de inicio y final van devanados sin dioses ni fabuladores
Única es la verdad: la luz y la esencia de los astros son y están más allá
De la palabra y el pensamiento, más allá del azar y los dados sacrílegos
De los poetas y sus suertes de adivinadores de materia incausada, yerta
Atrás, lejos quedan los inciertos indefinidos del cuantum y sus voceros
Existen y es la materia sin inicios ni términos temporales, por siempre
En su exacta infinitud concebida, alimentada y libre sin reglas ni dueños
Sin truculentos ni escondidos códigos fuera de las estancias de la razón.
El todo es la firme concreción de lo cierto, altos y solos reinan los poemas.
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