Tormentosas fueron las tardes lluviosas del verano
Abríanse las mañanas hiladas de azogados brillos
Desvestíase el candor de las redes de su infancia
Su tremor vibraba en armonía con sus feromonas
Doncella en húmedas alas de atinada metamorfosis
Crisálida develada al reverbero del sol y las miradas
De furtivos lagartos con azarosos mensajes y dibujos
Temerarios, signados de amenazas y oscuros estupores
Deslumbrados ante la sangre encandilada de sus labios
Hinchados de razones sensuales, revivos sus pómulos
Persistió el encono de las brisas sobre nuestros prados
El tiempo de las nubes ocultó la ruta de los encuentros
Sin embargo ebullen aun las fantasías y trazos del amor
Tristeza sumida en maduro cargo de sueños y pesares
Historia de la batalla nunca terminada, nunca rendida
Epopeya agigantada de una adolescencia divina, pura
En recuerdos de luces sin borrascas ni sales turbias
Quedan los umbrales tiernos de sus risas y alegrías
Los ruidos melancólicos de mi nostalgia por su voz
Hoy alivian mi dicha al ver que aun riman sus caderas
Con el paso seguro, extendido y rítmico de sus piernas.
Abríanse las mañanas hiladas de azogados brillos
Desvestíase el candor de las redes de su infancia
Su tremor vibraba en armonía con sus feromonas
Doncella en húmedas alas de atinada metamorfosis
Crisálida develada al reverbero del sol y las miradas
De furtivos lagartos con azarosos mensajes y dibujos
Temerarios, signados de amenazas y oscuros estupores
Deslumbrados ante la sangre encandilada de sus labios
Hinchados de razones sensuales, revivos sus pómulos
Persistió el encono de las brisas sobre nuestros prados
El tiempo de las nubes ocultó la ruta de los encuentros
Sin embargo ebullen aun las fantasías y trazos del amor
Tristeza sumida en maduro cargo de sueños y pesares
Historia de la batalla nunca terminada, nunca rendida
Epopeya agigantada de una adolescencia divina, pura
En recuerdos de luces sin borrascas ni sales turbias
Quedan los umbrales tiernos de sus risas y alegrías
Los ruidos melancólicos de mi nostalgia por su voz
Hoy alivian mi dicha al ver que aun riman sus caderas
Con el paso seguro, extendido y rítmico de sus piernas.
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