Narciso solitario cabalgo a través de las estepas sobre el susto de lo incierto
Sin más calor que el acumulado bajo el manto robado al cadáver de la fiera
Primera en obstar sobre mi destino descansado, de ricas noches de estrellas
Todas para compartirlas solo entre mis dos ojos, advertido por único silbo
Ondulaciones cósmicas llegadas desde el origen mismo, propio del Universo
Tan mío, solitario y egoísta como mis pensamientos de Narcisos despiertos
Viajero sobre botas empapadas de sueños que pretenden cruzar los espacios
Prohibidos de la Reina Ludovica hasta divisar su trono de asiento a derecha
Del Sumo Espíritu, trascendido por la imaginación desesperada de la utopía.
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