LLEGADA A TU PORTAL

Llego a tu portal bajo el peso de la avanzada noche
Aun despierto, contrario a los ritos del crepúsculo,
Del otoño y los dictados en piedras de El Creador
Derribemos las puertas de tu amurallada ciudad
Convertida en cárcel contra la enajenada libertad
De los despiertos alientos en su trepidar por la vida
Tu me harás comensal de tu mesa arreglada en flor
Carolina de rosados estambres hilados en tu boca
Humedecida por corrientes y temblorosa pasión
Hemos de escuchar los ciertos y viscosos despejes
De tus piernas húmedas como tierra de arroyuelos
Estaré presto a escuchar la mudez de tu cercania
Revuelta en consentidas dudas de rojos pretextos
Laminados y transparentes al calor de la carne
Que arde y hace hervir los humores de tu cuerpo
Cristal de sangre viva que se hidrata y estremece
Férvido mensajero de placeres conculcados
Contra los bienes de Dios y la alegría de su gloria.