Magnífico Tema, Profesor ! Pret a porter !
Pienso que para ningún estudiante salido de las aulas conducidas por las bellísimas fórmulas de la termodinámica electroquímica, electrotecnia y bioquímica, sería motivo de incomodidad asimilar las formas en las que las composiciones químícas naturales retienen en sus ordenamientos electrónicos y moleculares, cargas que pueden ser codificadas como memorias activas.
Esas retenciones en formas de memorias, sencillamente, son capaces de responder a cualquier estímulo material siguiendo las leyes naturales que ordenan los átomos, molécual y demás particulas que los componen a partir de sus propiedades materiales más íntimas (intimidades sobre las que consta en sus publicaciones que el Prof. VMAFP dedica largas horas de consumo sobre sus recuros energéticos desde su dinamia cerebral).
Esas memorizaciones constituyen las alacenas energéticas o baterías son propias de todo el sistema material de pensamiento.
No les es difícil a quienes ponen fe en la Inteligencia Divinológica aceptar que esa Superior Capacidad Divina conduce ese ordenamiento aplicado a la materia creada y es apenas una minucia entre las virtudes del Ordenamiento Universal.
Entiendo que cualquier cálculo que comprenda un análisis objetivo sobre las aplicaciones de cambios en la materia que se mantienen como historia o memoria de estados anteriores es de fácil aceptación para cualquiera que reconozca esas propiedes intrínsecas de la materia, en las que sus modificaciones reversibles pueden ser aplicadas eficientemente como memoria dinámica.
Todos los fenómenos biológicos y materiales en general, dejan como secuela natural, una memoria de su estado inmediatamente anterior cuyos efectos pueden ser interpretados y calculados tanto como historia proyectable, es decir como determinación del futuro.
Espero que no existan dudas expresables sobre ello.
No es posible, hasta este momento del conocimiento humano, que un fenómeno natural no alcance a ser interpretado mediante las leyes termodinámicas . Así son de inteligentes las leyes Divinas. Diríase que la Termodinámica Química constituye el Instrumento Divino a través del que Dios nos da a conocer pasado, presente y futuro de Su Magnífica y Natural Creación.
Pienso que para ningún estudiante salido de las aulas conducidas por las bellísimas fórmulas de la termodinámica electroquímica, electrotecnia y bioquímica, sería motivo de incomodidad asimilar las formas en las que las composiciones químícas naturales retienen en sus ordenamientos electrónicos y moleculares, cargas que pueden ser codificadas como memorias activas.
Esas retenciones en formas de memorias, sencillamente, son capaces de responder a cualquier estímulo material siguiendo las leyes naturales que ordenan los átomos, molécual y demás particulas que los componen a partir de sus propiedades materiales más íntimas (intimidades sobre las que consta en sus publicaciones que el Prof. VMAFP dedica largas horas de consumo sobre sus recuros energéticos desde su dinamia cerebral).
Esas memorizaciones constituyen las alacenas energéticas o baterías son propias de todo el sistema material de pensamiento.
No les es difícil a quienes ponen fe en la Inteligencia Divinológica aceptar que esa Superior Capacidad Divina conduce ese ordenamiento aplicado a la materia creada y es apenas una minucia entre las virtudes del Ordenamiento Universal.
Entiendo que cualquier cálculo que comprenda un análisis objetivo sobre las aplicaciones de cambios en la materia que se mantienen como historia o memoria de estados anteriores es de fácil aceptación para cualquiera que reconozca esas propiedes intrínsecas de la materia, en las que sus modificaciones reversibles pueden ser aplicadas eficientemente como memoria dinámica.
Todos los fenómenos biológicos y materiales en general, dejan como secuela natural, una memoria de su estado inmediatamente anterior cuyos efectos pueden ser interpretados y calculados tanto como historia proyectable, es decir como determinación del futuro.
Espero que no existan dudas expresables sobre ello.
No es posible, hasta este momento del conocimiento humano, que un fenómeno natural no alcance a ser interpretado mediante las leyes termodinámicas . Así son de inteligentes las leyes Divinas. Diríase que la Termodinámica Química constituye el Instrumento Divino a través del que Dios nos da a conocer pasado, presente y futuro de Su Magnífica y Natural Creación.
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