LA EÑE DE ESPAÑA NO DAÑA

Ay ñeñe! Coño, cañajo!
Se quieren ñanpiar el ñame
De La Ñoña. Que infame !
Y de La Niña, de un tajo.
Váyanse, coño, al carajo.

(No te digo de La Ñema
Porque esa palabra empreña)
Sabes bien que yo me empeño
En decir que soy el dueño
De la descencia: una peña!

No empaño mi hablar con  ñicas
Nunca le canto a La ñeca
Me quedo con La Muñeca
Que tiene mañas muy ricas
Y las manitas meñicas.

A todas esas arañas
Si las tocas las extrañas
Historia es vieja de antaño
Si fluyes por ese caño
Ni muerto te desengañas

Por las mañanas te encierras
Hasta descansar el leño
Sumido en un largo sueño
De vuelta para las guerras
Ya restañado no  yerras

Al deshacer los corpiños
Ni al repartir los cariños
Experto nada en bañeras
Ciñen sus manos dos peras
Medio domidos los guiños

Jugos colados de piñas
Uvas de las ricas viñas
Aromas de finas leñas
Dan al aire sus enseñas
Y lo alimentan sin riñas

¿Me cerrarán la  cabaña ?
Enloqueció esa rapiña
Nadie ya nos desaliña
Con tal infeliz guadaña
La lengua que nos dio España

"Viejo Boy", Josés Briceño
Estadio portoplateño
Blanca Iris Villafaña
De una enseña tan bacana
Del cantar portorriqueño

Escuchada desde antaño
Mi juego similindruño
La mano y ábreme el puño
Buenos pendejos cañejos
A otros ñames sus cangrejos !