Dioses han sido concebidos, imaginados desarrollados, cultivados y adoptados desde los mismos momentos en los que la estructura natural de los complejos atómico-moleculares han dado como resultados de sus constantes e instantáneas complejizaciones físicoquímica dieron origen a algún orden o sistema.
La evolución material, continúa inexorable y eterna. De esa secuencia de cambios físico-químicos que tras ser cursados dichos cambios, generaron la organización biologica de las que parte el sistema dinámico que nos signa como seres vivos, inteligentes.
La Inteligiencia consiste en la detección y provecho de los finos ajustes de la naturaleza, su conjunto de mediciones o comparaciones compartidas, precisas, infalibles, que se movilizan constantemente, dando origen a los procesos operados indeteniblemente, a precisión absoluta, perfecta. Así tiene que ser la naturaleza concebida por la inteligencia humana.
Ningún cambio de estas condiciones ha de ser aceptable. No es imaginable modificación operada externamente, pues el Sistema Termodinámico Universal, solo pude ser, por defecto, absolutamente, cerrado, siendo que, de lo contrario, si de alguna forma llegara a considerarse, mínimamente "abierto", este Sistema Termodinámico Universal, habría de corresponderse con la influencia de alguna condición externa, externalidad que no cabe suponer.
Estas circunstancias implican la simple verdad de que se trate de la existencia de alguna Inteligencia Creadora, o, a cambio, una naturaleza única y cerrada, ningún efecto externo sería razonadamente admisible, por cuanto, ningún efecto externo puede afectar el Sistema Termodinámico Universal. De donde, queda establecido el Determinismo Natal Universal.
Nada puede ser cambiado, modificado, alterado. Sistema cerrado, entropía compesada de diferencia nula, ha de ser un obligado valor de reconocido, medible, universal. Integral de Cerrada de la Diferencial S (entropía), tiene que ser nula.
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