Más no se haga usted pendejo
Sin ver claro que a su lado
Se le están chupando el caldo
No mueve ni el entrecejo
Teniendo en frente el espejo
Les hablé de sus constumbres
Enviciada en grandes tumbes
Varias veces por semanas
No se les calman las ganas
Hinchadas siempre las ubres
Les llegas a sus caminos
Remándo hacia sus destinos
A ella les gustan tus canas
Te emocionas con sus ganas
Y con sus tratos tan finos
Finge que no es tu cartera
La que le mueve la pera
Cuando asoma el Santo Oficio
Al momento más propicicio
Y hasta se muestra sincera
Sin embargo al día siguiente
Surge una casualidad
Arrastrando una verdad
Descubres al nuevo cliente
Circunstancial, diferente
Pienso en mi preocupación
Que te han puesto de güevón
Mas descubro que el pendejo
Señorial de aquel festejo
Presumido era el guasón
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