Y....entonces crecieron las horas inundadas de melancolías, ansias y esperas resecadas
A la par se llenaron los estanques de nuevas razones avalzadas contra las grietas de los muros
Dioses y bendiciones permanecieron dormidos en sus lechos de comprimidos inviernos
Poemas adoloridos repujaron contra las palabras, penetraron retorcidos claros intersticios
Fluyeron sus líquidas virtudes, azogue asomado tras los hilados brillos de la verdad
De los ensuales asertos de tus palabras, juradas contra las dudas de un sórdido incierto
Vocabulario abierto al amor, a dichas conculcadas, suertes y culpas inconfesas
Parecieron cerrar las voces del corazón estremecido por condenas y amenazas
Sin embargo, sin remedos ni indeterminaciones, nos sabremos entremecidos por el amor
Por los días, por las noches, por las horas de nuestros fundidos instantes nos adoramos.
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