jueves, 11 de abril de 2024

FE, RESIGNACIÓN, INCIERTOS VERDADEROS Y FELICIDAD

 

Cierto. Ciertísimo es que más allá de cualquier signo linguístico que en cualquier lengua se nos ocurra, la verdad clara, innegada, irrefutable,  indiscutible, es que uno de los argumentos que como estrategia evolucionista ha desarrollado el ingenio de la naturaleza humana, la sirve el proceso bioquímico a partir del cual el intercambio de oxígeno recogido desde el aire al alimentar el suplimento de energía interna,  expresada en transferencia de entalpía y trabajo  electroquímico  reditúa  su vitalismo al proceso biológico-químico del sistema corporal humano, cuyos reditos asimila el sistema cerebro digital, como expresión de complacencia, de celebración y satisfacción, cuyo resultado es interpretado como lo que  la psique humana significa como dicha y felicidad. 

Funciones bioquímicas convertidas en funciones biológicas y estas en respuestas psíquicas, responden a estímulos como las gracias de los actos deportivos, los retos cerebrales de las mejor complacidos objetos de las demandas de la inteligencia cerebral que tiende a consumir y satisfacerse al valerse de grandes cantidades de energías electroquímicas, tales como el pensamiento ocupado, ejercitado del mismo modo que lo demandan los ejercicios deportivos, las satisfacciones corporales, biológicas de las satisfacciones  reclamadas por la función reproductiva que es uno de los compromisos evolutivos que razonablemente lo explica, el complejo proceso digestivo-nutritivo que impulsa las funciones vitales de la subsistencia, componen la base de todas las prestaciones del servicio biológico natural que sirve las bases de las inmensas razones del hombre perfecto o superhombre de Friederick Nietzsche, las demandas del Estado Social Ideal de Karl Marx, y, obviamente, todos los reclamos sexualizados del Homo Sexual de Sigismundo Freud. 

Todas las respuestas encontradas por Charles Darwin, las satisfacciones de los guerreros, atletas, monjes meditadores en retiro, los ayunadores, los vencedores satisfechos de sus trofeos criminales, los poderes acumulados de los ejercicios más inteligentes, lo mismo que esas complacencias de las avanzadas inteligentes, científicas como de poderes científicos, del conocimiento y económicos, por igual residen y responden a las complacida demanda de las razonables respuestas a los suplimentos energéticos adecuados a las demandas de la evolución biologicista fijadas por el proceso histórico de los ordenamientos materiales de los que parten los asentamientos desarrollados como prados espirituales, según algunas versiones de la misma interpretación de esas respuestas de la termodinámica bio-electroquímica. 

Cualquier proceso o sistema de satisfacción corporal, obedece a ese obligado, empotrado, sistema de supervivencia obediente al proceso evolutivo de la materia y su ordenamiento natural tan místico y biológico como hasta ahora nos luce el presente universal.  

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