La sociedad humana, sometida a la infalibilidad de esa organización material de las que en nuestra civilización derivan consecuentemente hacia las urgencias señaladas por los requerimientos acumulados como dinámica social, reproductiva, multiplicativa, intercambiable, y, finalmente, convertida en vitalismo social, impulsa los movimientos migratorios, constituidos en movilidad social permanente, que dá razón e impulso a la existencia de esta dinámica social, que, sobre el planeta Tierra, resulta, al parecer, de existencia, digamos, apenas menos que eternizada.
Las migraciones modernas, llevadas y traídas por las fuerzas obligatorias del órgano fundamental del Capitalismo, resulta imprescindiblemente el mecanismo vital de la civilización.
Intentar, siquiera imaginar su detención, nos luce tan absurdo, contranaturalmente tan imposible que nos llama la atención, el imaginario contraconceptual con el que, muchos cálculos resultantes de la voluptuosidad del creacionismo humano poético y hasta contrabíblico, estimula los signos de la inteligencia social humana.
Materialmente iexplicable, política y biológicamente absurdo, negador de cualquier aprecio sobre el evolucionismo natural, nos lucen irracionales, francamente, atrabiliarios, esos entaponamientos mentales y emocionales de los enconados nacionalismos contrapuestos de los miedosos antimigracionistas.
En el caso de los dominicanos, absurdamente acostumbrados a demandar beneficios propios de las ventajas económicas producidas por el fenómeno capitalista de los aprovechamientos económicamente tan rentables, es propio entender que el conocimiento sobre los números y sus aritmeticas sociales no lleguen hasta las masas carentes de redenciones intelectuales, pero se hace un poco cuesta arriba entenderlo al leer o escuchar los yutuberos, locutores y predicadores religiosos propagandeando contra las mismas intenciones hasta de La Creación Divina, promoviendo la negación del contrasentido natural oponiéndose a la naturaleza material de las migraciones. Muchos parecieran como si fueran judíos-antijudíos.
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