sábado, 5 de abril de 2025

LA GUERRA ES LA GUERRA: LA GUERRA RECÍPROCA

 

La Guerra es la Guerra. La finalidad de la guerra es superar al otro, imponerse por encima del otro, vencer los escollos que  pudieran oponerse como obices al alcance máximo de la divinización para lo cual se valdrá cualquier medida que sirva de accesorio para superar los peldaños que indican la ruta de la divinización, considerados como imaginarios, espirituales y, naturalmente, toda materialidad puesta al alcance de la imaginación. La guerra es La Guerra. Los obstáculos que se oponen contra  alcanzar la  esa idealización, esa divinización son todo el resto del Universo. Todas la medidas que medidas que valgan para superar el resto del Universo, constituyen valores que deberán ser escalados, superados. La inteligencia  geopolítica diseñada para superar ese citado objeto de superación universal, no puede tener más límites que el de la inimaginables fronteras del infinito divinal. Al amparo de estas indiscutible premisas terrenales, ningún razonamiento que se le oponga merece nisiquiera ser tomado en cuenta. El unilateralismo ideal del pensamiento imaginado desde el diseño del capitalismo, la superación infinita constituye una obligación ideológica perentoria, insoslayable, irreemplable. Consecuentemente, nadie que busque razón menos exigente, no se puede considerar ajustado a los planes de superación imaginados desde el idealismo capitalista. La Guerra es la Guerra. Peldaño a peldaño, unos tras otros hemos de derribarlos, siguiendo la ruta de la inteligenci que ha de ir contra todos, contra todo. Reiterándose siempre, la necesidad de ir despejando de obstáculos toda la ruta, sin más medida que la necesidad de superarlo todo, a todos.


jueves, 3 de abril de 2025

LA GUERRA ES LA GUERRA, TRUMP, EL CAPITALISMO Y LA GUERRA

 

El narcisismo es una de esas expresiones neurales que suelen ser condenadas y calificadas como vicios en oposición a la expresión de humildad que el consenso público le gusta exhibir como flor colorida de atractivos que mueven la atención de los insectos a provocar, -estimamos los humanos que no los movería ningun acto consciente-,  a polinizar las flores. 

Sin embargo. lo cierto, ciertísimo es, que ese narcisismo condenado, estigmatizado y calificado como vicio humano, resulta ser la ley que motiva el vitalismo biológico, ese que impulsa la vida a la superación que busca alcanzar la divinización por cualquier medio, como meta infinita de la competición humanistica. 

Es ese narcisisismo convencido el que inspira al ser humano a sentirse tan seguro y capaz de que su belleza lo haga merecedor del bien mayor que le espera, esa diviinzación que le permitiria superase a sí mismo más allá de cualquier divinidad que aun le fuera oponible, aun fuese la la de él mismo. 

Esa divinización a la que le han entregado históricamente, los líderes mundiales, espirituales, guerreros, asumidos siempre como poseedores de bellezas imperecederas, es verdad, franca verdad, que a todos nos toca y nos convence de que tanto es así que bien debemos luchar  para superar los entuertos y óbices que a través del mismo fenomenismo vital, se nos oponen. La Guerra es la guerra. Es la lucha que a todos nos ha inculcado la necesidad perentoria de sobrevivir frente a los demás seres de la naturaleza, colocarnos por delante, por sobre todos y sobre todo lo demás. 

La lucha que hoy promueven y encabezan los más poderosos líderes biológicos, neuralmente confeccionados para obedecer, cumplir, complaciéndose en su propio deber de superarse a sismismos, es la natural actitud de ese narcisismo que todos los humanos sentimos, practicamos, objetivamente convencidos de que no debemos claudicar jamás ante otra belleza, aun la propia nuestra. 

Es así la lucha guerrera, esa que hoy publica triunfalmente el poderososo presidente delos Esstados Unidos de Amérca, así convencido de que es su deber superar virtud de todas las flores, de todos los jardines, de todos los colores, superar al dios de todos los dioses. 

Así es la esencia de la guerra, así somos, así queremos que sean los líderes a los que buscamos superar nosotros mismos, cada uno siendo el merecedor único de esa divinización que, además nos espera y sentimos que debemos superar. La Guerra es la Guerra.  

Trump  espera vencer cualquier obstáculo que se le oponga al cumplimiento de su convencida belleza, que es la máxima, la infinita, como todos aspiramos a ser merecedores de no ser superados.

miércoles, 2 de abril de 2025

"DISCRIMINACIÓN", EDADISMO BIOLÓGICO Y EDADISMO SOCIAL

 

Durante el transcurso de mis clases como aspirante a Doctorarme con el honroso título de Bachiller en Ciencias Físicas y Naturales, el profesor de Física solía echarnos a pelear unos debates en los que  lucirse algunos de los alumnos mejor presumidos de contar con haberes propios de su condición superior de científicos conocedores de esos conocimientos de los que más nadie en muchos kilométros a la redonda, ningún papá por bien dotado que académicamente se le reputara, estaría en condiciones de conocer, a menos que no fuera el profesor, importado desde la ciudad, egresado de una Escuela Normal. 

Según los títulos y nombres presumidos, se desprendieron de aquellos encuentros, nombres adoptados de personajes como Hipatia, U Than, Mendelejev, Hwholler, Alfred Nobel, Pasteur,  etc...Se me ocurrió, durante una intervención proponer la desafiante exposición servida por  físico holandés, Wholler, de la demostración teórico-algebraica   de la Velocidad de La Luz. 

Cuando la contraparte no podía enfrentar la respuesta a la pregunta, el proponente debía ofrecer la respuesta. so pena de ser descalificada la pregunta. En efecto, contestamos la pregunta demandada. Fue necesario expliarsela varias veces al profesor para asegurarse este de que la respuesta obedecía correctamente a la demostración servida por Rowe. Años más tarde quise yo, que formé parte de aquella exposición, ya en la UASD, retomar aquella lujosa muestra de memorizaciones secuenciadas. 

Aun no he podido refrescar aquellas secuencias, tan bien memorizadas a mis 17 años. No hace tantos años dedique unos ratos  muy divertidos a ofrecerme a mi mismo la solución del aislamiento de las variables X, Y, en la Ecuación "Yelevado X", igual XelevadoY, sin mucha dificultad, en unas cinco o seis observaciones algebraicas, me serví a mi mismo la necesaria grafía: LQQD, con la que lograba sonreirme. 

Ahora, el Edadismo, me hace tensar los sesos y a penas logro revisarla correctamente, porque uno de nuestros colegas, tuvo la entereza de conservar lo que antes, yo mismo me servía sin mucho apuros. Este edadismo virtuoso, nos libra de ciertos cúmulos de estrés.